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Por qué detrás de una gran 'app' de citas casi nunca hay una gran mujer
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la mayoría fueron creadas por hombres

Por qué detrás de una gran 'app' de citas casi nunca hay una gran mujer

Tinder, Match, Adoptauntío o Happn... Cada vez hay más excepciones, pero hace años que los hombres llevan las riendas en el sector del 'dating'

Foto:  (Tinder)
(Tinder)

Entre los cuatro fundadores de Tinder − Sean Rad, Chris Gulczynski, Justin Mateen y Whitney Wolfe −, solo hay una mujer. La misma que en 2014 denunció a la empresa y a Mateen por discriminación y acoso sexual.

Los impulsores de Adoptauntio.com son hombres – los emprendedores franceses Florent Steiner y Manuel Conejo −, como también lo es Gary Kremen, fundador de Match.com. Y lo mismo pasa con Meetic (idea de Marc Simoncini), OkCupid (Chris Coyne, Christian Rudder, Sam Yagan y Max Krohn estudiaron juntos en Harvard) y Plenty of Fish (Markus Frind).

Una vez fuera de Tinder, Wolfe lanzó otra aplicación de dating, enfocada al público femenino: Bumble. Aunque cada vez hay más ejemplos de mujeres que, como esta emprendedora, se aventuran a probar suerte en un mercado repleto de testosterona, continúan siendo minoría. ¿Por qué tanto nombre masculino? ¿Es que las mujeres evitan emprender en el sector del ligue?

Otro miembro destacado del clan niega lo que a simple vista parece una evidencia: “El mundo de las citas no es un negocio de hombres”, asegura a Teknautas Didier Rappaport, cofundador de Happn junto con otros tres de su mismo género.

El francés cree que las buenas ideas son buenas y punto, independientemente del género de su creador. La situación, a su juicio, refleja el ambiente general entre los emprendedores. Según el último mapa del emprendimiento de South Summit, el 85 % de los emprendedores europeos (el 83 % en España) son hombres. Afortunadamente, “las mujeres cada vez están más presentes en el sector tecnológico y muchas han lanzado aplicaciones que funcionan muy bien”, afirma Rappaport.

Ideas femeninas, una condición indispensable

Aparte del trío fundador, Rappaport nos cuenta que el primer empleado de Happn fue una mujer: “Ella construyó la marca tal y como se conoce hoy”. Actualmente hay en la plantilla “casi tantos hombres como mujeres”, defiende, aunque no se quita el “casi” de la boca. Tiene que haber de todo, según el CEO, para conseguir un buen producto. “Ningún género es mejor que el otro en este tema”, añade.

En Love-me-doo, una aplicación de ligue española, también han contado con una mente femenina desde el primer momento. “Siempre hemos dicho que Love-me-do fue diseñada por mujeres”, asegura Carlos Sánchez, uno de sus cofundadores. El otro es Juan Luis Suárez, también varón. ¿Entonces? “Nosotros hicimos de ideólogos, pero nuestra directora creativa acabó influyendo tan decisivamente como para poder asegurarlo”, explica Sánchez.

Se refiere a María Extremera, que resta importancia al hecho de que sea o no mujer. “Lo importante es que ya habíamos trabajado juntos y en equipo. Hubo tanta comunicación que me resulta difícil delimitar qué parte creativa era mía y qué parte del grupo”, afirma.

Según Sánchez, ella marcaba los límites a sus ideas transgresoras y les ayudó a “ser más cercanos con muchas mujeres, que no se encontraron con una estética agresiva”.

Marta Nicolás, cofundadora de la aplicación Muapp − cuyo lema es “las chicas, primero” − refrenda el apunte de Rappaport con varios argumentos. “Las mujeres emprendemos menos que los hombres porque somos más prudentes por naturaleza”, opina. Además, cree que aún faltan chicas en las carreras tecnológicas, lo que explicaría, según ella, por qué no hay muchas desarrolladoras de aplicaciones.

Por último, señala de nuevo el deseo de seguridad. “Solemos aventurarnos en mercados que conocemos muy bien o en aquellos que nos apasionan, pero el sector del dating no se estudia en ningún sitio, suele ser un desconocido”, nos explica.

Esta aplicación, ¿es para hombres o para mujeres?

El hecho de que Muapp esté pensada solo por mujeres es una diferenciación que marca los detalles que han incorporado a la app que no están en otras del estilo. “Por mucho que un hombre intente entender a una mujer, nunca tendrá la misma empatía que nosotras con las usuarias”, señala. “Tenemos otras prioridades y se ve en las aplicaciones que han sido creadas por hombres”. Según Marta, la mayoría.

Ni a ella ni a Lucía Chávarri (la otra cofundadora) les parecía que los perfiles tuvieran la suficiente calidad. “Muchas veces nos hacían perder el tiempo o provocaban rechazo”, indica Nicolás. Tampoco se fiaban de las personas con las que hablaban: “Echábamos de menos tener más información para confiar en ellos”.

Según revelaron desde Tinder a The New York Times, sus usuarios pasan una media de 90 minutos al día en la herramienta. Las mujeres emplean alrededor de 8,5 minutos en hacer un swipe, mientras que a los hombres (más rápidos) les bastan 7,2. “Ellas son más exigentes a la hora de descartar perfiles y más selectivas: aunque pasan el mismo tiempo dentro de estas apps, hablan con menos gente”, explica Marta.

Sin embargo, ellos son mayoría, como confirma un estudio de la consultora Global Web Index: el 62 % de los clientes de aplicaciones de ligue en el mundo son hombres. Quizá en Muapp la cifra no sea tan alta, ya que sus usuarias deciden qué perfiles masculinos pueden entrar en la aplicación y la herramienta les dice con cuántas otras chicas hablan a la vez sus pretendientes.

El CEO de Happn no cree en diferencias de intereses basadas en el género. “Lo que los usuarios buscan en la aplicación [una relación duradera o un ligue esporádico] no depende de su género, sino de la persona”, asegura. Y Sánchez coincide con él: “La heterogeneidad de los segmentos de edad y la presencia de cada vez más nativos digitales ha hecho que los comportamientos sean menos generalizables, que haya muchos matices”.

Los hombres tienden a ser más proactivos y las mujeres suelen estar más solicitadas, algo que también pasa en la vida real

Aunque el equipo de Happn ha comprobado que los hombres tienden a ser más proactivos y que las mujeres suelen estar más solicitadas, Rappaport no lo ve como una novedad, sino como algo que también pasa en la vida real. Para prevenir descontentos, precisamente, están las limitaciones de la app a la hora de contactar con otros usuarios (solo puede hacerse si ambos se gustan de antemano, igual que en Tinder).

Los fundadores de aplicaciones de dating, hombres en su mayoría, cuentan con mujeres para diseñar sus productos. Sin embargo, cuando son ellas las que crean la app directamente, las condiciones de uso cambian bastante. Parece que hace falta un toque femenino en el sector del ligue.

Entre los cuatro fundadores de Tinder − Sean Rad, Chris Gulczynski, Justin Mateen y Whitney Wolfe −, solo hay una mujer. La misma que en 2014 denunció a la empresa y a Mateen por discriminación y acoso sexual.

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