Sólo el Xperia Z da la cara: Sony cuadruplica sus pérdidas estimadas

No terminan de arrancarlo. Sony, que llevaen números rojos desde 2007 -con la excepción de 2012-, prevé que este año también será malo. Concretamente casi cinco veces peor de lo esperado. De los más de 300 millones de euros en pérdidas que estimaba a los 1.656 que ahora afloran. En plena caída libre, todavía queda por ver cuáles serán los resultados finales, aunque sus inversores ya saben que no recibirán dividendo por primera vez desde que empezase a cotizar en 1958.

El problema, detalló el presidente Kazuo Hirai, reside en el deterioro de su plan empresarial para los móviles en los últimos dos meses. De la gama Xperia, que aborda todos los segmentos, solo la premium, la Z, parece estar dando la cara. Se trata de una circunstancia especialmente inadecuada, dado que Sony ha abandonado sulíneade portátiles Vaio y postergado la innovación de sus televisores Bravia en favor de su división de móviles, que ahora también pierde pie. Así las cosas, solo PlayStation mantiene el tipo en el mercado.

"Nuestro plan inicial contemplaba expandirnos en el mercado, pero al ver lo difícil de la situación, vamos a buscar la rentabilidad y la estabilidad en el sector", explicó Hirai, que ha anunciado un plan para aligerar la división de móviles en un 15%, lo que supondría el despido de 1.000 trabajadores. Desde Sony lamentan, una vez más, los "cambios significativos" que se producen en el mercado de los móviles, y señala la irrupción de los fabricantes chinos como uno de los contratiempos que están acusando los fabricantes tradicionales.

No le temblará el pulso

Hirai, que accedió al cargo en 2011, tiene por delante la difícil labor de reflotar la compañía. Ya ha demostrado que no le tiembla el pulso con la tijera: primero se deshizo de Vaio, después despidió a 5.000 empleados y ahora hay otros 1.000 en la picota. Una de las teorías que manejan en las plantas nobles pasa por adelgazar las gamas bajas en favor de la línea Z, con mejores ventas y, supuestamente, más margen de beneficio. "Estamos cambiando nuestra estrategia de uno destinado a ampliar la cuota de mercado y volumen de ventas a uno que se centra en la rentabilidad", sostiene el presidente.También esperan ayudar al balance vendiendo su sede en Tokio, en la que han permanecido durante los últimos sesenta años.

No obstante, aunque los analistas le imploran que abandone el negocio de los televisores, donde las marcas chinas y, sobre todo, Samsung le han cogido la delantera, Hirai insiste en que se trata de un negocio estratégico de la compañía. Desde enero de este año su calificación crediticia se considera 'bono basura'.