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Otros casos en los que Facebook sirvió como campo de pruebas
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es una fuente de datos sociales muy valiosa

Otros casos en los que Facebook sirvió como campo de pruebas

El experimento de Facebook con sus usuarios ha levantado polémica, pero no es el primer estudio que se hace utilizando sus datos para conocernos mejor

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Durante el pasado fin de semana saltó la noticia y con ella todas las alarmas: Facebook reconocía haber manipulado lo que ven sus usuarios al entrar en su cuenta como parte de un experimento para estudiar el contagio emocional. Con la colaboración de científicos de las universidades de Cornell y California, la red social alteró los algoritmos de miles de cuentas para cambiar el contenido de la información que recibían y comprobar el impacto sobre sus emociones.

El estudio ha levantado mucha polémica, y no son pocos los que recriminan a Facebook una importante falta de ética en el hecho de utilizar a usuarios como conejillos de indias. La empresa de Zuckerberg se defiende, alegando que comprender las reacciones de sus usuarios a los contenidos es parte de su función, y que en cualquier caso, el estudio se llevó a cabo respetando escrupulosamente sus políticas y términos de uso.

El revuelo en esta ocasión está causado por el papel activo y manipulador de la red social al experimentar con los usuarios, pero no es ni mucho menos la primera vez queutiliza a sus usuarios como campo de pruebas. La cantidad de datos que aportan (de forma libre y voluntaria) es una fuente de datos de valor incalculable, y Facebook lo sabe.

Dentro de la propia empresa, el grupo Data Science (uno de cuyos miembros ha participado en el polémico estudio) se encarga de minar la información que genera Facebook, y ha publicado una gran cantidad de paperscon la información que obtiene, siempre estudiada de forma agregada y anónima.

Sus temas de análisis son de lo más variado: desde la diferencia de edad entre parejas heterosexuales (a nivel internacional, el hombre es de media 2,4 años mayor que la mujer), hasta el uso que los discapacitados visuales dan a Facebook (menos fotos, más actualizaciones de estado que la media), pasando por cómo los contactos nos ayudan a encontrar trabajo (nos ayuda más hablar con nuestros contactos más cercanos que con los más casuales). Cualquiera puede darse una vuelta por la página del equipo y aprender todo tipo de curiosidades sobre la sociología de Facebook

Pero, como ha contado a Teknautas Jorge Morell, abogado especializado en términos y condiciones de servicios en internet, Facebook también permite a grupos investigadores externos recoger automáticamente datos de los usuarios, si bien es necesario solicitar un consentimiento expreso por escrito. Sin embargo, dependiendo de la información a estudiar, “podrías acceder a datasets que alguien ya haya recogido y cuya publicación haya sido autorizada. No son difíciles de encontrar”.

Eres lo que “te gusta” en Facebook

Un clic en “me gusta” parece algo sin mayor importancia, pero según científicos de la Universidad de Cambridge, en colaboración con Microsoft, con ello estás revelando mucho más sobre ti de lo que crees, incluyendo tu edad, tus tendencias políticas, si tienes un cociente intelectual alto o bajo, si eres introvertido, si eres gay e incluso si consumes drogas.

El estudio se llevó a cabo analizando datos de 58.000 usuarios que proporcionaron los datos voluntariamente a través de una app. Después se les hicieron preguntas sobre sí mismos, para ver si las predicciones eran correctas.

Según las conclusiones, publicadas en la revista PNAS, el modelo distinguió correctamente entre hombres homosexuales y heterosexuales en un 88% de los casos, entre afroamericanos y caucásicos en un 95% de las ocasiones y entre conservador y liberal en el 85% de los casos, por citar algunos de los hallazgos. Los investigadores habilitaron un test de personalidad para que cualquiera someta su cuenta de Facebook a este escrutinio y compruebe si la descripción es o no acertada.

Demasiado Facebook te deprime

Los seres humanos somos sociales y la interacción con otros individuos influye directamente sobre nuestro humor. Sin embargo, las relaciones personales han cambiado en los últimos años, centrándose cada vez más en el plano digital en vez de cara a cara. Científicos de la Universidad de Michigan trataron de determinar cuál es la influencia sobre nuestra felicidad de estas nuevas relaciones.

Según sus conclusiones, publicadas en la versión online de PLOS ONE y recogidas por Scientific American, Facebook nos ayuda a sentirnos conectados, pero no necesariamente nos hace más felices. De hecho, el uso de esta red social predice un descenso en el bienestar del usuario. “A primera vista, Facebook es una herramienta muy valiosa para cubrir esa necesidad básica que es la conexión social. Pero en vez de reforzar nuestro bienestar, hemos descubierto que el uso de Facebook predice el resultado opuesto: lo reduce”.

Para llevar a cabo el estudio, reclutaron estudiantes en un campus universitario, y les hicieron rellenar un cuestionario previo, en el que incluían una evaluación de su nivel general de satisfacción respecto a su vida. Después, durante dos semanas, les hicieron responder periódicamente a una serie de preguntas para conocer su nivel de bienestar en relación con su uso de la red social.

El estudio, sin embargo, contaba con importantes limitaciones, como por ejemplo, la edad de los participantes: todos tenían en torno a 19 años, lo que impide generalizar las conclusiones a otros grupos de edad. Los propios científicos señalaron la necesidad de seguir investigando la cuestión.

Tus amigos no están tan de acuerdo contigo como crees

Según el equipo de investigadores de Microsoft encabezado por el científico computacionalSharad Goel, tenemos la tendencia a asumir que nuestros conocidos tienen las mismas ideas que nosotros en lo que se refiere a la actualidad, especialmente en lo que se refiere a asuntos polémicos. Pero lo cierto es que sobreestimamos el nivel de coincidencia de nuestras opiniones respecto a las de los demás.

Los autores crearon un juego en el que los participantes tenían que describir sus opiniones respecto a asuntos políticos candentes (la situación de Israel y Palestina o una inminente subida de impuestos, entre otros), y después tratar de adivinar cómo responderían sus amigos a las mismas preguntas. Utilizando la red de contactos de Facebook, esos amigos estaban haciendo lo mismo.

Durante el pasado fin de semana saltó la noticia y con ella todas las alarmas: Facebook reconocía haber manipulado lo que ven sus usuarios al entrar en su cuenta como parte de un experimento para estudiar el contagio emocional. Con la colaboración de científicos de las universidades de Cornell y California, la red social alteró los algoritmos de miles de cuentas para cambiar el contenido de la información que recibían y comprobar el impacto sobre sus emociones.

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