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Watson ya sabe cocinar (y pronto será más creativo que tú)
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lanza su primer libro de recetas

Watson ya sabe cocinar (y pronto será más creativo que tú)

Esta computadora 'inteligente' desarrollada por IBM se atreve con todo, desde investigación biomédica a cocina. Combina recetas e ingredientes para igualar en creatividad a cualquier chef

Foto: Cóctel a base de sidra y panceta diseñado por el superordenador Watson
Cóctel a base de sidra y panceta diseñado por el superordenador Watson

El ser humano asumió hace décadas que el cerebro no puede competir en cálculo bruto con un ordenador. No da miedo pensar que un chip sepa sumar mejor que cualquier matemático porque gracias a ellos el progreso científico y tecnológico se ha disparado en los últimos años. El problema llega cuando una computadora amenaza la posición dominante del Homo sapiens en el campo de la creatividad: música, ajedrez, literatura y cocina son algunas de las áreas en las que nuestra supremacía podría tambalearse.

Watson es un superordenador de IBM que venció en el concurso de preguntas Jeopardy y que ya se emplea en investigación biomédica para el desarrollo de nuevos fármacos. Pero ahora, la computadora se ha colocado el gorro de chef para intentar dejar sin trabajo a los cocineros de vanguardia con su propio libro de recetas.

Cocina Cognitiva con el Chef Watson es el título de este libro con 65 recetas, que sale a la venta el próximo 14 de abril. Lo que hace el superordenador es analizar 35.000 recetas existentes y 1.000 compuestos químicos para así aprender sobre información nutricional, interacciones entre sabores y preferencias culturales, y de esta forma sugerir combinaciones de ingredientes.

El cocinero del restaurante Noor, Paco Morales, tiene experiencia en la fusión de comida y tecnología, y ha sido pionero a la hora de utilizar una impresora 3D en sus creaciones culinarias. "Un ordenador podría ser mejor a la hora de diseñar recetas, pero habrá que ver la calidad del diseño de la misma", asegura a Teknautas, ya que "no por hacer más recetas la calidad será mayor".

Las recetas de Watson se basan en clásicos que van desde los quiches a la paella pero fusionándolos con ingredientes de distintas partes del mundo. Algo en lo que muchos chefs, acostumbrados a su propia gastronomía, no caerían. Así nace, por ejemplo, la bruschetta turca, que toma el entrante italiano como base pero le añade especias de Oriente Medio y paprika. O la ensalada césar turcocoreana. O incluso un cóctel a base de sidra… y panceta crujiente.

'La intuición será difícil de superar, porque las materias primas no son siempre las mismas y la mano del cocinero para mí es insustituible'

Pero estas originales proposiciones que hace el superordenador se basan, de momento, en una combinación fruto de una ingente base de datos, que posteriormente cocineros expertos deben pulir. "La intuición será difícil de superar, porque las materias primas no son siempre las mismas, y siempre existirá la mano de cocinero que para mí es insustituible", asegura Morales. El experto, eso sí, piensa que Watson puede ser una herramienta más para crear recetas, aunque nunca sustituya al alma del cocinero.

Quizá por este potencial como herramienta IBM pretende llevar las habilidades culinarias de Watson hasta nuestro bolsillo, gracias a una aplicación de cocina creativa mediante algoritmos. En ella, los usuarios darán una preferencia (Gazpacho japonés, o fabada brasileña, o cualquier otra cosa que se le ocurra) y Watson analizará las posibles combinaciones satisfactorias que agraden a nuestro paladar.

Intuición, riesgo y creatividad artificial

Que una máquina pueda competir en creatividad con un ser humano puede parecer todavía lejano, pero su historia se remonta al ajedrez por ordenador. Y es que Deep Blue no derrotó a Kaspárov calculando todas las posibilidades de cada movimiento: "Sólo con fuerza bruta hubiera sido imposible que una computadora ganara al campeón del mundo, porque el número de posiciones distintas que pueden darse en un tablero es mayor que el número de átomos que hay en el universo conocido", explica a Teknautas el periodista experto en ajedrez Leontxo García.

Se ha logrado programar algo similar a la intuición humana en los ordenadores que juegan al ajedrez, capaces de vencer a un gran maestro

García recuerda que ni un superordenador de la NASA podría calcular tanto (el número de jugadas equivale a un uno seguido de 123 ceros), por lo que para conseguir que el mejor jugador de ajedrez sea una computadora "se ha logrado programar algo tan abstracto como el riesgo". Sólo así es posible hacer entender a un programa informático, que sólo comprenden unos y ceros, pueda calcular la probabilidad de que un ataque tenga éxito tras el sacrificio de, por ejemplo, dos peones. "En otras palabras, y sin exagerar, podríamos decir que han logrado programar algo parecido a la intuición humana", añade el experto citando su libro Ajedrez y Ciencia, pasiones mezcladas.

¿Podrán los ordenadores diseñar recetas como un ser humano? Todo apunta a ello ¿Logrará Watson sustituir a los cocineros en esa tarea? Parece improbable, dado que los programas como Deep Blue no han acabado con los ajedrecistas profesionales. Tampoco parece que vayan a acabar con los escritores, por muy bien que puedan juntar letras. Pero en el caso de que lo consiguieran, tampoco debería considerarse como una amenaza o una derrota del ser humano: a fin de cuentas, el mérito de semejante proeza iría a parar a las manos que programaran esa máquina tan creativa. Unas manos que serían muy humanas.

El ser humano asumió hace décadas que el cerebro no puede competir en cálculo bruto con un ordenador. No da miedo pensar que un chip sepa sumar mejor que cualquier matemático porque gracias a ellos el progreso científico y tecnológico se ha disparado en los últimos años. El problema llega cuando una computadora amenaza la posición dominante del Homo sapiens en el campo de la creatividad: música, ajedrez, literatura y cocina son algunas de las áreas en las que nuestra supremacía podría tambalearse.

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