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Los agentes de tráfico en tiempos del coche autónomo de Google
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¿cómo detener a un coche que no ve ni oye?

Los agentes de tráfico en tiempos del coche autónomo de Google

¿Cómo obedecerá un vehículo sin conductor a las fuerzas del orden? Si nuestro coche va a ser inteligente, ¿podrán los agentes pararlo remotamente si lo consideran sospechoso?

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El detestado trayecto matutino de tu domicilio hasta el trabajo produce menos estrés desde que tus manos no acarician el volante. Puedes disfrutar de la velocidad contemplando tanto el asfalto como los edificios de hormigón que te rodean y ya no tienes que lanzar improperios contra los conductores despistados que te obligaban a dar un frenazo.

Tu ecuánime coche autónomo lo hace todo por ti y mejor que tú, por mucho que antes te autocalificaras como un excelente conductor.Ni siquiera se pone nervioso cuando un guardia civil le da al alto. Sabe que no se ha saltado ninguna señal ni ha excedido los límites de velocidad. Él no comete esos humanos errores.

Esta escena podría convertirse en realidad en unos años. Si en 2020 podremos desplazarnos con nuestro vehículo sin conductor, según las optimistas previsiones de Google, y si ningún mortal conducirá su coche en un futuro porque es demasiado peligroso, a juicio del CEO de Tesla, Elon Musk, ¿cómo obedecerá mi vehículo a las órdenes del agente? ¿Dispondrán las fuerzas del orden de un método para detener desde lejos a nuestro robot con ruedas aprovechándose de que es inteligente? ¿Cómo actuarán frente a los potenciales ciberatacantes?

Dar el alto a un vehículo que ni ve ni oye

Para que nuestro vehículo campe a sus anchas por las autopistas, habrá que poner toda las normas de circulación patas arriba. Alejandro Sánchez del Campo, abogado y editor del blog Replicante Legal, considera que los cambios legales se irán produciendo poco.

Al principio, el coche circulará por sí mismo en algunos tramos y se requerirá la presencia del conductor, hasta que las normas señalen que ya no es necesario cuando se cumplan ciertos criterios. Uno de ellos bien podría ser que el coche se detenga cuando así se lo indique un agente. "Seguro que se lo pondrán como condición al fabricante del coche para que no pueda venderlo sin ese requisito", pronostica este abogado experto en nuevas tecnologías.

El fabricante tendrá que incluir esa función en el diseño del propio sistema para que el coche se comunique con el agente de la misma forma que lo hará con el semáforo para saber si se pone en rojo o con el camión que tiene delante para reaccionar a sus movimientos.

El fabricante tendrá que incluir esa función en el sistema para que el coche se comunique con el agente de la misma forma que lo hará con el semáforo

José María de Fuentes, investigador del Computer Security Lab (COSEC) de la Universidad Carlos III de Madrid, cree que se podría utilizar la tecnología DSRC (comunicaciones dedicadas de corto alcance) para intercambiar esa información a un kilómetro de distancia y que el coche se detenga. "Es técnicamente posible y no sería tan raro que fuera una aplicación a medio plazo, porque al final es algo que todo el mundo entiende que es positivo", defiende.

La firma Gartner estima que, en 2020, la internet de las cosas habrá llegado a la automoción y habrá 250 millones de vehículos conectados, por lo que es posible que dentro de unos años veamos a los agentes deteniéndolos automáticamente en los arcenes.

Ahora bien, pongamos por caso que un vehículo autónomo decide, por su cuenta y riesgo, no detenerse en un control y seguir su camino. Todo parece indicar que el responsable de que el coche se dé a la fuga será el fabricante y no el dueño, que alegará (y con razón) que él no ha hecho nada. "Se pondrá una multa al fabricante que no ha cumplido su obligación de que el coche se pare, pero el coche no ha cometido ningún delito", puntualiza Sánchez del Campo.

¿Podrán parar remotamente unvehículo?

Charlie Miller y Chris Valasek, dos expertos en seguridad informática, lograron explotar una vulnerabilidad del sistema de navegación y entretenimiento Uconnect de un Jeep Cherokee hace unos meses. Demostraron que podían tomar el control de un vehículo que circulaba a 15 kilómetros de distancia: subieron el volumen de la música, encendieron el limpiaparabrisas y apagaron el motor. Un agujero de seguridad que ha obligado a Chrysler a revisar 1,4 millones de vehículos.

Teniendo en cuenta que, con toda probabilidad, la Guardia Civil podrá detener los coches a corta distancia para realizar un control rutinario, ¿será legal que la Policía los pare remotamente con un método similar al de Miller y Valasek si sospecha que el coche está relacionado con alguna actividad delictiva?

Obviamente, los agentes no se dedicarían a hackear los vehículos, sino que el propio fabricante tendría que incluir esa opción. Así, si los legisladores establecieran como obligatorio añadir ese botón rojo que permitiera detener a los vehículos sospechosos, los policías tendrían que pedir una autorización judicial y la compañía debería prestar su ayuda.

Se trataría de un caso similar a los actuales pinchazos telefónicos en los que deben colaborar las operadoras de telecomunicaciones. "Entiendo que los fabricantes van a tener que implementar un sistema que permita que, cuando haya una orden judicial, ese coche pueda ser controlado, monitorizado o frenado", explica Sánchez del Campo.

¿Estarán los fabricantes interesados en ofrecer esa posibilidad, por ejemplo, si la policía debe detener un coche que transporta droga? De Fuentes cree que es improbable, al menos de momento. Las investigaciones para mejorar la seguridad están orientadasjustamente en el sentido contrario: se pretende diseñar una superficie de aislamiento de forma que quien consiga acceder a estos vehículos (por ejemplo, a través del teléfono móvil), no pueda después tomar el control.

¿Estarán los fabricantes interesados en ofrecer esa posibilidad, por ejemplo, si la policía debe detener un coche que transporta droga?

Si la policía tuviera privilegios sobre ese hipotético botón rojo para gobernarlos a todos desde cualquier lugar, tarde o temprano los ciberdelincuentes encontrarían la forma de vulnerar ese sistema, por lo que a ninguna compañía le beneficia, en principio, dejar esa vía abierta. "Como funcionalidad avanzada no la descartaría, pero no la veo a corto plazo. Tiene muchas restricciones técnicas para asegurarse de que se utiliza por alguien autorizado", opina este investigador.

El escenario próximo que De Fuentes considera más probable es que la policía pueda interceptar las comunicaciones del vehículo para recabar datos de interés sobre sus “constantes vitales” (dónde está localizado, a qué velocidad va o cuál es su destino). "El coche deja muchas evidencias de lo que ha pasado. Si con una orden judicial accedes a eso, te podrá dar mucha información", refrenda Sánchez del Campo. Nuestro querido automóvil podría ser, dentro de unos años, nuestro potencial delator.

¿Cómo se hará frente a los ciberdelincuentes?

Valasek y Miller no son los únicos que están buscando las cosquillas a los coches inteligentes. Hasta un niño de 14 años fue capaz de hackear uno de estos vehículos para jugar a su antojo con el sistema de cierre o las luces con un sistema casero. Por su parte,el experto en seguridad Jonathan Petit ha descubierto que se puede engañar al LIDAR, el famoso sensor que lleva encima el coche autónomo de Google, utilizando un simple puntero láser.

Entonces, ¿qué pasará si un vehículo decide huir de la policía porque los criminales han logrado vulnerar ese sistema, pese a ser mucho más robusto que en la actualidad? Lamentamos comunicarte que, si el coche ha sido atacado, a la Policía de poco le serviría esa futura opción de detener los automóviles remotamente. Previsiblemente, el ciberdelincuente que toma el control decidirá cerrar todas las comunicaciones internas y los agentes no podrán hacerse con las riendas.

"Si como consecuencia de que se ha hackeado el coche hay un accidente, será otro problema. Habrá que ver si cumple las medidas de seguridad o quién es el responsable de eso", agrega Sánchez del Campo.

Todavía tendremos que esperar a ver cómo evolucionan las leyes y la tecnología de los coches autónomos para que su implantación definitiva vaya sobre ruedas. Por el momento, ya puedes imaginarte a bordo de un seguro vehículo que satisface automáticamente tus deseos y obedece los mandatos de las fuerzas del orden como buen ciudadano.

El detestado trayecto matutino de tu domicilio hasta el trabajo produce menos estrés desde que tus manos no acarician el volante. Puedes disfrutar de la velocidad contemplando tanto el asfalto como los edificios de hormigón que te rodean y ya no tienes que lanzar improperios contra los conductores despistados que te obligaban a dar un frenazo.

Guardia Civil
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