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Un algoritmo averigua el ambiente de un bar por las caras de los clientes
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para que elijas dónde quieres ir de cañas

Un algoritmo averigua el ambiente de un bar por las caras de los clientes

Con un margen de error por debajo del 12%, según sus creadores, este 'software' puede determinar cuál es el restaurante, 'pub' o discoteca que más te conviene en base a las caras de su clientela

Foto: (Foto: Moyan Brenn)
(Foto: Moyan Brenn)

Los enamorados se decantan por restaurantes románticos, los adictos al trabajo solo pasan por una cafetería cuando tienen reuniones de negocios, los fiesteros tienen predilección por los establecimientos divertidos y otros acuden al tugurio más lúgubre imaginable para ahogar sus penas en alcohol. ¿Qué tienen todos ellos en común? Que no siempre aciertan cuando se trata de elegir un lugar que cumpla sus expectativas.

Ahora un algoritmo es capaz de encontrar por ti el ambiente adecuado para el momento preciso, gracias a las redes sociales y antes de que salgas de casa. Todo comenzó cuando Lindsay T.Graham y Samuel D.Gosling, dos psicólogos de la Universidad de Texas en Austin, decidieron estudiar si era posible que una persona predijera el ambiente de un lugar basándose solo en fotografías de sus clientes publicadas en las redes sociales.

En un primer momento, y para entender la forma en que los humanos clasifican ciertos espacios, hicieron que un grupo de personas visitara personalmente, y en varias ocasiones, 49 locales encontrados a través de Foursquare. Después, pidieron a esas personas que clasificaran cada uno de los lugares en función de la temática o actividad que realizara, de su clientela (si era gente de mente abierta o tradicional, por ejemplo) y de la sensación que les producía (si les parecía repulsivo, divertido, serio...)

Un algoritmo es capaz de encontrar por ti el ambiente adecuado para el momento preciso, gracias a las redes sociales y antes de que salgas de casa

Al mismo tiempo, los investigadores recopilaron fotos de perfil de las personas que solían frecuentar esos establecimientos y se las mostraron a un segundo grupo de voluntarios, para que ofrecieran su visión de cómo podían ser, en base a los rostros, los establecimientos que esas personas frecuentaban de forma habitual.

Ambos grupos, los que visitaron el lugar y los que vieron las fotos de sus parroquianos, definían los ambientes de forma similar.

Tratando de llevar su investigación un paso más allá, los psicólogos se unieron a Daniele Quercia, experto en tecnología y ciencias sociales, y Miriam Redi, que investiga sobre visión artificial. Juntos se pusieron a desarrollar un algoritmo que pudiera hacer lo mismo que los seres humanos: determinar el ambiente de un lugar analizando la cara de sus clientes más habituales.

Los investigadores creen que, a la hora de valorar un establecimiento, es necesario ir más allá de comentarios y opiniones. "Analizar caras es muy útil porque aportan mucha información y porque en muchas imágenes de redes sociales aparecen, así que su disponibilidad es alta", explica Quercía a Teknautas.

Cómo percibimos las caras, y cómo lo hacen las máquinas

Además, desde el punto de vista psicológico es interesante "entender cómo la gente percibe las caras" - en comparación a cómo lo hace un programa - y cómo actúa de acuerdo a esas percepciones, por ejemplo para decidir a dónde ir. De esta forma, han desarrollado un algoritmo basado en técnicas de visión artificial capaz de aprender ciertas tendencias y asociar las características de un lugar con los aspectos relevantes de la fotografía de una persona.

El algoritmo analiza la posición de la cara, los gestos, el brillo, el contraste, la saturación o la simetría para asociarlos - por medio de probabilidades - con parámetros de calidad de imagen y de belleza. También asocia colores con ciertos sentimientos o cualidades - por ejemplo, el amarillo con la alegría y con las personas creativas - y es capaz de determinar la edad, el género e incluso ciertas procedencias y expresiones faciales.

'A veces es bastante más preciso que los humanos' porque evita ciertos sesgos, no se basa en conjeturas y sólo tiene en cuenta información estadística

El software es capaz de predecir el ambiente de los lugares con un margen de error por debajo del 12%, al menos según sus creadores, lo que significa que "a veces es bastante más preciso que los humanos" porque evita ciertos sesgos, no se basa en conjeturas y sólo tiene en cuenta información estadística, explica Quercía.

Los investigadores han comprobado que los humanos y el algoritmo se fijan en diferentes aspectos a la hora de analizar las caras. Mientras que los humanos, por ejemplo, asocian la presencia de mujeres con lugares románticos, el algoritmo no tiene ese prejuicio porque no encuentra datos matemáticos para hacerlo. Para él, un lugar romántico es aquel en el que predominaban los colores cálidos y rojos.

Otros veces, el algoritmo y las personas se ponen de acuerdo. Lo hacen, por ejemplo, al vincular individuos sonrientes con lugares agradables. También al relacionar lugares "extraños" con personas a las que no se les ve bien la cara en las fotografías o un lugar apropiado para el estudio con sujetos que llevan gafas de lectura.

El programa es capaz de decidir si un lugar está relacionado con actividades intelectuales en función de si su clientela aparece leyendo, estudiando o utilizando un ordenador. También puede saber si el lugar es tradicional, si los fieles utilizan complementos muy anticuados; si el lugar es muy social, en caso de que la clientela aparezca en las fotografías bebiendo, comiendo y charlando; si es un sitio de gente creativa, si las personas que aparecen en las imágenes tienen apariencia hispter o presentan evidencias de gusto por el arte; o si el sitio es propicio para la fiesta, cuando la gente de las imágenes baila y se muestra enérgica.

El objetivo es mejorar los sistemas de recomendación de los agregadores; que la gente pueda buscar restaurantes, cafeterías y todo tipo de locales en redes sociales como Foursquare o Facebook y saber qué va a encontrarse. Además, como el algoritmo hace evidente la relación entre una cara y un establecimiento, puede usarse para hallar al candidato perfecto durante un proceso de selección de personal.

Incluso, según los investigadores, puede determinar de forma automática cuál es el ambiente de todo un barrio, basándose en los rostros de sus residentes, y ayudarte a decidir si te gusta ese lugar para vivir o pasar tus vacaciones antes de que pongas un pie allí.

Una vez más, eso sí, los límites de la privacidad son borrosos. "Depende del objetivo con el que lo utilices", reconoce el experto. Y tú, ¿querrías que un robot analizara tu rostro a todas horas para saber qué garitos sueles frecuentar?

Los enamorados se decantan por restaurantes románticos, los adictos al trabajo solo pasan por una cafetería cuando tienen reuniones de negocios, los fiesteros tienen predilección por los establecimientos divertidos y otros acuden al tugurio más lúgubre imaginable para ahogar sus penas en alcohol. ¿Qué tienen todos ellos en común? Que no siempre aciertan cuando se trata de elegir un lugar que cumpla sus expectativas.

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