Hielo y fuego: las causas del tercer fracaso de SpaceX al aterrizar en el mar

A la tercera tampoco fue la vencida. SpaceX intentó aterrizar anoche un Falcon 9 en su plataforma en el mar pero volvió a fracasar en el intento. Esta vez la maniobra fue impecable. Tal y como sucedió en las últimas semanas de 2015, cuando la firma posó un cohete en Cabo Cañaveral, la primera etapa del vehículo llegó hasta la barcaza con suavidad. Pero, unos segundos después, una de las patas cedió y dio al traste con los planes de Elon Musk de encender un segundo puro para celebrar el nuevo éxito de su juguete favorito.

Como ha sido habitual en cada lanzamiento, ha sido Elon Musk el primero en ofrecer información de primera mano sobre la maniobra. El CEO de la firma ha colgado en las redes sociales fotos del Falcon 9 en la barcaza y hasta un vídeo del momento del aterrizaje en el que se puede apreciar que la maniobra se llevó a cabo a la perfección. Fue un problema en el chasis del vehículo el que ocasionó la explosión.

Musk ha explicado en Instagram que una de las cuatro patas del tren de aterrizaje no fue capaz de mantener la posición de bloqueo al tocar tierra, lo que provocó que la primera etapa del Falcon 9 se inclinara hasta tocar tierra y explotar.

La causa del mal funcionamiento de esa pata en concreto apunta a las condiciones meteorológicas en el momento del lanzamiento. Un manto de niebla rodeó la base de Vandenberg, en California, durante las horas previas al despegue. Esa niebla podría haber causado una placa de hielo que sería la responsable de que la pata se doblara al aterrizar.

El de ayer fue el último vuelo de la penúltima configuración del Falcon 9. La nueva, la misma que sí logró aterrizar en Cabo Cañaveral a finales de 2015, será la que ponga en órbita satélites y naves de carga a partir de ahora. SpaceX continuará aterrizando en el mar, una maniobra necesaria en función del tipo de misión que se lleva a cabo, y que obligará a utilizar esta modalidad para cohetes que viajen a gran velocidad. Un aterrizaje que, en palabras de Musk, "es mucho más difícil en una nave".