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El azar y la química son los ingredientes secretos del cine en celuloide
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kodak ha presentado su nueva cámara súper 8

El azar y la química son los ingredientes secretos del cine en celuloide

Muchos expertos consideran que el cine en soporte químico tiene ventajas importantes, una profundidad y textura que da el efecto visual de tridimensionalidad que no tiene el cine digital

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El despertar de la fuerza o Los odiosos ocho son algunas de las películas rodadas en celuloide, que casi nadie verá en su formato original, pues apenas quedan cines en los que se puedan seguir proyectando películas en ese soporte. Casi todos cuentan ya con proyectores digitales. A pesar de ello hay buenas razones para que Hollywood haya salvado in extremis la producción de película cinematográfica.

La última película de Tarantino ha sido filmada en Ultra Panavision con película de 70mm. Un formato panorámico que llevaba décadas sin utilizarse. Por eso la película se ve desvirtuada en muchas salas digitales. Sólo hay un cine en barcelona, Phenomena, que ha proyectado el metraje en su formato y proporciones originales. En este vídeo realizado por el director de fotografía Pol Turrents se explica la aventura que ha supuesto lograr esta hazaña. Los responsables de la sala incluso han tenido que encontrar una vieja lente para poder proyectar la película.

Se da la paradoja de que fue precisamente la saga de Star Wars la que abrió las puertas a la digitalización de los cines. George Lucas filmó y estrenó en digital El ataque de los clones. Después de aquello comenzó una reconversión y muchos cines cerraron sus puertas por no poder hacer frente a la inversión que suponía renovar sus proyectores. El sucesor de Lucas al frente de Star Wars, J.J. Abrams, además de utilizar el formato químico como en la primera trilogía también utilizó antiguos objetivos en las cámaras del rodaje.

Si hoy vemos las películas filmadas por George Lucas en digital podemos llegar a tener la impresión en algunas escenas de que estamos viendo secuencias de un videojuego fotorrealista. En cambio al ver El despertar de la fuerza no hay ninguna duda de que lo que vemos en la pantalla en todo momento es una película.

Un acuerdo con Kodak

Por cosas como esta J.J. Abrams y otros directores han impulsado un acuerdo entre Kodak y diversos estudios cinematográficos para que la histórica empresa, que quebró en 2012, siga produciendo película. Sin ese pacto probablemente hubiese muerto el cine en celuloide. Kodak es la única empresa que aún fabrica este producto después de que Fuji abandonase el negocio.

Hay expertos que consideran que el cine en soporte químico tiene ventajas importantes sobre el cine digital. Mark John Ostrowski es un estadounidense afincado en España que regenta Foto R3, una de las principales tiendas de internet en Europa especializada en fotografía y cine químico. También es un cineasta fiel al celuloide. Su película Home Movie, un homenaje a la cinematografía química, ha ganado el premio a la mejor película en el festival Korea Expat and Indie.

Al preguntarle por correo electrónico por las bondades de filmar con rollos de película en lugar de hacerlo con una cámara digital, explica que “la emulsión fotosensible de una película tiene capas que otorgan profundidad y textura a la imagen, dando el efecto visual de tridimensionalidad, frente a la sensación muchas veces de imagen plana que dan los sensores digitales”.

Ostrowski también piensa que al cine químico le queda mucha vida por delante: “la película cinematográfica se ha utilizado de forma ininterrumpida desde los orígenes del medio y está intrínsecamente ligada a éste. El lanzamiento de una nueva cámara Super 8 por Kodak es una excelente noticia y ciertamente va a contribuir a un renacimiento de este formato mítico que cuenta ya con más de 50 años de historia. Ahora hacen falta en el mercado nuevos proyectores y película reversible en color apta para su proyección. Así se cerraría el círculo y se permitiría que las personas puedan controlar todo el proceso: desde la toma de las imágenes hasta su revelado, edición y proyección final sobre una pantalla”.

Más que un juguete para nostálgicos

La cámara a la que se refiere este cineasta fue presentada hace unas semanas en la feria de tecnología CES. Aunque algunos consideran un sinsentido este producto, lo cierto es que esta cámara lejos de ser un caro juguete melancólico puede ofrecer cualidades interesantes para las nuevas generaciones de cineastas que quieren descubrir el celuloide.

Entre sus características está que equipa una pantalla digital capaz de mostrar lo que estamos rodando en película. Además se incluye la opción de grabar audio digital para acompañar al metraje. Por otra parte Kodak con el revelado de cada cartucho de super 8 permitirá descargar de internet el metraje digitalizado para facilitar el montaje.

Es innegable que el cine digital ha evolucionado enormemente en los últimos años. Hoy ya es posible obtener resultados con una estética prácticamente idéntica a la del celuloide, sobre todo gracias al software de tratamiento del color. En este vídeo puede verse un buen ejemplo de los avances en este sentido.

El azar, un factor imposible de imitar

Un factor tan misterioso como el azar parece ser el ingrediente secreto de los rollos de celuloide que el cine digital no logra imitar. Las imágenes digitales se obtienen a partir del patrón geométrico de los fotodiodos del sensor de la cámara, mientras que en la fotografía química las imágenes se logran a partir de haluros de plata dispuestos azarosamente sobre gelatina. Por eso es imposible que dos imágenes fotoquímicas sean completamente idénticas. Algo que tiene más importancia de lo que parece en nuestra percepción de una imagen.

Fuji emplea en los sensores de las cámaras de su serie X una tecnología que intenta imitar la disposición azarosa de la película química. Los sensores X-Trans utilizan fotodiodos dispuestos con un mayor grado de aleatoriedad que el de un sensor de imagen estándar. La propia empresa reconoce que con ello intenta imitar las cualidades de la película fotográfica.

Mark John Ostrowski explica que “la disposición, tamaño y número de los haluros permite plasmar las imágenes con una naturalidad y correspondencia perfectas. El ojo humano, a fin de cuentas, ve de forma analógica”. Aunque todo esto puede parecer una elucubración teórica sin demasiada importancia, contra todo pronóstico la película instantánea de las cámaras Instax de Fuji ha sido uno de los productos más vendidos en Amazon durante las últimas navidades. Inexplicable.

El despertar de la fuerza o Los odiosos ocho son algunas de las películas rodadas en celuloide, que casi nadie verá en su formato original, pues apenas quedan cines en los que se puedan seguir proyectando películas en ese soporte. Casi todos cuentan ya con proyectores digitales. A pesar de ello hay buenas razones para que Hollywood haya salvado in extremis la producción de película cinematográfica.

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