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Schakleton, el explorador que llegó a la Antártida con un agujero en el corazón
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el explorador sufría una cardiopatía

Schakleton, el explorador que llegó a la Antártida con un agujero en el corazón

Se cumple un siglo desde que el aventurero quedara atrapado durante uno de sus viajes. Una investigación asegura que sufría una enfermedad congénita que no le impidió hacer historia

Foto: Ernest Shackleton junto al 'Endurance', que quedó encallado y naufragó en la costa antártida
Ernest Shackleton junto al 'Endurance', que quedó encallado y naufragó en la costa antártida

Hace un siglo, por estas fechas, el exploradorErnest Shackleton se encontrabaatrapado en la Antártida tras el hundimiento de su barco. Desde octubre de 1915 a abril de 1916, el anglo-irlandés sobrevivió junto a sus hombres, sin apenas recursos, a temperaturas extremas. Era su tercera expedición, la Endurance. Cien años después un nuevo estudio ha determinado que el marino tenía una enfermedad cardíaca. Ni siquiera un agujero en el corazón disminuyó sus ansias de aventura.

Shackleton no desfalleció en esa ocasión, pero son bien conocidos los ataques que sufría y que le hacían perderlas fuerzas durante minutos, horas o incluso días para luego recuperarseespontáneamente. Durante la célebre expedición Discovery de 1901, Scott tuvo que mandar a su compañero de vuelta a casa en barco después de que el médico de a bordo lo reconociera sin resultados satisfactorios.

El explorador sufría una cardiopatía denominada comunicacion interauricular, en la que el tabique que separa las aurículas presenta un agujero

Hoy por fin conocemos al culpable de los ataques de Shackleton: una cardiopatía congénita denominada comunicacion interauricular, en la que el tabique que separa las aurículas del corazón presenta un agujero. Esto impide la correcta circulación sanguínea, hasta el punto de que la aurícula derecha se sobrecarga, dañando este órgano y los pulmones. El diagnóstico se ha publicado, un siglo más tarde, en la revista Journal of the Royal Society of Medicine.

“Las pruebas están en los diarios de Eric Marshall, el oficial médico de la segunda expedición de Shackleton que tuvo lugar en 1908”, asegura a Teknautas el anestesista jubilado y coautor del estudio Ian Calder. Para obtener la información necesaria, el investigador tuvo que rebuscar entre los archivos del Instituto Scott de Investigación Polar en Cambridge hasta reconstruir el historial del explorador.

Podría parecer imposible determinarla enfermedad de un paciente ya ha fallecido sinllevar a cabo unaautopsia. Calder asegura que los médicosestán entrenados para hacer diagnósticos basándose en el historial sanitario, aunque añade que hoy las dudas quedarían disipadas con un electrocardiograma, algo imposible por aquel entonces.

El diagnóstico con un siglo de retraso ha sido posible gracias a que los apuntes de Marshall eran muy completos. El médico narra cómo Shackleton, que en 1908 tenía 34 años, "se sintió indispuesto" tras tirar de una cuerda. Tras mucho insistir, el doctor logró reconocer a su paciente: "Escuché un murmullo sistólico pulmonar", escribía.

Shackleton sufría ataques que le hacían perder las fuerzas durante minutos, horas o incluso días para luego recuperarse espontáneamente

Más adelante Shackleton "colapsaba" tras la cena. Marshall relata en su diario: "Está muy indispuesto y su pulso es irregular, en torno a 120". En pocos días, como siempre, el explorador se recuperaba y volvía con fuerzas superiores incluso a las del resto del grupo. Días después de estos sucesos, el aventurero logró completar un viaje de 50 kilómetros. Los apuntes médicos también hablan de cambios de color y del rechazo del paciente a todo tipo de auscultación.

Esta anécdota resume el papel de Shackleton durante sus aventuras, en las que se combinaban episodios de 'indisposición' con momentos de gran arrojo. Los síntomas que han pasado a la posteridad gracias al doctor Eric permiten concluir a los autores que el marino padecía de un agujero en el corazón. "Todo apunta a episodios de disritmia paroxismal y a una afección cardíaca subyacente", aseguran los investigadores.

Shackleton lo sabía

La hipótesis de la cardiopatía se ve reforzada, según Calder, por el hecho de que Shackleton evitara los exámenes médicos que podrían haberle impedido viajar a la Antártida. Esto indica que el explorador sabía que algo le sucedía perotemía que le prohibieran cualquier expedición.

El corazón de Shackleton resistió las aventuras durante 47 años hasta que, al principio de su cuarta expedición, un infarto terminó con su vida

La comunicación interauricular es un problema de nacimiento que hoy se corrige con relativa facilidad. Calder comenta que la enfermedad puede ser grave según el tamaño del defectoy de la frecuencia con la que el paciente fuerce su corazón. "Algunos pacientes pueden llevar una vida relativamente normal y hasta realizar esfuerzos como los de Shackleton". Este, a pesar de ser un fumador compulsivoy de sus problemas cardíacos, participó en tres expediciones al Polo Sur.

El corazón de Shackleton resistió las aventuras por la Antártida durante 47 años hasta que, al principio de su cuarta expedición, un infarto terminó prematuramente con su vida. Su nombre ha pasado a la historia junto al de Scott y Amundsen, pero gracias al diagnóstico tardío hoy sabemos que su mérito fue incluso mayor.

Hace un siglo, por estas fechas, el exploradorErnest Shackleton se encontrabaatrapado en la Antártida tras el hundimiento de su barco. Desde octubre de 1915 a abril de 1916, el anglo-irlandés sobrevivió junto a sus hombres, sin apenas recursos, a temperaturas extremas. Era su tercera expedición, la Endurance. Cien años después un nuevo estudio ha determinado que el marino tenía una enfermedad cardíaca. Ni siquiera un agujero en el corazón disminuyó sus ansias de aventura.

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