La receta del perfecto viral: cero euros, muchos patitos

Nunca se sabe cuándo va a saltar la chispa. Las agencias de publicidad conocen bien esta realidad: su público objetivo es caprichoso y se mueve por una serie de factores que siempre quedan fuera de control para los anunciantes.Pero para asegurar las posibilidades de éxito, las agencias se gastan cantidades ingentes de dinero, contratando guionistas de postín, actores, equipos de grabación y toda su cohorte de técnicos, y todo para conseguir el premio gordo: convertirse en un fenómeno viral en las redes sociales.

Esta recompensa puede dejar en nada todo el dineral invertido olograr que la campaña sea un rotundo éxito. Ahora bien ¿puede una organización sin ánimo de lucro repetir este fenómeno? ¿Qué posibilidades tiene de convertirse en viral alguna de sus campañas de presupuesto cero? Pues bien, una asociación australiana para la defensa de los patos (sí, lo ha leído bien) ha logrado pulverizar todas las marcas en YouTube con un vídeo hecho en casa.

Sin actores, sin guionistas y por supuesto, sin un solo duro que invertir, la asociación Animals Australia se propuso crear un vídeo en el que se concienciara a la gente sobre el despropósito de disparar a las bandadas de patos en migración. Un problema que le puede resultar lejano, pero por el que los voluntarios de la asociación han ido trabajando durante varios días fuera de su jornada de trabajo y desde casa.

Y dieron con un eslogan con mucho gancho enseguida: "La gente siendo maravillosa", y en el que se evocaba ese ángel que cada uno lleva dentro de sí. Una campaña en positivo en un mundo aburrido de indigestiones al mediodía tras la cadena de desgracias que presentan los telediarios. Sí, la gente es también buena aunque se empeñen en convencernos de lo contrario. Y con estos mimbres comenzaron el montaje. En realidad, no hizo falta ni un sólo minuto de grabación: el equipo decidió utilizar grabaciones anónimas disponibles en la red en la que confluyeran dos elementos: gente buena y patitos.

Ni la Superbowl superó a los patitos

No había departamento de marketing ni realmente una estructura organizativa que diera consistencia al trabajo. En realidad no se necesitaba: las ganas de ayudar y la concienciación del problema fueron toda la munición que necesitaron este grupo de voluntario para componer un mahsup con secuencias en las que apareciera gente ayudando a patitos en apuros, y no crean que había pocos casos...

El incendiario vídeo arranca con un fornido joven con la cabeza metida en una alcantarilla mientras que otras dos personas le sujetan en volandas por los tobillos. "¡Casi lo tengo!¡Más abajo!", grita el joven ya cabeza abajo y en posición vertical, como para partirse la crisma, mientras sus acompañantes le tranquilizan diciendo que está bien sujeto. ¿Y qué buscaban? Al final de la secuencia salimos de dudas: una cría de patito que se sacude y se reúne feliz con su madre como si nada hubiera pasado en medio de una ovación del remolino de asistentes. Pequeños detalles que nos recuerdan la verdadera naturaleza humana.

Esa secuencia es en realidad el aperitivo para lo que llega después: patitos en familia cruzando atestadas autopistas de cinco y seis carriles mientras un conductor se juega el tipo para detener a todos los vehículos y lograr que el convoy llegue a la otra orilla. O un coche de la policía que descubre otra intrépida familia de patitos en las mismas y no duda, con las sirenas activadas, en hacer de escudo mientras la madre y las criaturas, ajenas a la locura de este mundo, prosiguen su camino hacia el otro lado de la autopista.

Ninguno de estos protagonistas anónimos sabían que estaban siendo grabados por cámaras de tráfico, pero su buen corazón se ha convertido en heroicidad ante los ojos de, tomen asiento, 90 millones de personas en menos de diez días. El vídeo ha sido compartido en dos millones de ocasiones en Facebook y se acerca al millón de "me gusta". Y por descontado este equipo altruista de voluntario ha logrado con creces su objetivo: concienciar para que no se dispare a este simpático animal que las lía pardas en autopistas y alcantarillas.