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Splatoon: el 'estilo Nintendo' también funciona en los 'shooters'
  1. Tecnología
diversión y disparos sin un ápice de violencia

Splatoon: el 'estilo Nintendo' también funciona en los 'shooters'

El placer de manchar por manchar se olvida pasada la niñez, pero sigue ahí, durmiente, a la espera de que algo lo despierte. Nintendo lo sabía y Splatoon es su forma de demostrarlo

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El pasado fin de semana me propuse probar dos juegos para analizar. Radicalmente distintos. Uno, el éxito inmediato Bloodborne, un título de sangre, monstruos y parafernalia del cine de terror; el otro, Splatoon, lo último de Nintendo, un shooter colorista y, a priori, más enfocado a niños que nunca. Sobre el papel Bloodborne tenía prioridad, dado que salió antes, que es de concepción más ambiciosa, que no me gustan los juegos de disparosy, por qué no decirlo, que a determinadas edades uno prefiere pasar miedo que ver dibujos animados. Y, sin embargo, por la originalidad, la diversión y la renovación del género que consigue,tengo que quedarme con el juego de Nintendo.

Me gusta comparar a Nintendo con el Atlethic de Bilbao, en tanto a que compiten contra gigantes autolimitando su arsenal. Si en el fútbol el Atlethic se limita a fichar jugadores de la tierra, la firma japonesa descarta emplear algunos de los ases que le granjean éxito a otras compañías, como la violencia, el sexo o simplemente programar para múltiples plataformas (lo cual reduce enormemente el riesgo de batacazo). Quizá por esto los aficionados, sobre todo los más veteranos, nos centramos en los nuevos marios, zeldas y metroids, porque sabemos que funcionan, que se pueden hacercon los tres palitos con los que Miyamoto insiste en construir su fuerte.

Estos mimbres, que se han demostrado válidos para los plataformas y los puzles, se antojan insuficientes para competir con los triple A de la competencia en géneros que hoy se articulan en torno a la potencia técnica. Con el género de la velocidad todos teníamos claro que Mario Kart podía dar la cara -y más con Mario Kart 8, la mejor edición-pero las dudas seguían presentes en materias comolos shooters.

Y sí, podían. Vaya si podían. Yo, que no he vuelto a jugar a un shooter desde Destiny, y por obligación, pasé cinco horas seguidas el domingo jugando a Splatoon. Pura diversión. Con respecto a los títulos de disparos convencionales, Splatoon presenta una serie de novedades que le aportan gran frescura. La primera, obviamente, es la sustitución de balas por pintura. De un plumazo se elimina la violencia y se abre el escenario a la interacción, ya que el juego no solo gira en torno a disparar a otros personajes, sino en pintar la mayor cantidad de superficie posible.

Ponerlo todo perdido de pintura tiene sentido, porque a la postre serán los caminos por los que se mueva nuestro personaje. Puede hacerlo por cualquier sitio, claro, pero bajo nuestra pintura será capaz de bucear a gran velocidad. Así, en las partidas multijugador, de cuatro contra cuatro, unos se centran en pintarlo todo, otros en crear caminos y, al fin, todos en empujar la línea del frente y batallar contra el rival. Al final de los tres minutos, frenéticos, ganará el equipo que más haya pintado. Pocas veces se ha conjugado tan bien estrategia, habilidad y diversión en este género.

Aunque existe un modo para un solo jugador, se trata de un sistema desdeñable, apenas válido para mostrar un puñado de características y afianzarse en el control del juego. El grueso de la diversión se encuentra en el modo multijugador, cuya experiencia acumulada abre las puertas para nuevas armas y funciones concretas. De este modo, los jugadores podrán especializarse en las distintas tareas que Splatoon propone, como pintar, luchar o desplazarse a gran velocidad.

Un título obligado

Con Splatoon Nintendo nos ofrece el Mario Kart de los shooters. Prima la diversión sobre lo demás, y se eliminan algunos elementos espinosos del género, como los trucos y los chats de voz (que a menudo se usan para increpar a los novatos). Se ofrece por menos de 40 euros, seguramente con la vista puesta en futuras expansiones para un juego que parece excepcionalmente modular. De hecho ese es su mayor defecto, el escaso número de escenarios que por el momento Nintendo ha puesto a disposición de la comunidad.

Quizá Wii U no vaya a figurar en el olimpo de las consolas de Nintendo, pero por su catálogo ya merece la pena comprarla. Si Mario Kart 8, Super Smash Bros y New Super Mario Bros no te decidieron, Splatoon acabrá de hacerlo.

El pasado fin de semana me propuse probar dos juegos para analizar. Radicalmente distintos. Uno, el éxito inmediato Bloodborne, un título de sangre, monstruos y parafernalia del cine de terror; el otro, Splatoon, lo último de Nintendo, un shooter colorista y, a priori, más enfocado a niños que nunca. Sobre el papel Bloodborne tenía prioridad, dado que salió antes, que es de concepción más ambiciosa, que no me gustan los juegos de disparosy, por qué no decirlo, que a determinadas edades uno prefiere pasar miedo que ver dibujos animados. Y, sin embargo, por la originalidad, la diversión y la renovación del género que consigue,tengo que quedarme con el juego de Nintendo.

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