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Robin, el 'smartphone' Android con almacenamiento (casi) ilimitado
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Robin, el 'smartphone' Android con almacenamiento (casi) ilimitado

Este terminal que pretende terminar con los problemas de espacio. Es capaz de hacer una copia de seguridad inteligente de aquellos datos y aplicaciones que no utilicemos para ahorrar bytes

Foto: (Foto: Nextbit)
(Foto: Nextbit)

Los problemas de almacenamiento han llegado a los móviles. Aunque existen terminales con más de 100 GB de capacidad, son una excepción. Las cámaras cada vez mejores, la saturación de aplicaciones y las pantallas con mejor resolución también tienen efectos secundarios: fotos cada vez más grandes y un mayor número de apps cuyo tamaño no deja de aumentar. Para solucionarlo llega Robin, un móvil que sustituye la memoria física por el almacenamiento en la nube, que utiliza de forma selectiva.

Robin es la opera prima de Nextbit, una startup fundada por antiguos empleados de Google, quienes por lo tanto conocen bien las oportunidades que ofrece la nube. Este terminal quiere dar un paso más hacia el almacenamiento inteligente. No se limita a subir todas las fotos que tomemos, como ya hace Dropbox, o guardar información preseleccionada por el usuario, como también hace Drive. Este petirrojo piensa antes de actuar

“Conforme lo usas se comienza a desarrollar un modelo de usuario para adaptar el almacenamiento a tu experiencia”, asegura el exingeniero de Google y cofundador de Nextbit, Mike Chan, a MIT Technology Review. De esta forma, Robin podrá monitorizar, por ejemplo, con qué frecuencia se utiliza una aplicación y borrarla si fuera necesario. La filosofía no es otra que guardar en la nube esa mayoría de datos que menos se usan y dejar el almacenamiento físico del smartphone para esa minoría de aplicaciones que sí son necesarias.

El móvil utiliza Android, pero para conseguir este extra cuenta con un software adicional. Este permite que todas esas fotos que no necesitamos o ese juego que no hemos tocado en seis meses pasen a la nube sin tener que hacer nada. Además, una serie de luces LED nos informan de cuánto Robin está haciendo su copia de seguridad online que, a menos que el usuario cambie la configuración, sólo tendrá lugar cuando el dispositivo esté conectado por wifi.

El 'software' del móvil decide qué contenidos se guardan de forma física y cuáles son volcados a la nube para ahorrar espacio

Nextbit ha decidido tirar de Kickstarter para que Robin consiga remontar el vuelo, y parece que lo conseguirá. De los 500.000 dólares necesarios para sacar adelante a su retoño, que nacerá en 2016, la startup ya ha logrado más de la mitad.

Los primeros mecenas podrán obtener su móvil por 299 dólares, y los más tardones por 399 dólares. Todavía no se conoce el precio final con el que Robin llegará a las tiendas, aunque es de suponer que sobrepase demasiado los 400 dólares.

Este smartphone cuenta con una pantalla de 5,2 pulgadas y un procesador Snapdragon 808. La batería, de 2.680 mAh está por encima de la media y también cuenta con NFC y reconocimiento de huellas dactilares. Quizá el añadido más interesante, al menos para los amantes de la fotografía, se encuentre en su cámara de fotos, que permite disparar las fotos de 13 MP en RAW, mejorando notablemente su calidad.

Una nube limitada

La idea detrás de Robin es atrevida y no está exenta de inconvenientes. La nube tampoco es infinita: el terminal cuenta con 32GB de almacenamiento más 100GB online adicionales. Esto hace que el almacenamiento final sea de 132 GB, una cifra que apenas supera los 128 GB del modelo de iPhone 6 con más memoria.

Las ventajas de la nube son evidentes en cuanto a capacidad de almacenamiento que, en la mayoría de terminales ni siquiera se acerca a estos tamaños, pero tiene un lado oscuro. No sólo en cuanto a seguridad se refiere (todos los datos son volcados en los servidores de la empresa), sino por motivos meramente prácticos: no es lo mismo utilizar una aplicación instalada en nuestro teléfono que tener que descargarla antes de la nube, lo que según la conexión a internet puede no ser inmediato.

Los problemas de almacenamiento han llegado a los móviles. Aunque existen terminales con más de 100 GB de capacidad, son una excepción. Las cámaras cada vez mejores, la saturación de aplicaciones y las pantallas con mejor resolución también tienen efectos secundarios: fotos cada vez más grandes y un mayor número de apps cuyo tamaño no deja de aumentar. Para solucionarlo llega Robin, un móvil que sustituye la memoria física por el almacenamiento en la nube, que utiliza de forma selectiva.

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