A la caza de Undulatus asperatus, la última nube por descubrir

Donde algunos ven una cara, un gato o un dragón, otros ven cúmulos, cirros, estratos y nimbos. La clasificación de las nubes no tiene nada que envidiar a la de los seres vivos, y el Atlas internacional de nubes recoge multitud de géneros, especies y familias de este –ignorado por la mayoría– fenómeno meteorológico.

Undulatus asperatus es un nombre que ha desatado la polémica entre los aficionados a mirar nubes, y la que podría ser la primera incorporación en casi cincuenta años. Fue propuesto en 2009 por Gavin Pretor-Pinney, fundador de la Sociedad para la Apreciación de las Nubes, y cuyo nombre proviene del latín aspero debido al rugoso aspecto que presenta. "Es como la superficie de un mar agitado visto desde abajo", explica a Teknautas el meteorólogo José Miguel Viñas.

Laobsesión clasificatoria podría parecer irrelevante para muchos, pero el miembro de Digitalmeteo, Emilio Rey, explica a Teknautas que “es interesante porque cada una tiene sus consecuencias”. Por ello el análisis de las nubes permite conocer las condiciones atmosféricas y predecir tormentas, inundaciones y nevadas.

Nubes efímeras cazadas por 'smartphones'

"Las nubes son efímeras, unas se transforman en otras y aunque hay una serie de patrones que se repiten, cada una es única y su variedad es muy grande", añade Viñas. El meteorólogo explica que gracias a las cámaras digitales integradas en los smartphones, ahora es posible cazar una formación como esta, "mucho más rara que otras".

Quizá por este motivo existe una disertación del Departamento de Meteorología de la Universidad de Reading (Reino Unido) que intenta demostrar, en sus 73 páginas, la existencia de la escurridiza nube. Ni con esas la Organización Meteorológica Mundial (WMO por sus siglas en inglés), responsable del atlas, acepta la inclusión –de momento– de Undulatus asperatus entre sus páginas.

Afortunadamente ya se prepara una nueva edición del Atlas internacional de las nubes –la primera en cuatro décadas y la primera disponible online–, de ahí el empeño de Pretor-Pinney y otros nubólogos para que, esta vez sí, la rugosa nube se reúna de manera oficial con sus hermanas.

Un motivo para mirar arriba

Por lo menos ya existe una definición oficial por parte de un equipo de la WMO, el paso previo a su aceptación: "Las variaciones en los niveles de iluminación y densidad de la nive puede provocar efectos visuales dramáticos", explicaban.

Su conclusiónfue que la siguiente edición del atlas debería incluir al undulatus, aunque la decisión final depende de una comisión del WMO. Para Pretor-Pinney, lograrlo sería un paso más en la “democratización de la observación científica a través de internet”, pero sobre todo “daría al público un motivo para mirar arriba”, tal y como explica The Verge.

“Undulatus hay muchos tipos, pero la variedad asperatus no existía hasta ahora”, asegura Rey. Aunque el experto considera que es posible que la huidiza nube merezca su propio nombre, ve toda esta discusión como una forma más de divulgar la meteorología.

Podría parecer extraño que, mientras que ya hay sondas en Marte, el ser humano todavía desconoce las nubes de su propio cielo. Rey asegura que algunas, como si de animales se tratase, “solo se encuentran en lugares concretos y en unas circunstancias específicas”.

A pesar de esto el experto en meterología no cree que puedan descubrirse muchas más nubes porque “ya se sabe mucho de la atmósfera”. Por ello mismo sería más meritorio el bautismo de Undulatus asperatus, quizá la última nube por descubrir.