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El fiasco de BlackBerry 10 condena a la tecnológica a un futuro incierto
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la canadiense busca posibles compradores

El fiasco de BlackBerry 10 condena a la tecnológica a un futuro incierto

El pasado 31 de enero de 2013, puntuales como clavos, BlackBerry presentó en Nueva York, en una retransmisión que pudo verse en todo el mundo

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El pasado 31 de enero BlackBerry presentó en Nueva York, en una retransmisión que pudo verse en todo el mundo por internet, su nuevo sistema operativo BlackBerry 10 y sus futuros 'smartphones'. Todo el show estaba dirigido a quitarse la pesada losa que arrastraban del pasado. Y es que gran parte de los usuarios relacionaba a los canadienses con el trabajo. Demasiado serios, demasiado rígidos. Una imagen que querían quitarse de un plumazo.

Sin embargo, este lunes, ni siete meses después, el consejo de administración del fabricante de teléfonos móviles ha decidido crear un comité especial para "explorar alternativas estratégicas" que mejoren el valor de la empresa y aumenten su tamaño.

"Estas alternativas podrían incluir, entre otras, posibles joint ventures, alianzas estratégicas o una venta de la compañía, además de otras posibles operaciones", explica en un comunicado la compañía canadiense. La pregunta ahora es: ¿qué ha pasado durante este corto tiempo?

¿Un sistema operativo demasiado complejo?

Como si de un augurio se tratase, lo cierto es que BlackBerry 10 tuvo un descorazonador arranque. Aquel mismo día de la presentación, un Thorstein Heins visiblemente nervioso, no pareció impresionar mucho a los inversores: la tecnológica se dejó en bolsa un 11%. Por suerte para la canadiense, los siguientes meses fueron más benévolos y poco después consiguió estabilizar el precio de sus acciones, hasta llegar a alcanzar su nivel más alto desde finales de 2011.

Pero la tranquilidad no duró mucho tiempo. El mes de junio BlackBerry volvió a caer en picado dejando en nada la subida acumulada desde finales de otoño del año pasado.

Por si esto fuera poco, la semana pasada IDC dibujó un nuevo mapa de los sistemas operativos muy poco alentador. En el último trimestre se pusieron en el mercado 187,4 millones de smartphones Android, haciéndose de esta forma el SO de Google con el 79,3% del mercado. Detrás se encontraba Apple, pero el tercer puesto ya no era de BlackBerry, sino de Windows Phone.

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BlackBerry descendió por debajo del 3% total con unos 6,8 millones de teléfonos vendidos, por los 9 millones de Windows Phone (gracias, en parte, al lento éxito de los Nokia). La compañía no solo no conseguía ascender puestos, sino que además perdía terreno con su rival más directo. La pregunta que sobrevoló entonces el consejo de administración fue muy clara: ¿cuáles son los motivos de este descalabro?

Para su nueva gama de dispositivos con los que pretendió recuperar el protagonismo perdido de años anteriores, BlackBerry apostó por un sistema operativo de la casa: el BlackBerry 10. En Teknautas hemos probado en numerosas ocasiones la plataforma, con muy buenos resultados. El SO incluye una Multitarea realmente efectiva por la que el usuario puede desplazarse horizontalmente sin necesidad de tener que recurrir al botón de marcha atrás; Hub, un menú al que el usuario puede acceder desde cualquier aplicación y que deja al alcance del dedo una serie de aplicaciones básicas que más utiliza, y un teclado virtual brillante, entre otras muchas funciones.

SIn embargo, son muchas las voces que han acusado a BB10 de ser complicado de manejar. En Teknautas sin ir más lejos hicimos una encuesta al respecto entre algunos usuarios. La mayoría de ellos, tras probar el SO de BlackBerry, aseguraron que era demasiado complejo.

Hay que tener en cuenta que ninguno de ellos lo conocía. Entrar en un mercado acaparado por Android y iOS siempre es complicado ya que el cliente final suele ser reacio a los cambios.

La Interfaz de Usuario (IU), es la manera que tienen los usuarios de manipular lo que aparece en las pantallas de sus dispositivos. Muchos consumidores ni siquiera reparan en este aspecto, pero implica aspectos tan importantes como la facilidad de uso, elegancia o ingenio con el que interactúan con sus productos. Algo vital en los dispositivos táctiles móviles. Cambiar a un SO distinto del que se suele utilizar es complicado para cualquiera y se necesita un tiempo mínimo de adaptación. Sin embargo, Windows Phone sufre el mismo problema, y ellos están creciendo.

Un problema con los dispositivos

Otro problema que podría estar acusando la tecnológica es con sus propios terminales.Nokia ha saturado el mercado (siguiendo la estrategia de Samsung), con múltiples dispositivos de distintas gamas. Actualmente, no sólo produce Lumia con Windows Phone sino que tiene otros móviles de gama media con el mismo sistema. BlackBerry cuenta con muchos menos.

Además, sus dispositivos Q10 y Q5 (este último, con menos prestaciones que los otros de la gama BB10), disponen de una pantalla táctil y teclado QWERTY, algo que no parece terminar de convencer a muchos usuarios. Al incorporar un teclado físico en estos terminales queda menos espacio para la pantalla, precisamente cuando la tendencia, cada vez más, es la de 5 pulgadas.

El Z10 tampoco parece haber cuajado. El pasado mes de julio el teléfono táctil de los canadienses tuvo que ver cómo rebajaban drásticamente su elevado precio tras la poca salida que tuvo en el mercado

El Z10 tampoco parece haber cuajado. El pasado mes de julio el teléfono táctil de los canadienses tuvo que ver cómo rebajaban drásticamente su elevado precio tras la poca salida que tuvo en el mercado. De acuerdo con Bloomberg, las ventas del terminal fueron de casi 1 millón por debajo de sus estimaciones en el último trimestre.

En este caso, el terminal no adolece de una pantalla pequeña como sus hermanos Q10 y Q5 sino más bien todo lo contrario. Es más grande que el iPhone 5 y más pequeño que los 'smartphones' gigantes como el HTC One o el Galaxy S4 de Samsung. Un tipo de smartphone que podría haberse hecho fuerte en ese pequeño espacio del mercado pero que finalmente no lo consiguió.

Las razones: como apuntamos, su elevado precio, su sobrio diseño que le imposibilita competir con otros terminales más vistosos como el iPhone 5 o el Lumia 925, y que no disponga de un elemento diferenciador con el resto de móviles de la competencia, que en este caso parten con ventaja ya que llevan más tiempo en las tiendas y utilizan plataformas más conocidas.

Un futuro incierto para la compañía

A pesaar de todo, el presidente y consejero delegado de Blackberry, Thorsten Heins, destacó que siguen viendo "atractivas oportunidades a largo plazo" para su modelo BlackBerry 10 y afirmó que la empresa tiene una "excepcional tecnología" y un fuerte balance. Thorstein agregó que mientras el comité desarrolla su trabajo, la dirección seguirá aplicando su estrategia de reducir costes, mejorar la eficiencia y acelerar el desarrollo de su plataforma.

Por otro lado, Prem Watsa, presidente y consejero delegado de Fairfax Financial, principal accionista de Blackberry, ha presentado su dimisión del consejo al considerarlo "apropiado" por los posibles conflictos que puedan surgir durante el proceso.

"Seguiré siendo un firme defensor de la empresa, el consejo y su dirección a medida que avanzan en este proceso. Fairfax Financial no tienen intención actualmente de vender sus acciones", señaló Watsa.

JP Morgan Securities ejercerá en este proceso de asesor financiero de Blackberry, mientras que Skadden, Arps, Slate, Meagher & Flom LLP y Torys LLP serán asesores legales. La compañía ha agregado que no hay garantías de que este proceso concluya en una operación.

El pasado 31 de enero BlackBerry presentó en Nueva York, en una retransmisión que pudo verse en todo el mundo por internet, su nuevo sistema operativo BlackBerry 10 y sus futuros 'smartphones'. Todo el show estaba dirigido a quitarse la pesada losa que arrastraban del pasado. Y es que gran parte de los usuarios relacionaba a los canadienses con el trabajo. Demasiado serios, demasiado rígidos. Una imagen que querían quitarse de un plumazo.

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