Es noticia
Esto es lo que sucede cuando haces pública tu contraseña de Facebook
  1. Tecnología
la curiosa historia de max manning

Esto es lo que sucede cuando haces pública tu contraseña de Facebook

Max Manning es un experimento social con enormes dosis de humor. Todo gracias a una cuenta de Facebook cuya contraseña se convirtió en comunal para que cualquiera pudiera entrar

Foto:

Las redes sociales no tienen por qué representar a una única persona, por más que Mark Zuckerberg esté obsesionado con ello y nos obligue a poner nuestro nombre real en Facebook. En principio no debería haber ningún problema en que existiera una cuenta comunal en la que un grupo enorme de personas tuviera la contraseña pero, ¿qué pasaría entonces?. Así empieza la historia de John Smith, más conocido como Maximillien Manning y su corta pero intensa vida en la red.

Conectar el mundo con una única cuenta de Facebook, ese era el objetivo de Joe Veix, Esteusuario de Twitter, tras un intento de hackeo, comenzó a meditar sobre la seguridad en las redes sociales y las ideas preconcebidas que existen sobre la individualidad en ellas.

Así nació John Smith, una cuenta pública de la que Veix subió los datos de acceso a Twitter, tal y como cuenta en BuzzFeed. "¿Debe una cuenta de Facebook representar a una persona? Por supuesto que no, eso es ridículo, así que tuve la curiosidad de ver qué pasaría si fuera comunal", explica al medio estadounidense. Y lo que pasó fue que se desató el caos.

Sólo una hora después de compartir la contraseña “password1234”, alguien ya la había cambiado. Por suerte Veix pudo recuperarla, ya que sólo él conocía la clave de la cuenta de email thepublickfacebook@gmail.com que permitía acceder al perfil de John.

Tras este tropezón inicial, otro usuario rebautizó a John Smith como Maximilien Manning, el carismático nombre que conservaría hasta su fallecimiento.

Lo siguiente con lo que empezaron a jugar los internautas fue con las fotos de perfil y biografía, que empezaron a cambiar sin parar. Además, el inexistente Max comenzó a añadir amigos, dar me gusta a sus publicaciones e incluso añadir lugares de trabajo como Uber y Taco Bell.

El juego de mesa Tragabolas, la cadena de videoclubs Blockbuster y “Adolf Hitler y el vegetarianismo” y "caca"fueron algunos de los intereses del usuario comunal, formado por docenas de personas interesadas en participar en el experimento… y pasarlo bien.La lista final de páginas seguidas alcanzó las 322.

Max también colocó a Joe como su padre en la biografía (con el que posteriormente también tendría un hijo), y dio una puntuación de cinco estrellas sobre cinco al ISIS. “Lo recomendaría”, añadió.

Tras su paso por el ISIS, Max cambió sus datos para parecer un empleado de atención al cliente de Taco Bell. Camuflado de esta forma contestó a algunos clientes sus preguntas sobre la cadena de comida rápida (y al menos uno de ellos picó el anzuelo).

En sus últimos días de vida, Max se volvió todavía más raro: se volvió frutariano (nombre que reciben las personas que sólo comen frutas y semillas) y finalmente, falleció. Facebook canceló esta cuenta anónima, completamente opuesta a los ideales de la compañía, a los cinco días de su nacimiento. "RIP", escribió Joe en Twitter al conocer la noticia.

RIP pic.twitter.com/Kulb33wRJa

El poder de la difusión

Al comienzo del experimento Max era controlado por muy pocos usuarios, pero en los últimos días este número ascendió hasta más de 100. Conforme la cuenta interactuaba con otras páginas y perfiles era visible en más y más timelines, gracias al algoritmo de Facebook que fomenta la difusión.

La red social de Zuckerberg no tolera los perfiles anónimos, pero Veix defiende que esto es necesario en algunos casos, aunque puede que Max no sea el mejor ejemplo de esto. El tuitero comenta el caso de un usuario real, un activista LGBT etíope que debe operar bajo un pseudónimo para no ser arrestado, ya que en su país la homosexualidad se pena con 15 años de prisión. Y por este motivo no entiende la cabezonería del creador de Facebook con los nombres reales. Aunque para Max, quizá sea lo mejor no existir. "Perdón", fueron sus últimas palabras.

the last thing 'max' said to me, before facebook murdered him http://t.co/SoBPRYbITF pic.twitter.com/fS7051QoWY

Las redes sociales no tienen por qué representar a una única persona, por más que Mark Zuckerberg esté obsesionado con ello y nos obligue a poner nuestro nombre real en Facebook. En principio no debería haber ningún problema en que existiera una cuenta comunal en la que un grupo enorme de personas tuviera la contraseña pero, ¿qué pasaría entonces?. Así empieza la historia de John Smith, más conocido como Maximillien Manning y su corta pero intensa vida en la red.

El redactor recomienda