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Cuando Nintendo se viste de profesor de Economía
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empiezan a calar los videojuegos en clase

Cuando Nintendo se viste de profesor de Economía

'Minecraft', Nintendo... muchos videojuegos tradicionales son usados por los profesores para que los niños aprendan Economía, Historia y Ciencia mientras juegan

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Cada vez más expertos consideran los videojuegos como un complemento educativo, por su flexibilidad y el interés que generan entre los más jóvenes. Uno de estos profesionales es la psicóloga Rocío Ramos-Paúl, conocida por el programa de televisión Supernanny, que ha redactado un decálogo con consejos para aquellos padres que quieran introducir a sus hijos en este mundo, pero no sepan cómo hacerlo.

“Está más que demostrado que los videojuegos pueden desarrollar diversas capacidades, tienen una parte educativa y lúdica, y además son muy motivantes para los niños”, explica a Teknautas Ramos-Paúl. La experta considera que, por suerte, la brecha digital entre padres e hijos es cada vez menor, por lo que tienen en cuenta las posibilidades de este medio de ocio digital.

Que un juego programado para aprender inglés sirva para aprender inglés no es ninguna sorpresa. Y es que los videojuegos diseñados específicamente con funciones educativas y terapéuticas no son nuevos. Sin embargo, algunos de los títulos más populares pueden ser utilizados por padres y profesores para enseñar todo tipo de valores y conceptos. Siempre y cuándo sepan cómo.

“Cualquier actividad puede ser educativa si tú la traduces”, asegura Ramos-Paúl. Precisamente lo que intenta Nintendo con su iniciativa Su primera consola, donde enseña emprendimiento, disciplina y responsabilidad con algunos de sus títulos que, en teoría, no tienen otro fin que el entretenimiento.

Es lo que ha logrado un colegio madrileño con Animal Crossing, una saga de videojuegos de Nintendo en la que el jugador vive en un pueblo de animales antropomórficos. Un mundo real que simula el paso del tiempo y el día a día de una villa. En su última entrega, New Leaf, el jugador se pone en la piel del alcalde. Al estar a cargo de la población, el jugador tiene nuevas responsabilidades a las que enfrentarse.

El Colegio Maravillas, ha querido enseñar conceptos básicos de economía a los niños de 3º de Primaria, pero de una forma algo más lúdica que la convencional: mediante Animal Crossing: New Leaf.

Cerrajero considera que es muy difícil explicar economía a niños de ocho años, y que este tipo de herramientas son mucho más atractivas para los estudiantes. “No podemos vivir al margen de lo que los niños tienen en casa”, explica el experto, quien considera que sus alumnos consiguieron "unos objetivos mucho más amplios" con el juego de los que hubieran logrado con simple teoría.

Por supuesto, no hay que pensar que los profesores han sido sustituidos por una consola de Nintendo. Las sesiones duraron 20 minutos al día, a lo largo de una semana, y controladas por los maestros. Y Cerrajero defiende que la experiencia "fue muy enriquecedora para los niños".

Tomodachi Life es otro videojuego que los psicólogos han utilizado con éxito para enriquecer la educación infantil. La forma más simplista de explicar su mecánica sería decir que es un Sims para niños: una isla en la que nuestro personaje convive e interacciona con otros. Todo con un toque muy japonés y divertido.

El videojuego simula relaciones sociales en las que el niño puede, por ejemplo, animar a un amigo triste y mediar en una pelea. Esto enseña a los más pequeños a relacionarse, tomar decisiones y reaccionar ante los conflictos.

Minecraft, el Lego infinito

Minecraft es uno de los juegos más populares entre los jóvenes actualmente, hasta el punto de que este título independiente fue recientemente comprado por Microsoft por 2.500 millones de dólares.

Se trata de un videojuego de construcción colaborativa al más puro estilo Lego, en el que los usuarios pueden crear prácticamente cualquier cosa, sin ningún otro objetivo ni misión. Y es que, tal y como asevera Ramos-Paúl, “muchos de estos juegos no son novedosos en contenido, sino que trasladan versiones tradicionales a las nuevas tecnologías, que son mucho más atractivas para los niños”.

Este juego de bloques virtual ha llamado la atención de los educadores, conscientes de las horas que le dedican los más pequeños. Así nació la iniciativa MinecraftEdu, un remix del juego original que pueden utilizar los colegios para enseñar Arte, Historia, Lengua, Matemáticas y Ciencia.

Durante los dos últimos años, Romero ha utilizado Minecraft en las clases de 6⁰ de Primaria. Gracias al videojuego los niños aprenden mecanografía y desarrollan su creatividad: “Cuando me preguntan cuál es el comando para copiar, les digo que el mismo que para poner un cuadrado en el juego, y ellos ya saben que es Control + C”, asegura.

La práctica muestra cómo videojuegos sin (aparente) función educativa se han llevado al campo educativo con gran éxito. Ramos-Paúl recuerda cómo una caja “no es en sí misma” un juego educativo, pero es lo que más entretiene a un niño de un año. Por ello, el fin de los educadores es encontrar un lado útil para estos programas que a otros pueden parecerles una pérdida de tiempo. Algo que puede ser tan sencillo como dos niños jugando cooperativamente al Super Mario.

Ramos-Paúl invita a que los padres jueguen con los hijos para así comprobar las posibilidades que tiene este medio de entretenimiento. “La clave es perderles el miedo y no demonizarlos”, asegura. Bien aplicados, juegos como Minecraft podrían ser una poderosa herramienta educativa para la nueva generación, y un interesante complemento en las aulas.

Cada vez más expertos consideran los videojuegos como un complemento educativo, por su flexibilidad y el interés que generan entre los más jóvenes. Uno de estos profesionales es la psicóloga Rocío Ramos-Paúl, conocida por el programa de televisión Supernanny, que ha redactado un decálogo con consejos para aquellos padres que quieran introducir a sus hijos en este mundo, pero no sepan cómo hacerlo.

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