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Hadrian, el robot albañil que promete construir una casa en dos días
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calcula el número de ladrillos y los coloca

Hadrian, el robot albañil que promete construir una casa en dos días

Hoy no podríamos imaginar cómo sería la industria de la automoción sin las líneas de montaje, así que tampoco deberíamos sorprendernos si junto a la grúa nos encontramos un robot poniendo ladrillos

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No se pone enfermo, no disfruta de vacaciones y de hecho, es capaz de trabajar las 24 horas del día sin descanso. Mark Pivac ha desarrollado un súperobrero que levanta las paredes de las casas en tiempo récord y de hecho, es capaz de reducir el plazo promedio que emplea un equipo de albañiles de las seis semanas convencionales, a dejarlo en apenas 48 horas medidas. Y por descontado, sin cometer un solo error en el proceso.

El robot ha sido bautizado como Hadrian, y su primer prototipo está ya operativo, aunque en buena lógica, los planes de este ingeniero australiano pasan por comercializar lo antes posible esta bestia que puede transformar para siempre la construcción de los edificios.

Su desarrollo no ha sido un camino de rosas precisamente: cerca de diez años de duro trabajo en equipo, en los que se ha invertido muchísimo tiempo y dinero en la investigación y elaboración de prototipos. Pero el esfuerzo parece haber merecido la pena: la joven firma creada por Mark y su primo, Fastbrick Robotics ha sido adquirida ya por DMY Capital Limited, cuyos responsables no han dudado en extender el cheque por el 100% del capital ante el gran potencial que muestra el producto en un mercado que mueve tanto dinero como el de la construcción.

Y las cifras no dejan lugar a dudas: Hadrian puede facilitar la construcción de una casa cada dos días, o lo que es lo mismo, 150 edificios al cabo del año. “El cortar y apilar los ladrillos es un trabajo repetitivo que ya no resulta atractivo para nadie, en especial para los más jóvenes”, explica Pivac en una entrevista concedida a Mashable.

Sobrará mano de obra

Realmente, un robot es muy superior al ser humano cuando las tareas son repetitivas o requieren una elevada precisión en el desarrollo del trabajo. Hoy en día no podemos ni imaginar cómo sería la industria de la automoción sin la intervención de las líneas de montaje robotizadas, con lo que tampoco deberíamos sorprendernos si junto a la grúa, nos encontramos ahora un robot cortando y colocando los ladrillos con una precisión milimétrica en la pared correspondiente.

Pero… ¿cómo funciona Hadrian exactamente? En primer lugar, se creará un plano en 3D del edificio y a partir del mismo, el robot hará el cálculo de ladrillos necesarios y con las pérdidas mínimas en el corte. Los operarios alimentarán el almacén del robot en base a sus cálculos y comenzará el proceso.

A pie de obra, un único operario velará que la máquina hace correctamente su trabajo. Sin cometer errores y con una pérdida de material mínima

Hadrian irá cortando cada ladrillo en base a las necesidades, y mediante una línea de transporte incorporada en el sistema, los llevará a la pared correspondiente donde serán colocados en orden por el brazo robotizado. Su elevada precisión, tanto de corte como de guiado mediante láser, le permitirá incluso dejar hechos ya los pasos de tuberías o cableado eléctrico.

A pie de obra y en lo que respecta a esta parte del trabajo, un único operario velará que la máquina hace correctamente su trabajo. Sin cometer errores y con una pérdida de material mínima.

Pivac entiende que el procesado y apilado de ladrillos es un “cuello de botella” que dilata las obras durante un plazo innecesario, y es este punto el que sin duda habrá atraído más a los inversores. Duele formular la reflexión, pero no cabe duda de que esta optimización de procesos tendrá una consecuencia inmediata en la mano de obra: este infatigable y eficiente albañil sustituye a toda una cuadrilla de obreros trabajando a jornada completa. Una reducción de costes que tendrá un impacto inmediato en la cuenta de resultados.

La joven firma creada por este par de australianos lo ha tenido en cuenta todo, e incluso ha dotado al robot de un tractor de oruga (similar al que emplean los tanques) que permita trasladar a Hadrian a cualquier punto del solar donde se vaya a edificar la casa. Todavía no hay plazos para la comercialización del robot, pero se sabe que inicialmente se hará localmente en Australia, y con la experiencia acumulada en el lanzamiento, se iniciará la expansión internacional. Por descontado, la tecnología ha sido ya patentada.

No se pone enfermo, no disfruta de vacaciones y de hecho, es capaz de trabajar las 24 horas del día sin descanso. Mark Pivac ha desarrollado un súperobrero que levanta las paredes de las casas en tiempo récord y de hecho, es capaz de reducir el plazo promedio que emplea un equipo de albañiles de las seis semanas convencionales, a dejarlo en apenas 48 horas medidas. Y por descontado, sin cometer un solo error en el proceso.

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