Es noticia
Física y aceleración: así es el preciso mecanismo que usa tu perro para beber
  1. Tecnología
según un estudio publicado en 'pnas'

Física y aceleración: así es el preciso mecanismo que usa tu perro para beber

Nuestras mascotas no tienen ni idea de mecánica ni de conceptos como la aceleración. A pesar de eso, la utilizan cada día para saciar su sed... y en ocasiones salpicar los alrededores del cuenco

Foto: Perro bebiendo. (Sunny Jung)
Perro bebiendo. (Sunny Jung)

Observar cómo nuestra mascota bebe agua es todo un espectáculo. Los perros tienden a salpicar por doquier. Los gatos, por el contrario, suelen mostrar más elegancia. En ambos casos, una mecánica física se oculta bajo de esos comportamientos. Ahora, un equipo de investigadores estadounidense ha estudiado las bases científicas de la ingesta de líquido.

"La lengua de los perros impacta la superficie del agua, se introduce bajo ella y luego se eleva con aceleraciones rápidas", explica a Teknautas el investigador del Instituto Politécnico y Universidad Estatal de Virginia y coautor del estudio publicado hoy en la revista PNAS, Sunny Jung. Estas aceleraciones son de entre una y cuatro veces la gravedad terrestre, por lo que el mecanismo es imposible de comprender a simple vista.

Los canes beben mediante aceleraciones rápidas de la lengua, mientras que los felinos emplean aceleraciones lentas

Para los ojos humanos, un perro bebiendo agua parece una máquina aleatoria de salpicar. Pero Jung ha descubierto que, a cámara lenta, se aprecian una serie de movimientos a gran velocidad y sincronizados con mucha precisión. Las conclusiones del estudio fueron posibles gracias a 19 canes voluntarios, que fueron grabados mientras saciaban su sed. "Queríamos contestar una pregunta muy simple: ¿cuál es la base física del transporte de líquido hasta la boca?", explica el ingeniero.

Como perros y gatos

Jung comparó sus datos con otro animal cuya forma de beber también ha sido muy estudiada por la ciencia: el gato. Las bocas felinas son similares a las de los canes y el mecanismo para ingenir líquido es parecido, aunque con importantes diferencias. "Los gatos utilizan la inercia de manera constante, en forma de pequeñas aceleraciones, para beber venciendo la gravedad".

El investigador comenta que al comienzo del estudio pensaron que gatos y perros bebían de la misma forma, por lo que les sorprendió descubrir que no es así. Ambas especies mueven la lengua demasiado rápido para que podamos ver el proceso a simple vista, pero los canes aceleran este músculo todavía más rápido que sus pequeños compañeros.

Los perros introducen la lengua bajo la superficie del agua y la curvan por debajo de la mandíbula, para luego subirla con gran rapidez. De esta forma se crea una columna de agua que se eleva hasta sus bocas. Por último, estas mascotas muerden el agua para beber, y repiten el proceso. Todo termina en una fracción de segundo. Además, doblan sus lenguas en forma de cuchara para facilitar la ingesta.

Los gatos lo hacen con mucha más elegancia: tocan delicadamente la superficie del agua sin introducir el órgano por completo. Así forman una columna similar a la de los perros. "Los canes beben mediante aceleraciones rápidas de la lengua, mientras que los felinos emplean aceleraciones lentas", aclara Jung.

El investigador concluye que no existe una opción más eficiente que la otra, y que ambas resultan óptimas para las características de cada animal. Son dos soluciones igualmente válidas para un mismo problema: la ausencia de manos.Eso sí, como efecto secundario de que los perros introduzcan la lengua por completo bajo el agua y con mayor aceleración, nuestros amigos salpican mucho más que los felinos.

Observar cómo nuestra mascota bebe agua es todo un espectáculo. Los perros tienden a salpicar por doquier. Los gatos, por el contrario, suelen mostrar más elegancia. En ambos casos, una mecánica física se oculta bajo de esos comportamientos. Ahora, un equipo de investigadores estadounidense ha estudiado las bases científicas de la ingesta de líquido.

Física
El redactor recomienda