¿Quieres romper con tu pareja y no sabes cómo? Esta 'startup' lo hace por ti

¿Eres una de esas personas a las que les cuesta un mundo romper con su pareja? Internet, cómo no, tiene la solución para que pases por ese mal trago de la mejor manera posible y sin abrir la boca. Ni siquiera tendrás que mandar un whatsapp con una cara triste. Nada. Cero.

The Break Up Shop tiene la solución para ese mal trago que, en algunas ocasiones, se limita a poner punto y final a un rollo que ha durado cuestión de semanas. "Todos tenemos derecho a estar solteros", reza la web en su página oficial. Una web en la que se pueden comprar diferentes servicios para acabar con una relación: desde un mensaje de texto hasta una llamada personalizada en la que un operador explica los motivos de la ruptura.

Disponible por el momento en Estados Unidos, o para parejas que se comunican en inglés, esta startup canadiense tiene en su catálogo diferentes tipos de rupturas. Por 10 dólares, el usuario envía un sms con los motivos de la ruptura mientras que los tratamientos con mayor grado de personalización son más caros. Una carta asciende a 20 dólares —si es personalizada, cuesta 30— mientras que una llamada se va a los 29 dólares.

Un mensaje para romper cuesta diez dólares. Una carta, 20, y una llamada, 29

The Break Up Shop no es un simple mensajero. La página ofrece diferentes obsequios que regalar a los abandonados para aliviar el sentimiento de culpabilidad por no haber dado la cara,. Por 48 dólares se puede añadir un ramo de flores al sms que anuncia la ruptura aunque la sección de la web dedicada a los regalos va de las extravagancias —una postal aromatizada y estampada con el emoji de la caca sonriente— a obsequios más tradicionales como una copia de El Diario de Noa en Blu-ray.

"Dejarlo todo cerrado es lo menos que puedes hacer al abandonar a una persona", explicaba Evan, uno de los creadores de la web, al presentar su proyecto. Fundada a principios de noviembre por dos hermanos canadienses, Evan y McKenzie, la idea surgió después de que el segundo intuyera que la chica con la que había salido en contadas ocasiones no quería saber nada de él. McKenzie se olió la tostada cuando ella comenzó a ignorarle de manera sistemática.

Todo lo que la web pide para poner en marcha el proceso son una serie de datos: si se quiere un mensaje estándar o personalizado, los nombres de las dos personas, un contacto de la persona que va a recibir la mala noticia y si existe alguna franja horaria en la que enviar dicha comunicación. Para las rupturas telefónicas, la página pide a los usuarios que dejen un máximo de tres días para poner en marcha el proceso aunque se puede pagar un extra para acelerar la gestión.

La web ofrece regalos para consolar a la persona que sufre la ruptura: de postales con emojis hasta una copia de El Diario de Noa

La idea de The Break Up Shop no es nueva. El pasado verano, una app similar apareció en las tiendas digitales de Apple y Google para facilitar el proceso de ruptura. Binder, una aplicación que guardaba una cierta similaridad con Tinder, pedía al usuario que incluyera los datos de ese antiguo ser querido para contactar con él y comunicarle la noticia.

Pero Binder ya no se encuentra disponible ya que sus creadores han decidido poner fin a su funesta finalidad. La función de la app no era otra que publicitar una cerveza, la escocesa Tennent's Lager.

La burbuja de las coartadas todavía sobrevive

En los últimos años de la pasada década, la red vivió un singular fenómeno protagonizado por un buen número de páginas que ofrecían un servicio muy concreto a los infieles. Las páginas de coartadas, un paso previo a lo que hoy ofrece The Break Up Shop, ofertaban servicios variopintos para ocultar un affaire, desde la creación de eventos ficticios hasta tarjetas de embarque que justificaban una ausencia en fin de semana para escapar de la rutina familiar.

Esa burbuja pinchó con los años, y la crisis, aunque todavía perviven algunos casos puntuales. Creada en 2005, la francesa Mon Alibi asegura haber servido a 2.000 clientes a lo largo de los últimos diez años gracias a servicios ficticios orquestados de la mano de los clientes.

Una invitación falsa para unas jornadas de formación cuesta 39 euros mientras que los extras para esa coartada, como una cena, suman otros 39 euros

Una invitación falsa para unas jornadas de formación cuesta 39 euros mientras que los diferentes extras que se suman a esa coartada suman otros 39 euros. El responsable de la web, que no quiere revelar dar su nombre real, ha explicado que su compañía puede crear una invitación falsa para una cena en la localidad en la que supuestamente está el infiel. Los servicios también cubren la invención de situaciones que ayuden a sus clientes a esconder sus romances fuera del matrimonio.

Excusas amorosas y falsas referencias laborales

"El engaño es la forma de arte más necesaria". La sentencia, que preside la web de Paladin Deception Services, está atribuida a Sófocles y lleva la mentira no sólo al ambito amoroso sino también al laboral ya que esta empresa, creada en 2009 por el investigador privado Tim Green, ofrece buenas referencias laborales si el cliente se encuentra en una búsqueda activa de trabajo y necesita sortear, de alguna manera, una mala experiencia pasada. "Una mancha en tu historial laboral o una referencia negativa pueden limitar el acceso a un trabajo para el que estás más que cualificado", reza la agencia en su web.

En sus condiciones, Paladin Deception Services deja claro que nunca suplanta identidades de fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, funcionarios públicos, banqueros o profesionales de la sanidad. Pero las opciones son prácticamente ilimitadas: "Nos hemos hecho pasar por familiares, curas, directores de pornografía, investigadores privados, directores de funerarias, mecánicos o productores de realities", explica Samantha, empleada de la firma.

La capacidad de improvisar y de crear excusas creíbles es una de las bases sobre las que se asienta un negocio de estas características. "Una de mis coartadas favoritas tuvo lugar cuando uno de nuestros agentes se hizo pasar por el supervisor de una compañía de limpieza a domicilio. Llamó a la esposa de nuestro cliente para indicarle que la ropa interior femenina que se había encontrado en el baño de casa era de la limpiadora, que se la había olvidado después de cambiarse en el hogar", indica la empleada de la agencia.

Las empresas de coartadas o las startups que acaban con relaciones a golpe de click son la extensión digital de una costumbre que, en el mundo real, tiene su cara más visible en los hoteles por horas. The Break Up Shop tiene claro que su trabajo es eliminar toda incomodidad que pueda sufrir uno de sus clientes para que hagan aquello que más les gusta, ligar. "Deja que nos encargemos del trabajo sucio mientras continúas buscando en Tinder", reza su web.