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La policía detiene el coche autónomo de Google por ir demasiado despacio
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cazado por un fotógrafo

La policía detiene el coche autónomo de Google por ir demasiado despacio

Los vehículos sin conductor de la empresa han recorrido dos millones de kilómetros sin incidentes reseñables. Ahora, las velocidades conservadoras del proyecto han llamado la atención de un agente

Foto: El vehículo de Google, 'cazado' por la policía. (Zandr Milewski)
El vehículo de Google, 'cazado' por la policía. (Zandr Milewski)

Los policías están acostumbrados a ver de todo, pero sólo podemos imaginar la cara de este agente al detener a un coche y comprobar que no hay nadie al volante. El culpable, Google y su vehículo autónomo. El crimen, circular demasiado despacio por la carretera.

Según explica en Facebook el testigo que inmortalizó el momento, Zandr Milewski, el departamento de Policía no considera que los vehículos eléctricos estén limitados a circular a velocidades bajas. Por este motivo, el agente detuvo el coche para hablar con su conductor. O, en este caso, con el copiloto.

Los vehículos autónomos de Google todavía están en fase de pruebas, por lo que su velocidad está limitada a los 40 km/h y son extraordinariamente cuidadosos y conservadores en su conducción. Por ejemplo, esperan unos segundos a arrancar después de que el semáforo se ponga en verde, ya que la mayoría de accidentes en las intersecciones tienen lugar en ese momento.

Google ha explicado a través de su red social los motivos de estas velocidades: "Hemos capado la velocidad por motivos de seguridad, queremos que parezcan amistosos y no que atraviesen los vecindarios a velocidades de miedo". Además, señalan que no es la primera vez que alguien les detiene por curiosidad para saber más sobre el proyecto.

En cuanto al incidente, aseguran que "después de dos millones de kilómetros recorridos, el equivalente a 90 años de conducción humana, estamos orgullosos de decir que nunca nos han multado".

Los policías están acostumbrados a ver de todo, pero sólo podemos imaginar la cara de este agente al detener a un coche y comprobar que no hay nadie al volante. El culpable, Google y su vehículo autónomo. El crimen, circular demasiado despacio por la carretera.

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