Apple lanza los nuevos iPad: "Es lo mismo, pero no es igual..."

Zzz… Twitter se duerme. Los que quieran alimentar el “con Jobs esto no pasaba” tienen carnaza para aburrirse. Uno no sabe en qué punto sucedió, pero las keynotes de Apple han perdido su salsa. Antes, en la época del cofundador de la compañía, las presentaciones de la firma estaban rodeadas de un halo de misterio y expectativas disparadas que rompían todas las barreras y enloquecían internet. El pragmático Cook ha convertido en casi soporífero uno de los momentos estelares del año en tecnología, pero que nadie ponga el grito en el cielo: está todo calculado.

El nuevo estilo lleva el marchamo de un hombre de números.El protagonismo ahora lo tienen los productos, de los que sabemostodo ya de antemano. Antes las keynotes eran vividas en directo por un número limitado de medios, pero ahora se retransmiten en streaming. ¿Es peor esta estrategia? Que se lo pregunten a los accionistas: no cabe tanto número en la cuentay la firma sigue batiendo récords de ventas.

Tras el sopor llególa esperada renovación de los iPads. Un sonriente Tim Cook mostraba a la audiencia el nuevo iPad Air 2 y, un momento… ¿un déjà vu? Sí, a simple vista era difícil distinguir si el Cook en rabioso directo era el mismo que el que sostuvo el modelo precedente con la misma sonrisa. Todo parecía grabado en slow motion: mismo fondo, mismos protagonistas, mismo discurso y… ¿el mismo producto?

Uno podría decir a simple vista que sí, al menos por el aspecto, pero un repaso a las especificaciones de los recién llegados nos dabauna idea de que el listón se elevaba todavía más, y eso que hablamosde unas tabletas superventas queostentan el índice de satisfacción más elevado del mercado. El iPad Air 2 mejora todo lo presentado por su predecesor, y no es fácil: todavía más fino, con cámara de 8 megapíxeles (sí, Apple sigue apostando por el potencial de los tablets como cámaras) y como era de esperar, TouchID.

No entusiasman… pero tampoco importa

Otro tanto podemos decir del iPad mini que en su tercera versión incorpora el sensor de huella, y comparte con su hermano mayor todas las mejoras en cuanto a cámara, procesadory una interesante tecnología de pantalla que minimiza los reflejos en exteriores.

A diferencia del Air, el mini mantiene el mismo diseño y no hay ningún retoque o rebaja de grosor en este sentido, pero, qué quieren que les diga: este modelo no lo necesita realmente. El iPad mini disfruta de un equilibrio entre formato y prestaciones casi perfecto para la mayoría de los usuarios, aunque los que deseen una pantalla de mayores dimensiones por eluso que hacen de la tablet, sin duda agradecerán el nuevo hardware en el iPad Air.

Y la pregunta del millón: ¿merece la pena comprar los nuevos modelos si se tienen los precedentes? Apple cuenta ya con que el periodo de renovación de tabletas es, por fortuna para nuestros bolsillos, superior al de los smartphones.Sin embargo, la comodidad del TouchID es ya de por sí un sólido argumento parahacer números.

Comosuele suceder en las presentaciones de la firma californiana, los movimientos de calado se hacen entre bambalinas.Atentos a la rebaja de precio de las versionesanteriores: 100 euros por prescindir de las mejoras presentadas hoy en un formato muy similar. Los modelos viejos se hacen mucho más accesibles para un segmento del mercado que no estaba dispuesto a pagar tanto por los premium.

¿Decepciona Apple? Si las expectativas estaban puestas en ver modelos rompedores, desde luego que decepciona. ¿Importa? No, nada. El guión está escrito: los nuevos modelos se venderán como churros y habrá problemas de suministro. Y por cierto, ni una palabra del ‘bendgate’, porque no la merecía, y a ver quién le tose a Cook ahora mismo. En definitiva, nuevos modelos que son calcados a los anteriores pero con mejoras en prestaciones para su propio mercado. A uno le viene a la cabeza el divertido spot de “Martes y trece” sobre el detergente ‘Gabriel’: “es lo mismo… pero no es igual”.