Twitter reconoce que 23 millones de sus usuarios son falsos

Cada vez resultamás difícil de identificar qué cuentas o perfiles de los que encontramos en Twitter son verdaderos,o si estamos ante uno de los numerosos fakeso cuentas falsas que tanto abundan en la popular red social.

Desde Twitter habían informado que su base de usuarios activos estaba creciendo, perohan reconocido que no todas las cuentasactivas son necesariamente un ser humano real de carne y hueso. Es más, dan un número: 23 millones de sus cuentas las llevan robots.

Junto a los perfiles verificados de estrellas de todos los ámbitos existen todo tipo de robots encargados de utilizar el servicio para ofrecer, en los mejores casos, información o publicidad.

Millones de seguidores que no te harán más influyente

Twitter ha actualizado su presentación señalando que las cuentas llevadas por un robot representan el 8,5% del número total de usuarios activos a finales de junio. Eso es más o menos 23 millones de altavoces que no son humanos.

Esto significa que cuando se habla de cifras de seguidores en la red de microblogging puede no ser un número tan real como parece, ya que si una cuenta verídicaes seguida por la mitad de esas máquinaspodría conseguir millones de seguidores pero no sería más influyente, pues ninguno de ellos haría RT o marcaría tuits como favoritos.

Aún así, no se trata de la única red social con este tipo de problema.La red social más grande del mundo, Facebook, que según sus estimaciones en marzo de este año tenía más de 1.280 millones de cuentas de usuarios,advierte en sus estadísticas que más de 100 millonesson falsas, duplicadas o dedicadas a hacer spam.

El porqué de este mercado negro de 'followers'

Además de los propósitos directamente delictivos, como la creación de cuentas para enviar vínculos de malware o de spam, el uso fundamental responde al intento de simular un nivel de relevancia que no se tiene o que no se ha obtenido aún.

En muchos casos se puede hablar de personas que, o bien perciben un beneficio del hecho de aparentar una influenciamayor de la que tienen, como podría suceder con políticos, o usuarios que acceden a Twitter y necesitan generar uncrecimiento elevado, que puede resultar difícil o más lento de obtener si parten de un número reducido.

Estas cuentas, cada vez más difíciles de identificar, incluyen imágenes de perfil, biografía e incluso un gran número de seguidores entre los que, sin saber que es un perfil falso, nos podemos encontrar.

El mercado negro de followers no parece disminuir, sino que se estabiliza en todo tipo de redes sociales. Se hace así necesario un sistema que permita dar relevancia a una cuenta no por el número de seguidores, sino por la actividad de la misma.

Si se encuentra un tuit que sospecha que puede proceder de una cuenta falsa, puede reportarlo a través de este enlace para que Twitter tenga constancia de ello.