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Mitos científicos con los que deberíamos acabar de una vez
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Mitos científicos con los que deberíamos acabar de una vez

Se han extendido por culpa del cine, el saber popular o algún tipo de malentendido. Son ideas inmersas ya en nuestra cultura que resulta sencillo escuchar. Pero son completamente erróneas

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Se han extendido por culpa del cine, el saber popular o algún tipo de malentendido. Son ideas inmersas ya en nuestra cultura que resulta sencillo escuchar. Sirva como ejemplo el manido, mil veces refutado y un millón de veces repetido "sólo usamos un 10% del cerebro". Estos falsos conceptos deberían ser superados de una vez, en lugar de ser repetidos hasta la saciedad.

La evolución no es una escala jerárquica

La hemos visto un sinfín de ocasiones, la mayoría de ellas en forma de chiste. Esta concepción jerárquica de la evolución biológica, donde hay un organismo inicial que inequívocamente se transforma con el tiempo en uno final (perfecto, completamente evolucionado y a menudo nosotros) es responsable de muchos malentendidos acerca de la Teoría de la evolución.

La evolución no es jerárquica. Todos los organismos contemporáneos están igualmente evolucionados puesto que existen y han sobrevivido a la extinción. Tampoco los seres vivos actuales son superiores a los anteriores, que en su momento estuvieron tan adaptados al medio como los modernos. Y la evolución tampoco es una escalera en la que se pueda ir desde el primer ser hasta el último de forma continua, es más bien un frondoso arbusto con millones de ramificaciones.

Una teoría científica no es sólo una hipótesis

Ya que hablamos de la evolución, es conveniente recordar lo que significa una teoría en el mundo científico. Mientras que en el lenguaje coloquial una teoría es una mera hipótesis que no vale ni un céntimo, en el lenguaje académico es lo más importante que puede desarrollar un investigador a lo largo de su vida.

Las teorías científicas son el fundamento de la ciencia: están formadas de hipótesis confirmadas por el método científico y, como el vino, mejoran con el tiempo conforme se acumulan nuevas evidencias.

Clima no es lo mismo que tiempo

"Agosto y lloviendo, luego dicen del cambio climático". Una sentencia que no resulta difícil de escuchar hoy en día y que se basa en un error de magnitud grave. Una cosa es el tiempo atmosférico (fenómenos atmosféricos que ocurren en un lugar y momento determinados) y otra muy diferente el clima (conjunto fluctuante de condiciones atmosféricas en un lugar concreto y correspondiente a un período largo).

Así que la diferencia entre tiempo atmosférico y el clima es una cuestión de tiempo (tiempo físico, ojo). El ser humano puede apreciar con facilidad cualquier cambio en el primero, pero resulta imposible de valorar a ojo, sin un método científico. Por mucho que aumenten las temperaturas medias globales, siempre podrá hacer frío y llover en agosto.

Correlación no implica causalidad

Desde comienzos del siglo XIX, el número de piratas en nuestros océanos fue disminuyendo progresivamente, hasta su práctica desaparición en el siglo XXI. Curiosamente, el clima global ha aumentado en la misma proporción desde entonces, de lo que puede deducirse que el cambio climático está provocado por la ausencia de piratas en el mar y que los gobiernos deberían fomentar la piratería.

No nos hemos vuelto locos, el cambio climático y los piratas no tienen relación alguna. Por mucho que dos acontecimientos simultáneos parezcan producirse uno a causa de otro, esto no tiene por qué ser necesariamente así. Una explicación que se resume en la famosa frase "correlación no implica causalidad".

Sí que puede saberse si fue antes el huevo o la gallina

"¿Qué fue antes, el huevo o la gallina?", es una frase muy repetida para hacer referencia a aquellas cosas cuyo orden no podemos saber. No es un dilema nuevo, pues ya Aristóteles se planteó la cuestión siglos antes de nuestra era (la resolvió equivocadamente, por cierto).

Desde el punto de vista biológico y evolutivo la pregunta es algo tonta y su respuesta es bastante obvia: el primer ejemplar perteneciente a la gallina moderna (Gallus gallus domesticus) nació de otra especie muy similar genéticamente, pero distinta. Y puesto que el ADN del embrión se establece antes de su nacimiento, el huevo fue antes que la gallina. En otras palabras, la primera gallina moderna tuvo que salir necesariamente de un huevo.

No todo es relativo

Una frase erróneamente atribuida a Einstein (de las muchas que existen) y apropiada en todo tipo de discusiones para zanjar cuestiones científicas. Pues no, no sólo Einstein jamás dijo algo así, sino que su Teoría de la Relatividad General se basa en todo lo contrario: que la velocidad de la luz en el vacío es absoluta.

El error probablemente surge del nombre de la teoría del genio alemán, que da a entender que el universo es relativo. En realidad, todo era relativo hasta que llegó Einstein. Mientras que la mecánica clásica se basa en eso de que la velocidad a la que vemos moverse un coche depende de si estamos quietos en el suelo o viajando en avión, para todos los observadores en todas las condiciones e incluso aunque viajen a distintas velocidades la velocidad de la luz es absoluta.

Se han extendido por culpa del cine, el saber popular o algún tipo de malentendido. Son ideas inmersas ya en nuestra cultura que resulta sencillo escuchar. Sirva como ejemplo el manido, mil veces refutado y un millón de veces repetido "sólo usamos un 10% del cerebro". Estos falsos conceptos deberían ser superados de una vez, en lugar de ser repetidos hasta la saciedad.

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