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'Yayoemprendedores', o cómo montar un negocio con más de 60
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LAS 'STARTUPS' DE LOS MAYORES

'Yayoemprendedores', o cómo montar un negocio con más de 60

El sustantivo emprendedor suele ir precedido del adjetivo joven, pero la creación de empresas no entiende de edad. La crisis ha impulsado el fenómeno

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Según las estadísticas, la edad media del emprendedor español es de 38,6 añosyel 59% de los creadores de empresas ya han participado en proyectos similares anteriormente. No parecen precisamente jovenzuelos. En los medios, el sustantivo emprendedor suele ir precedido del adjetivo joven, valorando la mayor parte de las iniciativas sólo por la circunstancia de su edad. Desde la clase política, se emite un mensaje similar.

Sin embargo, los casos de éxito suelen ocurrir, con la excepción de superestrellas juveniles,a una edad tardía, cuando el emprendedor ha adquirido la experiencia suficiente para quesuproyectocristalice.

En España, la crisis ha dañado el empleo juvenil, pero también ha afectado de forma profunda a los rangos de edad más altos, donde las posibilidades de reincorporarse al mundo laboral se minimizan.

En ese contexto, emprender también se ha convertido en una salida, en ocasiones desesperada, para alargar la vida laboral y obtener una pesnsión digna, un objetivo cada vez más difícil, sobre todopor la precariedad de las condiciones de jubilación. En Alemania, cerca de un millón de jubilados deben acceder a minijobs para completar sus ingresos, y alrededor de un 10% tienen más de 65 años.

En naciones con una mayor tradición emprendedora, como Estados Unidos,hay miles ejemplos, pero en España cada vez hay más personas mayores que se lanzan, casi siempre por necesidad,a montar una empresa o darse de alta como autónomos.Muchos apuestan por una base tecnológica para su negocio.

¿Un camino de rosas?

Es el caso de Concepción Fernández, una madrileña de 61 años queacaba de lanzar una tienda online para vender bañadores, Alaguanatación.

"Cuando me divorciéme quedé en una situación muy mala y decidí que tenía que hacer algo, no morirme del asco. Yo sabía de bañadores, y con la ayuda de mis hijas y un crédito sin avales del Banco Mundial de la Mujer creé una tienda para venderlos por internet", explica a Teknautas la emprendedora. "La cosa va lenta, pero soy optimista. En mi caso,he emprendido por necesidad".

Cuando habla de las ayudas a los emprendedores mayores, se muestra, en cambio, crítica. "Por ser mayor y ser la primera vez que me hago autónoma tengo que pagar cada mes una cuota de 509 euros. Tengo 61 años, y sobre esa cantidad me cobran un porcentaje en concepto de lactancia y maternidad. Me parece absurdo".

Sobre la moda del emprendimiento, Fernández afrima que no sabe "si a los jóvenes se ayuda,pero a la gente mayor en abosluto. Parece que los únicos que tienen problemas son los jóvenes, y claro que los tienen, yo tengo dos hijas, pero cuando una persona mayor se lanza a emprender no lo hace con el ansia de un joven, a nosotros ya no nos queda tiempo", lamenta.

Diferentes perfiles

El de Concepción es un caso de una empresa en la primera fase de crecimiento, pero existen negocios fundados por personas mayores queya se pueden considerar casos de éxito.

Por ejemplo, la joyería online Diamond Ibérica,un referente del sector. Su dueño,José María García de la Fuente, tenía 70 años cuando lanzó el proyecto, en 2004. Mucho antes, en 1971, con 37 años, había montado una joyería convencional.Todo iba bien hasta que la competencia amenazó de muerte el negocio:tuvo que tomar la decisión de jubilarse o reinventarse. Optó por la segunda opción.

La trayectoria del empresario Vicente López es aún más explosiva, y su experiencia representa el perfil del emprendedor puro, capaz de crear empresas en todas las etapas de su vida. En 1986, con 45 años, dejó la empresa Xerox para convertirse en uno de los introductores de los números 900 en España, a través de su propia empresa, Teleaction, un negocio que vendió diez años después, con un beneficio de 60 millones de pesetas.

Entonces, con 55 años, cambió de sector. Fundó un restaurante, De Vinis, y un año después se embarcó en un proyectoque hoy, a sus 72 años, sigue dirigiendo, el Grupo GSS, compañía con la que en 2011 facturó casi 100 millones de euros.

¿Necesidad o vocación?

En el contexto internacional, también podemos encontrarunos cuantos ejemplos. Igual que en España, las historias personales representan perfiles diferentes de emprendimiento, desde la vocación a la pura necesidad.

Uno de loscasos más recientes es el deBob Bernstein, de 62años.Después de perdersu trabajo en el sector inmobiliario, en 2008, y convencido de que jamás encontraría uno nuevo, eligió el autoempleo. No tenía ni la más remota idea sobre cómo crear una página web, pero hoy ya es propietario de doce, entre ellas un portalde descuentos de viaje, una tienda de artículos deportivos o un centro de búsqueda de empleo.

"Trabajo desde casa, estoy totalmente centrado en lo que hago porque sé que todo es por mi familia y nuestro futuro. Estoy construyendo un negocio que es mío, en lugar de trabajar el negocio de otra persona", ha explicado el emprendedor.

Existen más nombres. Por ejemplo,Bhagwati Agrawal, un ingeniero de 68 años fundador de la compañíaSustainable Innovations. O el inspirador caso deSusan Burton, de61 años, una expresidiaria adicta a las drogas que ha dado a luz alproyectoA new way of life Re-Entry Project, un albergue para madres que han salido de la cárcel.

También nos encontramos el ejemplo deThomas Cox, un letrado de 68 años que a través deMaine Attorneys Savin Homes ofrece servicios de asesoramiento legala personas con pocos recursos, una idea similar a la deLorraine Decker (64 años), una ex planificadora financiera que ha lanzadola firma Skills for living.

Lamayoría de estosnegocios con una rotunda vocación social, pero ¿quién no conoce el viejo caso delcoronel Sanders yKentucky Fried Chicken, hoy una cadena multinacional de restaurantes que el empresario montó con 65 años, cuando acosado por las deudas recorrió Estados Unidos convenciendo a los inversores de que su receta de pollo frito era la llave para ganar millones de dólares?

Según las estadísticas, la edad media del emprendedor español es de 38,6 añosyel 59% de los creadores de empresas ya han participado en proyectos similares anteriormente. No parecen precisamente jovenzuelos. En los medios, el sustantivo emprendedor suele ir precedido del adjetivo joven, valorando la mayor parte de las iniciativas sólo por la circunstancia de su edad. Desde la clase política, se emite un mensaje similar.

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