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Cómo transformar tu televisor en un PC por poco más de 100 euros
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gracias al compute stick y google chromebit

Cómo transformar tu televisor en un PC por poco más de 100 euros

Aquellos usuarios que no tengan clara la decisión de comprar un ordenador completo, tienen la posibilidad de transformar el televisor en uno gracias a dos dispositivos que caben en el bolsillo

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Inmersos en plena era post PC y cuando hasta los móviles parecen obsoletos con la llegada de los relojes inteligentes, ¿compensa realmente comprar un ordenador? Lo cierto es que prácticamente todas las funciones que hasta ahora justificaban esta adquisición se pueden resolver en una tableta, pero siempre existirá ese momento en el que echemos en falta el ratón, teclado y sobre todo una pantalla completa.

La buena noticia es que para aquellos que no tengan clara la decisión de compra de un ordenador completo o al menos no quieran dejarse la herencia en ello, cabe la posibilidad de transformar el televisor en un ordenador. Y moderno, además.

En este sentido, ¿recuerdan el Raspberry Pi? Aquel diminuto artilugio conseguía embutir un mini ordenador en un chasis minúsculo y la idea desató la locura. Uno se tenía que buscar la vida después para conseguir el resto de periféricos que hicieran que aquello funcionara, pero daba igual. El dispositivo de los británicos estaba más orientado a un segmento más manitas del mundo de la informática, de los que gusta experimentar probando nuevas formas de usarlo. Pero por fortuna, dos gigantes del mercado se han dispuesto a comercializar sendos productos mucho más orientados al mercado de consumo, que transforman literalmente el televisor en un ordenador hecho y derecho. Nos referimos a Intel y Google.

Intel Compute Stick

Procesador de cuatro núcleos, 2 GB de RAM, 32 GB de almacenamiento flash… Uno podría pensar que nos encontramos ante un nuevo ordenador que se presenta en el mercado, pero lo cierto que Compute Stick, como ha sido bautizado el equipo de Intel, ocupa poco más que un pendrive.

Hay que reconocer que la idea es brillante: aprovechar la pantalla del televisor para disfrutar de un PC que ocupa únicamente uno de sus puertos. Pero tiene sus peajes: lo primero que hay que dejar claro es que para poder disfrutar de este dispositivo es necesario que el televisor cuente con una entrada HDMI, no es un problema para el grueso de los televisores adquiridos en un plazo relativamente corto de tiempo, pero olvídese del asunto si es de las primeras con pantalla plana.

Pero si uno cuenta con un televisor con este conector, el funcionamiento no puede ser más sencillo: se enchufa Compute Stick al HDMI y el sistema arranca en cuestión de segundos. No hay batería ni discos duros que mover, así que va todo muy rápido, y lo más interesante, es que lleva en sus entrañas Windows 8, y en un futuro confiemos que pueda dar el salto a la codiciada versión de 10 de la plataforma.

Existe otra versión con Ubuntu menos potente que saldrá a la venta el próximo mes de junio, pero básicamente con las mismas características. Y lo mejor, el precio: apenas 150 dólares.

Google Chromebit

Con un planteamiento prácticamente idéntico, Google comercializará este mismo verano un dispositivo similar a un precio todavía más agresivo: no llegará a los 100 dólares.

El Chromebit fabricado por Asus, ocupará también un puerto HDMI y a diferencia del producto de Intel, huye en buena lógica de Windows apostando por la plataforma de la casa: ChromeOS. ¿Ventajas? Al ser una plataforma mucho más ligera, los requerimientos del sistema son también menores y con ellas la reducción de precio.

El Chromebit fabricado por Asus, ocupará también un puerto HDMI y a diferencia del producto de Intel, huye en buena lógica de Windows

2 GB de RAM, 16 GB de almacenamiento (el sistema operativo ocupa muchísimo menos que Windows), Bluetooth 4.0, wifi… hasta un puerto USB. ¿Inconvenientes? El ecosistema de Google, basado en aplicaciones en web, puede resultar un obstáculo frente a la conveniencia del Stick de Intel.

Por contra, el Chromebit cuenta con una pequeña batería que mantiene los datos en memoria. Un plus cuando uno va de un equipo a otro en el trabajo.

No son súper ordenadores pero ¿necesitamos más?

¿En qué casos puede resultar útil llevar encima un ordenador de bolsillo? Piensen en un estudiante que comparte piso, o bien en el terreno del trabajo, cuando se desea hacer una presentación y no se quiere cargar con el portátil; o en un empleado que ocupe diferentes ubicaciones en la oficina. Eso sí, pese a tratarse de un producto del tipo plug-and-play, siempre será necesario el uso al menos de un ratón y teclado que se conecten al equipo mediante Bluetooth.

¿Un engorro? Depende de la perspectiva: si consideramos que se puede tener todo un ordenador con un sistema operativo potente por unos 100 dólares y que además podemos trasladar en el bolsillo…

Algunas voces sin embargo ya han caído en el error de comparar los fríos números: que si tiene poca RAM, que si el rendimiento en juegos… Seamos serios, el grueso de los usuarios de los ordenadores lo quieren para navegar por la red, gestionar el correo electrónico y ver contenido en streaming, y todo esto lo hacen con nota.

Inmersos en plena era post PC y cuando hasta los móviles parecen obsoletos con la llegada de los relojes inteligentes, ¿compensa realmente comprar un ordenador? Lo cierto es que prácticamente todas las funciones que hasta ahora justificaban esta adquisición se pueden resolver en una tableta, pero siempre existirá ese momento en el que echemos en falta el ratón, teclado y sobre todo una pantalla completa.

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