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Vacaciones entre cables
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CLAUSURA DE LA NOVENA EDICIÓN DE LA TLP

Vacaciones entre cables

Casi 40.000 jóvenes se dan cita en la Tenerife Lan Party, un plan de verano alternativo que pasa por cargar el ordenador y reunirse en una nave industrial

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"He pasado por delante del Recinto Ferial y está lleno de gente. ¿Hay un concierto o algo así?", dice una voz femenina al otro lado de la radio del taxi que nos conduce a la Tenerife Lan Party. Nuestro conductor, aunque sabe lo que allí se cuece, opta por no responder. Tiene sus razones: explicar a alguien de mediana edad cómo se divierten los veinteañeros más geeks del paístrasciende una conversación de onda corta.

Porque el concepto de las Islas Canarias como paraíso de sol y cerveza barata quedó atrás. Las playas siguen ahí, por supuesto, pero hay quien prefiere echarse el ordenador a la espalda y encerrarse en un recinto de 8.000 metros cuadrados durante seis días. Son, en su mayoría, jóvenes de entre 19 y 21 años quese disfrazan, hacen amigos y, sobre todo, juegan a títulos como League of Legends, diseñados para la interacción entre múltiples jugadores de modo online. "Ha matado al World of Warcraft, que es a lo que todos jugábamos antes. Ahora todo el mundo juega al League of Legends, es mucho mejor", dice uno de los asistentes.

Aprovechando la ola de interés, los organizadores han invitado a algunos de los mejores jugadores internacionales. Se enfrentansobre un escenario con público, mucho público, en un espectáculo curioso como pocos. Las batallas se desarrollan casi en silencio, interrumpidas si acaso por gritos solitarios de ánimo hacia un equipo. De repente, en un mar de 20 minutos de silencio, comienza el murmullo; no dura mucho, apenas cinco segundos, y ¡zas!, éxtasis de los asistentes. "¿Qué pasa?", comentan asustadoslos que pasan por allí. Lo que ha sucedido es que un equipo ha matado a la criatura más poderosa del rival, aunque para entenderlo en toda su extensión se necesitan unas horas de vuelo con el videojuego.

Seis mil peticiones por minuto

Pero todo esto tiene lugar en la zona para visitantes, donde los gamers coexistencon una raza afín, los cosplayers, que habitan extravagantes disfraces basados en cómics japoneses. Suya es la nota de color y también una parte importante de los ingresos de la Tenerife Lan Party, dado que acuden en masa (este año han pasado cerca de 40.000 visitantes) y se dejan lo suyo en los puestos de merchandising. "Yo soy de la isla, he venido a comprarme un par de camisetas con unos amigos. No entiendo cómo ésos se pueden pasar cinco días tirados, sin lavarse", dice uno con un gorro de Pikachu.

Se refiere a los 2.000 asistentes -o teleperos-de la Lan Party, quienes portan la esencia del evento. Esperan la cita durante todo el año, por eso es complicado verles lejos de sus ordenadores durante los cinco días que pasan en el recinto ferial. "Pusimos 1.500 entradas a la venta en internet y se agotaron en dos minutos. ¡Eso son más de 6.000 peticiones por minuto! Luego hacían trucos, como pulsar F5 para refrescar la página y así poder conseguir más", explica Verónica Martín, una de las organizadoras de la TLP. Las otras 500 localidades se adjudicaron en la puerta, con sus respectivas colas de 24 horas.

Esta edición hay un cierto malestar con la prensa. Al parecer la televisión pasó un corte en el telediario en el que se presentaba a los teleperos como frikies que pasaban días comiendo pizza sin ducharse. "Mira, la mayoría somos de la isla y vamos a casa todas las noches a ducharnos y dormir", dice una chica mientras toma un trago de una bebida energética. Para los demás la organización ha dispuesto de duchas y una sala llena de casetas para que duerman, en pareja si lo desean. No obstante, sí es cierto que algunos optan por tirar el colchón bajo su puesto y conciliar el sueño al calor de su CPU.

Jugando entre lápidas

Dando un paseo por el recinto llama la atenciónlo excelente de la organización. Semantiene controlados a los jóvenes a través de una tarjeta que tienen que pasar al atravesar una de las cuatro zonas de control, de modo que siempre se puede saber dónde se encuentra una determinada persona. También se les ha prohibido beber alcohol o entrar borrachos al recinto, e inexplicablemente los chavales lo cumplen. Algunos salen a beber cerveza a los bares aledaños, pero se cuidan de no volver borrachos. "Si te pillan, no entras", comentan entre risas. Lo que no alcanza el personal del seguridad lo arreglan los 150 voluntarios que patrullan las 24 horas del día.

Podría parecer un evento organizado por especialistas, pero lo cierto es que comenzó entre lápidas. En 2005, unos estudiantes de informática de la Universidad de La Laguna acudieron a una funeraria abandonada para hacer un trato. Le propusieron al dueño limpiarle y retirar las lápidas de la nave a cambio de consagrarlo como su local de juego online particular. El funerario accedió, pero no los vecinos, que pusieron el grito en el cielo por el ruido que causaban en sus partidas. La situación precisó de la intervención del alcalde, que finalmente les cedió el polideportivo local. Aunque Antonio Cabrera y sus compañeros de clase aún no lo sabían, acababa de nacerla Tenerife Lan Party,

Hoy, mientras otras lan parties de España pierden pujanza, TLP bate récords de asistencia edición tras edición. Es la única en ofrecer actividades relacionadas con el manga además de contar con el mejor catálogo de playas: "Estamos encantados de seguir creciendo, pero no sabemos si vamos a poder hacerlo mucho más. Este, que es el recinto más grande de la isla, está hasta arriba, y además la capacidad eléctrica tiene un límite. Bueno, algo se nos ocurrirá", zanjan los organizadores entre risas.

"He pasado por delante del Recinto Ferial y está lleno de gente. ¿Hay un concierto o algo así?", dice una voz femenina al otro lado de la radio del taxi que nos conduce a la Tenerife Lan Party. Nuestro conductor, aunque sabe lo que allí se cuece, opta por no responder. Tiene sus razones: explicar a alguien de mediana edad cómo se divierten los veinteañeros más geeks del paístrasciende una conversación de onda corta.

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