El blog más rápido de internet

Cada vez que haces clic en un enlace se repite la misma historia. En lugar de descubrir al instante lo que ofrece la página en cuestión, el internauta debe aguardar un par de segundos dramáticamente largos hasta poder ver el contenido.

Mientras este minúsculo pero molesto tiempo de espera se ha convertido en el pan nuestro de cada día en internet, aún hay quien lucha por lograr que las webs se carguen a toda velocidad. Es el caso de James Hague, autor del blog más rápido del mundo.

Dadgum Games, que así se llama la bitácora de este diseñador de videojuegos, tarda en cargar 75 milisegundos. ¿Y eso cómo es posible? “Me centré en lo que la gente hace con un blog: leerlo”, explica Hague a Teknautas.

Lo cierto es que el blog ofrece más bien poco: una forma de contactar con el propio Hague y acceso a Halcyon Days un libro publicado por él mismo en 1997 con entrevistas a programadores de videojuegos. Lo justo y necesario para que la web pese algo menos de cuatro kilobytes y su carga se produzca de forma casi instantánea al acceder.

Tarda en cargar 75 milisegundos. ¿Y eso cómo es posible? 'Me centré en lo que la gente hace con un blog: leerlo'

Hague se propuso el reto de aligerar en la medida de lo posible su blog después de que el consultor Jacques Mattheij, al que conocía desde hacía años (“ambos somos de la vieja escuela de internet y nuestras trayectorias tienen muchos puntos en común”, explica Mattheij), contara en su propio blog cómo trataba de convertirlo en una web ultrarrápida.

Despilfarrando por naturaleza

Tanto Mattheij como Hague explican que internet es, a día de hoy, un lugar lleno de páginas pesadas que tardan demasiado tiempo en cargarse. “La mayoría de los sitios tienen cosas que solo le importan al propietario o a una minoría de usuarios, como las cookies o los widgets de redes sociales”, protesta el diseñador. Teniendo en cuenta el empuje del mundo móvil, la existencia de páginas pesadas es toda una condena para las tarifas de datos de los internautas.

Un sobre de un kilo para una meter una carta de un gramo. Así son, según el consultor, las webs y blogs que cargan en los navegadores varios megabytes para plasmar en una pantalla líneas de texto que, en condiciones normales, no deberían pesar más de unos pocos kilobytes.

Más allá de la metáfora del sobre y la carta, lo cierto es que “para hacer que un equipo haga algo más rápido, tienes que hacer que trabaje menos, así que una página con un peso menor cargará más rápido”, tal y como explica Mattheij.

Sin embargo, ese no es el único factor que hace que una página web sea rápida o lenta: también influyen el servidor, el lenguaje en el que esté escrita y, lo que es más importante, la cantidad de datos que se transfieren y el número de peticiones que realiza al servidor.

Así, mientras el centenar de peticiones es ya algo bastante habitual en las páginas web, los escasos datos que se cargan desde Dadgum Games tan solo necesitan una. Este cambio, unido a un diseño sencillo y a una página estática (más ligera que una dinámica), hace del blog de Hague “el más rápido del mundo” en palabras de Mattheij.

Todo ello, recordando que hay que evitar “las cosas que se interponen en el camino de la experiencia central y no hacerlas simplemente porque los demás las estén haciendo”. No obstante, Hague reconoce que su blog podría ser aún más rápido con un servidor dedicado en exclusiva (ahora utiliza uno compartido) y que en realidad no tiene claro si es tan importante que su página sea rápida. “También es cierto que muchos sitios pesados siguen siendo bastante rápidos”, explica. “Para mí la victoria más importante es la simplicidad”.