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La lista de deseos de un niño de ocho años enamora a la red
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SU PADRE COLGÓ LOS PROPÓSITOS EN INTERNET

La lista de deseos de un niño de ocho años enamora a la red

No quiere ser famoso ni ganar dinero, sino saber cómo se forman las supernovas y conocer el secreto de la vida. Bueno, también jugar al Call of Duty

Foto: Imagen de la carta original donde el niño anónimo apuntó su lista de propósitos.
Imagen de la carta original donde el niño anónimo apuntó su lista de propósitos.

Ya se sabe, cuando da comienzo un nuevo año muchos nos proponemos ser un poco mejores, hacer ejercicio, poner en marcha algún proyecto aparcado por falta de tiempo, o dedicar más tiempo a nuestros hijos. Estos nuevos propósitos van sin duda en nuestro ADN, pero en la mayoría de las ocasiones acaban en saco roto por el fragor del día a día. Los prometedores planes contemplan, por lo general, el cumplimiento de objetivos más o menos mundanos, o a lo sumo embarcarse en algún viaje iniciático.

¿Y un niño? ¿Qué planes vitales maneja un niño de corta edad? Uno podría pensar que divertirse y dedicar el tiempo muerto a la consola o ver la tele. Esto pensaría sin duda el padre de una criatura que ha saltado de cero al estrellato en la red por un sincero plan vital que quiere acometer este año con premura. Encontró la carta por azar en algún cajón de su escritorio, y sacó una foto con su smartphone. Ya se sabe que ahora se puede pasar de cero a cien en un solo clic, y la carta de este pequeño héroe lo hizo trizas en minutos los índices de lectura de Reddit.

La carta que ha cautivado a los internautas es un plan de vida, un listado de objetivos de un niño de ocho años. No hizo falta mucho para desatar el incendio: su padre subió una foto de la carta con el sugerente título “Alcanzando las estrellas. Los objetivos de mi hijo para este curso”

Haciendo un poco de memoria, sucedió algo parecido con una niña enferma de cáncer, que suplicó una pizza desde la ventana de la habitación en el hospital y la red se volcó enviando cientos de ellas. Hoy la carta que ha cautivado a los internautas es un plan de vida, un listado de objetivos en toda regla de un niño de no más de ocho años. No hizo falta mucho para desatar el incendio: su padre subió una foto de la carta con el sugerente título “Alcanzando las estrellas. Los objetivos de mi hijo para este curso”.

"Aprender acerca de las supernovas"

Y ahí estaba. Las letras alineadas con el esfuerzo de una mano pequeña pero con el empuje de un espíritu, sin duda, muy inquieto. Nuestro anónimo protagonista abrió fuego con decisión y su primer objetivo vital apuntaba alto, muy alto: “Aprender acerca de los gases de las supernovas”. La cosa prometía. Saber historia y matemáticas es tan aburrido como necesario, pero y… ¿las estrellas? ¿quién nos enseña lo que sucede ahí arriba? De este año no pasaba, pensaría el chaval.

El siguiente objetivo en la lista sonaba a un desafío personal, a un reto al que nuestro muchacho se había visto sometido y había tenido que rehuir humillado: “beber tres botellas de leche en un día sin ir al baño”. Sonaba a apuesta a la puerta del cole que terminaba con caras largas y disgusto entre los que se habían retado. Y este año era el elegido para demostrar al resto que sería capaz de lograrlo.

Los comentarios en Reddit se amontonaban ante un divertidísimo público que destripaba cada punto buscando leer entre líneas y sin duda, empatizando con este jovencísimo soñador.

El último punto de esta criatura tenía su miga: “Saber cómo”. Así, a secas, sin nada en concreto. Averiguar y descubrir. Y eso con ocho años

Y tocaba el turno, cómo no, de conocer los orígenes del ser humano y mirando nuevamente al firmamento: “¿llegamos a la tierra a través de un agujero de gusano o viajando en el tiempo?” Pero la diversión de los lectores no había hecho más que empezar, porque este soñador niño tenía su lado más golfillo y que tocó la fibra de los asiduos al conocido promotor de noticias.

"Saber cómo", sin más

“Jugar a Call Of Duty con Ethan y Matthew”, esta estrella había tocado uno de los tótems de muchos jóvenes con ese guiño a COD, una saga de videojuegos que ha hecho historia, aunque el verdadero flechazo en este inesperado idilio llegó cuando nuestro protagonista: “comer una ristra de costilla cubierta en beicon”. El asunto dio muchísimo juego, y entre los más de 1.500 comentarios (se dice pronto) muchos usuarios debatían sobre esta combinación en la preparación de la vianda. Hay quien osó criticar al pobre crío por su peculiar plan de gestión vital, pero fue rápidamente acallado por la mayoría.

Hubo quien respondió al crítico con un mix de todo lo presentado por nuestro chico: “Quédate en tu torre de marfil y tu moralina, yo prefiero comer costilla con beicon mientras juego a COD y averiguo qué narices sucede con los agujeros negros”. Pero como suele suceder, lo mejor se deja para el final. El último punto de esta criatura tenía su miga: “Saber cómo”. Así, a secas, sin nada en concreto. Averiguar y descubrir. Y eso con ocho años.

Ya se sabe, cuando da comienzo un nuevo año muchos nos proponemos ser un poco mejores, hacer ejercicio, poner en marcha algún proyecto aparcado por falta de tiempo, o dedicar más tiempo a nuestros hijos. Estos nuevos propósitos van sin duda en nuestro ADN, pero en la mayoría de las ocasiones acaban en saco roto por el fragor del día a día. Los prometedores planes contemplan, por lo general, el cumplimiento de objetivos más o menos mundanos, o a lo sumo embarcarse en algún viaje iniciático.

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