La revolución en fotografía móvil se llama QX10, y es de Sony

Muchas cosas en esta vida dependen mucho de la perspectiva desde la que se miren. Y este planteamiento lo ha llevado a la literalidad Sony con un nuevo producto que ha sorprendido a todo el mundo.

De este fabricante uno se podría esperar una buena cámara de fotos, o un smartphone de primer nivel, pero los japoneses parecen haber resuelto el eterno dilema que sobrevuela a los amantes de la fotografía y que dudan si hacerse con una compacta, una réflex o un móvil de última generación para disfrutar de su hobby.

Quién mejor que ellos que conocen el mercado de la fotografía y de los móviles a la perfección. Y lo cierto es que parecen haber dado con una solución brillantísima para quienes todavía andan deshojando la margarita, tanto, que algunos ya señalan a su nueva criatura como el regalo estrella de estas Navidades.

Sony ha tirado hacia arriba con el precio sabiendo que lo que ofrecen es, de momento, único, y posiblemente suponga una barrera de entrada al producto para muchos

Sabemos que da pereza hablar de ese periodo del año cuando todavía arrastramos el aroma del verano, pero es que QX10, como ha sido bautizado el nuevo enfant terrible de la casa, apunta alto, y no lo hace más porque Sony ha tirado hacia arriba con el precio sabiendo que lo que ofrecen es, de momento, único, y posiblemente suponga una barrera de entrada al producto para muchos.

¿Qué es exactamente?

Se trata de un objetivo portátil y autónomo, que cuenta con su batería propia y tarjeta de almacenamiento, pero que además de poder sacar fotos por su cuenta, cuenta con un importante as en la manga: se conecta con el smartphone de forma inalámbrica. ¿Cuál es la revolución? Básicamente que resuelve el conflicto que se les plantea a los amantes de las buenas fotos: con QX10 se puede contar con una cámara casi profesional, pero con la magia y versatilidad de un móvil.

Estamos ante un objetivo de 18 megapíxels con un zoom óptico de 20x y estabilizador de imagen que, como cabe suponer, saca unas fotos de primera, pero como apuntamos, sin privar al usuario de los placeres de un smartphone. Sony ha corrido a aclarar que su equipo es en realidad una cámara completa, y de hecho lo es.

Con el QX10 (y su hermano mayor QX100) se puede enfocar, gestionar el zoom y sacar una foto sin necesidad de nada más. La instantánea quedará almacenada en la tarjeta de memoria como en cualquier cámara digital del mercado. Pero realmente el salto de este producto lo encontramos cuando lo emparejamos de forma inalámbrica con el smartphone.

El periférico perfecto

Sony soporta las plataformas Android e iOS, y basta con conectar el smartphone al producto estrella bien a través de NFC o Bluetooth, para que el QX10 se convierta,de repente, en un periférico del móvil. De hecho, a partir de ese punto y ejecutando la correspondiente app, el móvil se convierte en el visor de esta cámara vitaminada.

Al tomar una foto, ya sea desde el móvil o desde el propio objetivo, la imagen es transferida de forma automática y en segundo plano al móvil sin que el usuario tenga que mover un solo dedo

Al tomar una foto, ya sea desde el móvil o desde el propio objetivo, la imagen es transferida de forma automática y en segundo plano al móvil sin que el usuario tenga que mover un solo dedo. Aunque el verdadero juego de este equipo no se encuentra únicamente en combinar una calidad de fotografías sobresaliente con la conectividad de un móvil, sino en el uso diario del objetivo.

El QX10 no es una cámara, sino un ojoque se desprende de la misma y el asunto da para mucho. De hecho, ya han comenzado a circular por Instagram y distintas redes sociales las fotos imposiblesque permite este indiscreto ojo: desde primeros planos de gente que no es consciente de que le están fotografiando, hasta dejar el objetivo en el suelo y sacar la foto a una mascota que se acerque a curiosear este cilíndrico dispositivo. Sony los pondrá a la venta esta misma semana y por un precio de 199 euros para el benjamín del equipo, el que más va a dar que hablar.