Es noticia
El paradójico negocio de llevar internet a los lugares donde no sale rentable
  1. Tecnología
Europa exige banda ancha para todos en 2020

El paradójico negocio de llevar internet a los lugares donde no sale rentable

Algunas operadoras apuestan porque la conexión llegue a zonas aisladas a través de satélite, WiMAX o 4G en casa. Guifi.net ha creado una red comunitaria y abierta para esas poblaciones

Foto:

Si la conexión a la red del ordenador con el que estás leyendo estas palabras fuera demasiado lenta de repente, te desesperarías. A no ser que vivas en la España desconectada, probablemente ignores que siguen existiendo zonas rurales o aisladas con serias dificultades para acceder a internet a una velocidad decente.

Aunque la Unión Europea ha marcado como ambicioso objetivo para 2020 que todos los ciudadanos europeos disfrutemos de una cobertura de banda ancha de más de 30 Mbps, en España aún estamos lejos de alcanzar esa meta.

Sólo el 65,1% de los ciudadanos españoles disfruta de cobertura de redes fijas a partir de los 30 megas

Los últimos datos del Ministerio de Industria reflejan que el 95,6% de los hogares españoles dispone de una cobertura de banda ancha a más de dos megas (Telefónica, como prestadora del servicio universal, ha de garantizar el acceso a 1 mega a un "precio asequible"), aunque sólo el 65,1% disfruta de cobertura de redes fijas a partir de los 30 megas.

La fibra óptica llega por el momento al 52,77% del territorio. Según destaca la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), el mayor despliegue de accesos FTTH (fibra óptica hasta el hogar) ha tenido lugar en Madrid, Barcelona y los municipios de entre medio millón y un millón de habitantes (un 43,8 % del total). En los municipios de menos de 10.000 habitantes, la presencia de estas redes de nueva generación es todavía escasa.

Mientras Telefónica, Orange o Vodafone juegan en la liga de la fibra óptica, en los últimos años han aparecido operadoras dispuestas a conquistar el trozo del pastel menos rentable: el de las zonas rurales. Quantis, una de ellas, calcula que medio millón de personas sigue teniendo problemas para acceder a internet en España, una cifra que Eurona Wireless Telecom eleva hasta los dos millones y medio.

"A Telefónica le quita la presión de tener que cubrir esos territorios y para Eurona es un mercado lo suficientemente grande como para dar ese acceso", explica Jaume Sanpera, el presidente de Eurona. "Los grandes operadores se mueven en los millones de clientes, nosotros nos movemos en los cientos y en los miles. Para mí, conseguir 500 clientes en un entorno rural es importante", señala por su parte Aquilino Antuña, el director general de Quantis.

Combatiendo la desconexión con 4G en casa

Allí donde no llegan el cable ni la fibra, la tecnología WiMAX, que permite la comunicación inalámbrica por ondas electromagnéticas, ha sido tradicionalmente la alternativa en las zonas rurales, si bien la orografía del terreno o la distancia a la antena afectan negativamente a su rendimiento. En España, hay 67.648 accesos WiMAX activos, ofrecidos prácticamente en su totalidad por pequeñas operadoras.

Sin embargo, la llegada del 4G de acceso fijo ha supuesto una alternativa al WiMAX. "Va a permitir llevar 30 megas a una población densa y con la tecnología actual podemos llegar hasta los 100 o 200", defiende Sanpera.

Vodafone, Orange y Amena han lanzado en los últimos meses sus ofertas de 4G en casa, con velocidades superiores a algunas de ADSL. Sin embargo, los límites de descarga y los problemas de cobertura (según el Ministerio de Industria, el 4G llega al 76% de la población, aunque el porcentaje desciende considerablemente a medida que disminuye el tamaño del municipio), son algunas de sus desventajas.

Frente a los gigantes, Eurona planea que el 4G llegue a pequeñas y medianas poblaciones, incluidas medio millar de localidades en situación de brecha digital, tratando de diferenciarse de otras ofertas al no imponer un límite de descargas.

Teniendo en cuenta que la distancia del domicilio a la central es un factor determinante para la velocidad del ADSL, ofrecer el 4G en casa en esas localidades ha sido una buena idea. Eurona, que cotiza en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB), cuenta con 10.000 clientes en este área y espera que asciendan a 100.000 a lo largo de este año. En el primer semestre de 2015, su cifra de ingresos ascendió a 10,4 millones de euros, un 74% más que en el mismo periodo de 2014.

Las redes WiMAX y el 4G en casa se han erigido como una alternativa en aquellas poblaciones donde las conexiones son deficientes

Una estrategia similar ha seguido Excom, una operadora que también ha apostado por el WiMAX y el 4G en casa principalmente. Luis Abenza, CEO de la firma, ofrecía un servicio de consultoría en telecomunicaciones y decidió que la compañía pasara a ser una operadora al percatarse de los problemas que sufrían aquellas empresas alejadas de los núcleos de población para conectarse a internet de banda ancha.

"Nos enfocamos en el mercado no urbano. Un núcleo de población no nos interesa porque es más rentable desplegar fibra, pero sí los anillos que quedan fuera: polígonos industriales o urbanizaciones con viviendas unifamiliares o fincas más grandes", explica Abenza. Con la filosofía de aprovecharse de esos agujeros de conexión, han logrado extenderse a municipios de Lleida, Valencia, Alicante, Granada, Córdoba, Sevilla, Salamanca, Madrid o el archipiélago canario (acaban de comprar el operador Internet Canarias) y conquistar a 5.000 clientes.

Internet desde el cielo donde no llega nadie

El 4G en casa requiere cercanía a la estación base, por lo que operadoras como Eurona consideran que no tiene sentido desde el punto de vista económico llevar esta tecnología a las zonas más aisladas o a los municipios más pequeños. En esos casos, el satélite, capaz de cubrir el 100% del territorio, es la mejor opción.

"Seguimos pensando que hay un mercado para el satélite que es el más alejad:, las casas más aisladas o las poblaciones más pequeñas", sostiene Sanpera, que considera que entre 250.000 y 500.000 personas seguirán dependiendo del satélite en los próximos años. La propia Eurona cuenta actualmente con 14.000 clientes en este área.

En general, las ofertas de internet por satélite son más caras, no incluyen servicios ilimitados y sus velocidades de navegación no pueden competir con la fibra. Además, el satélite está tan lejos de la tierra que la latencia puede traer problemas para los usuarios de videojuegos online o videoconferencias.

Quantis se ha centrado exclusivamente en esta tecnología y ofrece la opción de navegar a velocidades de hasta 22 megas. "Está previsto que suba a 50 megas o 100 megas en los próximos tres o cuatro años y esto hace que [el satélite] sea una solución real y muy interesante. No tiene sentido llegar con una inversión de millones de euros a un pueblo de España que tiene 50 o 100 habitantes", señala Aquilino Antuña, el director general de Quantis.

Antuña cree que la fibra óptica llegará a pueblos de 10.000 habitantes, pero no a los municipios más pequeños, a los que tengan baja densidad de población o a las explotaciones ganaderas, casas rurales y campings situados en lugares remotos.

El director general de Quantis también admite que muchos ciudadanos ignoran que pueden conectarse a internet vía satélite instalando una antena en su hogar, por lo que en la mayoría de ocasiones se tienen que dirigir a las asociaciones de esas localidades para darse a conocer. Así han conseguido atraer a sus más de 10.000 clientes.

Si el mercado tiene un tope, nos vamos a otros

Telefónica planeaba llevar la fibra óptica al 97% de los hogares en 2020 para llegar a localidades de hasta 500 habitantes, aunque ha anunciado que "revisará sus planes de despliegue" tras la aprobación de un proyecto de la CNMC, al que la Comisión Europea ya ha dado el visto bueno, que la obligará a abrir su red de fibra a sus competidores en toda España excepto en 34 municipios. Si la fibra óptica llega a casi todas partes, ¿se verán perjudicados estos operadores alternativos?

"A largo plazo, van a quedar entre medio millón y un millón de hogares sin cobertura. Si cogemos la banda baja, que es de medio millón de hogares, estamos hablando de un mercado de entre 250 y 500 millones de euros. Es un techo muy bajo para Telefónica pero muy alto para nosotros", asegura el presidente de Eurona.

A largo plazo, va a quedar medio millón de hogares sin cobertura. Estamos hablando de un mercado de entre 250 y 500 millones de euros

"Las áreas que cubrimos podrían tener fibra óptica, pero no es nuestro target principal. Hasta que no las monten, tendremos clientes", defiende Luis Abenza, CEO de Excom. Debido a ello, los planes de expansión de estas operadoras pasan por replicar su modelo de negocio en otros países.

Eurona quiere llevar 4G en casa a la República Dominicana y Colombia. Excom, con una facturación más modesta (las previsiones de ingresos de cierre de 2015 eran de tres millones de euros), también ha seguido un proceso de internacionalización: ya presta sus servicios en México y planea extenderse en zonas del Caribe o Sudamérica.

Por su parte, Aquilino Antuña es consciente de que el crecimiento del mercado de internet a través de satélite es limitado en la Unión Europea, especialmente teniendo en cuenta los objetivos de Bruselas para 2020. Quantis compró el año pasado el operador por satélite marroquí Nortis y ha abierto una delegación en Costa de Marfil. De hecho, el 40% de su facturación en 2014 (11,2 millones de euros) provino ya de sus negocios fuera de España.

Fibra en zonas rurales gracias a una red de todos

En lugar de montar una operadora convencional, a Ramón Roca se le ocurrió una idea diferente hace once años. No tenía acceso a internet en su masía de la localidad catalana de Gurb, a 75 kilómetros de Barcelona, y se dio cuenta de que había muchas otros vecinos con los mismos problemas de conexión. Así nació Guifi.net, una red de telecomunicaciones abierta, libre y neutral en la que cada usuario extiende la red y obtiene conectividad a cambio.

Los usuarios pueden colaborar cediendo un espacio en el que poner una antena, un supernodo que emite una señal, un repetidor wifi o una canalización por donde pase la fibra óptica. Por ejemplo, un vecino puede compartir su wifi con otro, que sólo tiene que instalar una antena en su domicilio, y ambos pueden pagar a medias los costes de la conexión. "Lo que nosotros creamos es un modelo de economía colaborativa basada en el commons [el procomún]", detalla Roca. A su juicio, Guifi.net es el Uber o el Airbnb de las telecomunicaciones.

Al tratarse de una red colaborativa, particulares, voluntarios, empresas y ayuntamientos pueden contribuir a crearla. Como la infraestructura es un bien común, la Fundación Guifi.net, operador y organización sin ánimo de lucro al mismo tiempo, se encarga de garantizar que los operadores que prestan sus servicios con esta red no la controlen ni especulen con ella y supervisa que ofrezcan un buen servicio al usuario. Con este modelo, han crecido en Cataluña y la costa valenciana, además de en Asturias, País Vasco o Galicia. Ya hay más de 30.000 nodos activos.

Roca, presidente de la Fundación Guifi.net, asegura que es "absoluta y radicalmente falso" que la fibra óptica no sea rentable en las zonas rurales. Ellos tratan de demostrarlo con su ejemplo: conectar a un usuario que vive en un municipio rural es caro, pero persuadir al pueblo entero para que sufrague la infraestructura abarata los costes.

Los usuarios pagan el despliegue de fibra y los operadores les ofrecen navegación a 1.000 megas por precios asequibles

Así, los usuarios pagan el despliegue de fibra y los operadores les ofrecen navegación a 1.000 megas por precios asequibles. "En zonas rurales esto gusta mucho, porque además la gente entiende muy bien lo del procomún", defiende Roca.

Gracias a ese modelo de negocio alternativo, Guifi.net ha sido premiada en la categoría de modelos innovadores de financiación, negocio e inversión de los Premios Europeos de Banda Ancha concedidos por la Comisión Europea. Eso sí, Roca reconoce que hay que ser "muy militante" para apostar por la creación de una infraestructura de telecomunicaciones basada en el procomún en las grandes ciudades, que ya disponen de conexión a alta velocidad.

Si las grandes operadoras ya prestan el servicio, es más difícil convencer a esos ciudadanos de las bondades de que la red sea de todos. Por eso, su proyecto ha triunfado especialmente en aquellas zonas en las que navegar por internet era una odisea.

Si la conexión a la red del ordenador con el que estás leyendo estas palabras fuera demasiado lenta de repente, te desesperarías. A no ser que vivas en la España desconectada, probablemente ignores que siguen existiendo zonas rurales o aisladas con serias dificultades para acceder a internet a una velocidad decente.

El redactor recomienda