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Abandona a su hija en un Burger King y la recupera 27 años después... en Facebook
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la dejó en un baño nada más nacer

Abandona a su hija en un Burger King y la recupera 27 años después... en Facebook

La vida de Katheryn comenzó de forma atropellada. Su madre la abandonó en los baños de un Burger King. Tras muchos años la encontró en Facebook

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La vida de Katheryn comenzó de una forma atropellada. Sus primeras bocanadas de aire se produjeronen los baños de un Burger King. Aquel aliento vital no llenó los pulmones de la pequeña del aséptico olor a quirófano sino del hedor de unos retretes con el tráfico propio de un fastfood. El llanto de la madre no fue de emoción, sino de frustración. Un grito contenido de ira y dolor, mucho dolor, acumulados durante las largas semanas de embarazo. Aquella fría mañana del 15 de septiembre de 1986 fue testigo del nacimiento de una preciosa niña y de una dolorosa separación: su madre abandonó el local sin mirar atrás dejando tras de sí la rabia y una preciosa niña llorando en los servicios. Había nacido "la chica del Burger King".

Los años pasaron y Katheryn creció con la espina clavada de no conocer a sus padres. No le faltó cariño: creció en el marco de una familia adoptiva que la quiso como a una más de la casa y su vida transcurrió con normalidad, manteniendo la secuencia estudios, trabajo, familia e hijos. Superó con nota el vacío de quien ha sido abandonado en unos baños. Pero aquella espina le acompañó durante toda su vida. ¿Por qué había sido abandonada como a un perro? ¿Qué había sucedido? ¿Quién era su madre?

La vida de Katheryn transcurrió con el constante tormento de estas preguntas, hasta que un día dijo basta. Necesitaba conocer esa pieza tan importante del puzle. "Si no eres adoptado no puedes entender lo que se echa en falta no saber quiénes son tus padres", reconocería más adelante. Pero... ¿cómo dar con su madre sin contar con un solo dato?

No había pistas. La hemeroteca y los registros policiales terminaban en vía muerta. Katheryn fue abandonada por una mujer que dejó apresuradamente el local de la conocida cadena de restauración en la localidad de Allentown, Pensilvania. A partir de ese punto, la información se pierde en un vacío insoportable, casi tanto como el que siente la joven.

La única pista que hay es una llamada a la policía pocos días después de una mujer que aseguró haber llevado en su coche a la embarazada al Burger King, pero colgó súbitamente al temer ser detenida. La pista se desvaneció en la nada. Aquello era como encontrar una aguja en un pajar, pero Katheryn optó por emplear las redes sociales en su desesperacióny contaba, para ello, con el firme apoyo de sus padres adoptivos. Nuevos tiempos, nuevas armas.

Facebook al rescate

Así, el pasado 2 de marzo creó un perfil de Facebook al efecto publicando una foto con un cartel escrito a mano y el mensaje en el que resumía su breve historia. "Busco a mi madre biológica", arranca, "me abandonó en los baños de un Burger King. Ayudadme a encontrarla compartiendo esta foto. Tal vez ella la vea...".

No hay rencor ni ira, sólo el genuino deseo de un reencuentro necesarioy la imagen de una joven sonriente. La sonrisa de quien ha logrado dar la vuelta a una vida complicada y que ahora añora cerrar definitivamente las heridas. Katheryn sonríe a la cámara y su mirada anuncia esperanza, y el deseo del reencuentro. La mirada de una luchadora que ha doblegado la resistencia de sus seguidores, anestesiados ya por interminables invitaciones a partidas de Candy Crush y una inagotable fuente de fotos y chistes que inundan Facebook.

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Aquello era distinto. Menuda historia. Los seguidores comenzaron a compartir la foto en cuestión de segundos y la magia de las redes sociales hizo el resto. Cerca de 30.000 personas compartieron en sus perfiles la estampa y el milagro no tardó en llegar. Transcurridas apenas tres semanas desde que publicara la foto en su perfil, una mañana recibió el mensaje por el que había esperado 27 años de su vida: su madre biológica contactó con ella y estaba deseando conocerla.

Y llegó el esperado momento. El reencuentro fue intenso y organizado por un abogado. No ha trascendido el contenido de lo que sucedió a puerta cerrada pero se sabe que Katheryn lo primero que le dijo fue "¿Puedo abrazarte?", y por supuesto que podía. El abrazo fue largo y el círculo por fin se cerró. La "chica del Burger King"había conseguido, a través de Facebook, volver a unos orígenes difíciles de asumir.

¿Por qué fue abandonada?

Los usuarios de la red social han celebrado el final feliz de la historia pero quedaba por resolver la incógnita: ¿por qué había sido abandonada Katheryn? Según hemos podido saber, su madre biológica fue violada en un viaje al extranjero y con 17 años, no tuvo el valor suficiente para confesar lo sucedido a su familia. Ocultó el embarazo y llegado el momento, dio a luz en solitario. "Me dejó en un sitio en el que estuviera segura de que me encontrarían", justifica la joven, que ha perdonado del todo a su madre.

La joven parece haber perdonado el comportamiento de su madre pero... ¿lo ha hecho la red?

"Ella es mejor de lo que pudiera imaginar", confiesa tras ese encuentro que marca el comienzo de una nueva relación que va a continuar con una fiesta en la que estarán todos, incluidos nietos y padres adoptivos. La joven parece haber perdonado el comportamiento de su madre pero... ¿lo ha hecho la red?

A juzgar por los comentarios no hay un veredicto claro: unos comprenden el proceder de la madre, pero otros lo censuran argumentando que había otras opciones. Nos quedamos con las palabras de John Waldron, el abogado que presenció el encuentro: "Ha sido el momento más intenso, alegre y emocional que he presenciado en toda mi vida".

La vida de Katheryn comenzó de una forma atropellada. Sus primeras bocanadas de aire se produjeronen los baños de un Burger King. Aquel aliento vital no llenó los pulmones de la pequeña del aséptico olor a quirófano sino del hedor de unos retretes con el tráfico propio de un fastfood. El llanto de la madre no fue de emoción, sino de frustración. Un grito contenido de ira y dolor, mucho dolor, acumulados durante las largas semanas de embarazo. Aquella fría mañana del 15 de septiembre de 1986 fue testigo del nacimiento de una preciosa niña y de una dolorosa separación: su madre abandonó el local sin mirar atrás dejando tras de sí la rabia y una preciosa niña llorando en los servicios. Había nacido "la chica del Burger King".

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