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El emprendedor africano que salvó a su pueblo con molinos de viento
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llevó a su aldea electricidad y agua potable

El emprendedor africano que salvó a su pueblo con molinos de viento

Una hambruna le obligó a dejar la escuela, pero aprendió a fabricar molinos en una biblioteca para ayudar a su familia y a su aldea a salir de la pobreza

Foto: William Kamkwamba trabaja en uno de sus molinos de viento
William Kamkwamba trabaja en uno de sus molinos de viento

Hubo un tiempo en que William Kamkwamba era unomásentre los millones de niños pobres que viven en Malawi, uno de los países más necesitados de África. Ahora,ha alcanzado una fama notable.Los medios de comunicacición occidentales han contado su historiay millones de personas en todo el mundo han encontrado inspiración en las charlas que el emprendedor ha pronunciado en TED, elinfluyente foro tecnológico.

Incluso Bill Clinton es ahora mentor del joven, que tambiénha sido felicitado personalmentepor Al Gore yha ingresado en la sociedad secreta más antigua de Estados Unidos, laSphinx Senior Society.¿Qué ha hecho Kamkwamba?

Antes de descubrir las maravillas de la ciencia yo era un simple granjero en un país de granjeros pobres, pero aquel año nuestra suerte se oscureció

Su ejemplo dista mucho de parecerse a lasstartupsque estamos acostumbrados a ver todos los días levantando rondas de financiación.En 2001, una hambruna dramática asoló Malawiy tuvo que dejar la escuela. Sus padres no podían pagar la matrícula (80 dólares) de acceso ala educación secundaria."Antes de descubrir las maravillas de la ciencia yo era un simple granjero en un país de granjeros pobres, pero aquel año nuestra suerte se oscureció", relata William.

"En mi casa comíamos sólo una vez al día, por las noches", recuerda:"Miré a mi padre y después a los campos de siembra secos. Era un futuro que no podía aceptar". Se enfrentó a la situación entrandoen un biblioteca. Tenía catorceaños.

Un molino hecho de chatarra

Allí empezó a leer libros de ciencias, especialmente sobre física. Como no sabía inglés, el africano al principio sólo se fijaba en los gráficos y en las fotografías, tratando de relacionar las palabras con los dibujos

Allí empezó a leer libros de ciencias, especialmente sobre física. Como no sabía inglés, el africano al principio sólo se fijaba en los gráficos y en las fotografías, tratando de relacionar las palabras con los dibujos. Fue así como se encontrócon una imagen que cambiaría su vida: la foto de un molino de viento en un libro titulado Using energy.

"El libro decía que un molino podía generar electricidad y bombear agua,y eso significaba riego, una defensa contra la hambruna que estábamos pasando en aquel tiempo". Decidió construirlo. Pero como no tenía los materiales necesarios, tuvo que conformarse con la chatarraque encontró en un almacen cercano: el aspa de un ventilador, un amortiguador, los restos de una bicicleta, tubos de PVC...

Gracias a su primer molino, llevó la electricidad a su hogar. Con doce vatios de potencia, pudo encender cuatro bombillas y dos radios. Sin embargo, Kamkwamba queríaayudar a toda la comunidad; y para eso esonecesitaba construir un molino mayor-con el tiempo construiría varios-e instalar una bomba de agua y un sistema de riego por goteo.

También lo logró,aunque desde 2007, cuando fue invitado por primera vez a un evento TED -tardaronvarias semanas en encontrar la casa de Kamkwamba-, los inversores se volcaron con William, aportando el capital necesario para la consecución de sus proyectos. Cuando subió al escenario tenía19 años. "Antes de esa época, no había estado lejos de mi casa. Nohabía visto un ordenador. Nunca había entrado en internet nihabía visto un avión", recuerda.

Un largo camino

Antes de queentrase en aquella biblioteca, ensu aldea, Masitala, donde apenas hay cincuenta casas, no habíaelectricidad niagua potable. Diez años después, el escenario ha cambiado. Sus vecinos comenzaron tachándole de loco, pero ahora le admiran como a un héroe.

placeholder Los últimos molinos de viento construidos por el joven africano

Mientras tanto, Kamkwamba sigue su viaje. En África, retomó sus estudios de secundaria en un colegio bíblicoy luego fue admitido en la elitistaAfrican Leadership Academy, en Sudáfrica. En la actualidad, estudiaen laUniversidad de Dartmouth y su sueño es dirigir su propia empresa de fabricación de molinos, para llevar la tecnología a África.

Ahoratiene Twitter y ya ha sido invitado por Google como conferenciante científico. También ha escrito una autobiografía,The Boy Who Harnessed the Wind, donde relata su experiencia como inventor. Y el documentalsobre su vida,William and the Windmill, sigue cosechando premios, el último este añoen el festivalSouth by Southwest,en Estados Unidos.

Hubo un tiempo en que William Kamkwamba era unomásentre los millones de niños pobres que viven en Malawi, uno de los países más necesitados de África. Ahora,ha alcanzado una fama notable.Los medios de comunicacición occidentales han contado su historiay millones de personas en todo el mundo han encontrado inspiración en las charlas que el emprendedor ha pronunciado en TED, elinfluyente foro tecnológico.

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