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Horizonte 2100: ¿Cómo afectará el cambio climático al turismo en España?
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la amenaza de la subida del nivel del mar

Horizonte 2100: ¿Cómo afectará el cambio climático al turismo en España?

Investigadores advierten que en 2100 el nivel del mar en las costas españolas podría subir entre 75 y 85 centímetros. Suficiente para inundar buena parte del litoral y, de paso, tumbar el sector turístico

Foto: (Foto: Reuters)
(Foto: Reuters)

En menos de un mes los líderes políticos de 196 estados se reunirán en París para intentar detener una bomba de relojería llamada cambio climático. El objetivo es llegar a un acuerdo para evitar que la temperatura del planeta aumente 2ºC en el año 2100. Si eso ocurre las consecuencias serían catastróficas. Y no es una exageración. España es un buen ejemplo. Se la juega en un frente muy concreto, el económico. De cumplirse las peores previsiones, el cambio climático podría tumbar la industria que sostiene más del 15% del PIB de nuestro país: el turismo.

La conferencia del 30 de noviembre en París, la COP 21, será una especie de segunda y casi última oportunidad para frenar las amenazas del cambio climático. El tiempo se acaba. Tras el fracaso de la cumbre de Copenhague en 2009, si no se consigue un acuerdo ambicioso que sustituya al protocolo de Kioto (1997) y obligue a las grandes potencias a tomar medidas drásticas sobre sus emisiones, el panorama para 2100, según todas las previsiones, será desolador. Y España es uno de los países que más tiene que perder.

Hasta 85 cm de aumento del nivel del mar

"Estamos trabajando con diferentes escenarios. En el caso más favorable la temperatura global del planeta podría subir 1,7ºC a finales de siglo. En el peor de los casos aumentaría 4,8ºC. En España la clave estará además en el aumento del nivel del mar. Si todo sigue como hasta ahora, si no se toman medidas, en el año 2100 el nivel del mar en las costas españolas podría subir entre 75 y 85 centímetros. Las islas y todo el norte del país serían las zonas más afectadas, y no solo por la subida del nivel del mar, también por el descenso de la elevación del terreno debido a fenómenos de erosión. O nos adaptamos a lo que viene o el golpe va a ser muy importante", explica a 'Teknautas' Íñigo Losada, director de investigación del Instituto de Hidraúlica Ambiental de la Universidad de Cantabria.

Este catedrático participó recientemente en Madrid junto a otros especialistas en una conferencia organizada por el Instituto de la Ingeniería de España (IIE) justo sobre este tema: las amenazas del cambio climático al turismo. En el sector hay una profunda preocupación al respecto, tanto sobre el impacto del turismo en nuestro país como en la actividad de las empresas españolas operando en el extranjero. Algunas de las grandes hoteleras ya están tomando cartas en el asunto por su cuenta. Una de ellas es la cadena Meliá.

Losada investigó recientemente para una multinacional aseguradora contratada por Meliá qué podría ocurrir en 25 años con el arrecife de coral que rodea Cancún (México). La cadena cuenta con varios hoteles clave en esa zona.

"Más allá del aumento del nivel del mar y la temperatura del agua, una de las consecuencias del cambio climático es el incremento en la acidez de los océanos. El aumento de la acidez del agua está matando el coral. El problema es que un arrecife actúa de dique protector de la costa. Hemos calculado que, si no se toman mendidas, en 25 años el coral del arrecife frente a Cancún habrá desaparecido", explica Losada. Resultado: toda la zona de la costa, hoteles Meliá incluidos, acabaría inundada por el aumento del nivel del mar.

Preocupación empresarial, desidia política

Frente a la preocupación de científicos, investigadores y empresarios, sorprende la pasividad de los líderes políticos. "Me equivoqué. Es un problema grave, una prioridad aquí y ahora", reconoció Mariano Rajoy la semana pasada en una entrevista. Al presidente del Gobierno le ha llevado ocho años admitir la gravedad de la situación. En el 2007 sus declaraciones sobre el cambio climático y su primo el físico causaron estupor. "No podemos convertir [el cambio climático] en el gran problema mundial", aseguró. Ahora, a un mes de la conferencia del clima en París y a dos de las elecciones generales, Rajoy se ha visto forzado a rectificar.

El cambio climático es un desastre lento, por eso no se están tomando las medidas necesarias. Ante todo es un problema político

"El cambio climático será un enorme problema para el turismo en España, pero creo que hay un problema aún más grave: la inercia intelectual de los decisores. Hay que poner en marcha un acuerdo a nivel nacional para ordenar el terriotorio y comenzar a prever lo que está por llegar", explica a 'Teknautas' Víctor Yepes, catedrático de la Escuela Técnica Superior de Caminos, Canales y Puertos de la Universidad Politécnica de Valencia, y especialista en turismo litoral y su repercusión económica.

Yepes asegura que el impacto a finales de siglo del cambio climático en España va a ser "tremendo" si no se toman medidas, especialmente en las islas. "Allí será dramático", dice. A nivel mundial se estima que entre 1,6 y 5,3 millones de personas que viven en zonas costeras se verán forzadas a emigrar por la subida del nivel del mar. Además de un brutal cambio social, supondrá también un enorme reto económico. En España las CC.AA. litorales atraen al 90% de los turistas extranjeros y a casi el 70% de los viajes turísticos de los españoles. Pero si desaparecen playas por la subida del nivel del mar y la erosión de la costa, habrá menos turismo. Y a menos turismo, menos ingresos. ¿Adiós al "motor económico" español?

"El turismo no va a desaparecer pero, ¿cuánto va a costar llevar la línea de litoral hacia atrás decenas de metros? ¿Por qué se siguen llevando a cabo políticas de levantar infraestructuras cercanas a la costa?", se pregunta Yepes. Este ingeniero aporta un dato teórico para hacernos una idea de lo que se le viene encima al sector turístico español. "Es posible calcular el valor de una playa para la economía. Si dividimos el PIB regional entre la superficie de una zona en metros cuadrados (m2), tenemos que, por ejemplo, la productividad de toda la Comunidad Valenciana es de 3 euros por m2. La productividad de las playas de la Comunidad Valenciana es de 700 €/m2. En Benidorm es de 12.000 €/m2". En otras palabras, está en juego buena parte del 15% de nuestro PIB.

Regeneración de playas y ordenación del territorio

La respuesta del Gobierno a la amenza del cambio climático para el sector turístico español, según los especialistas consultados, llega tarde y es insuficiente. El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente presentó el pasado marzo el Plan de Impulso al Medio Ambiente para la Adaptación al Cambio Climático (PIMA Adapta), que prevé la inversión de 12,1 millones de euros en 46 actuaciones en las costas y Parques Nacionales. Se trabaja también en una estrategia para la adaptación de las costas de cara al 2030, pero está todavía en fase preliminar y sin ninguna garantía de aprobación.

Ya no sé si vamos a llegar a tiempo, pero como no se empiecen a tomar decisiones rápido las generaciones futuras lo van a tener muy complicado

"El cambio climático va a ocurrir y es muy preocupante para el turismo en España. Pero como se trata de un desastre lento no se están tomando las medidas necesarias. Ante todo es un problema político", señala Víctor Yepes a 'Teknautas'. Él aboga por una urgente ordenación del territorio en la costa y por la regeneración de las playas. "Florida invirtió 44 millones de dólares en regenerar sus playas entre el 2011 y 2013 y eso generó un aumento del PIB de 2.400 millones de dólares anuales. Parece que sale rentable, ¿no?", señala.

"Hay que comenzar a trabajar ya en reubicar las zonas más bajas de la costa, reordenar las playas encajadas que no tienen capacidad de adaptarse, poner en marcha un plan para el Delta del Ebro, los núcleos urbanos en primera línea...", enumera Íñigo Losada. Todo esto no solo no se está haciendo a día de hoy sino que tampoco existe ningún plan para llevarlo a cabo. "No sé si vamos a llegar a tiempo", dice Yepes, "pero lo que tengo claro es que como no se empiecen a tomar decisiones rápido no vamos a superar ni este problema ni el siguiente. Las generaciones futuras lo van a tener muy complicado".

En menos de un mes los líderes políticos de 196 estados se reunirán en París para intentar detener una bomba de relojería llamada cambio climático. El objetivo es llegar a un acuerdo para evitar que la temperatura del planeta aumente 2ºC en el año 2100. Si eso ocurre las consecuencias serían catastróficas. Y no es una exageración. España es un buen ejemplo. Se la juega en un frente muy concreto, el económico. De cumplirse las peores previsiones, el cambio climático podría tumbar la industria que sostiene más del 15% del PIB de nuestro país: el turismo.

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