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La comisiones de banca, en alerta por el intercambio de divisas P2P
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LA ESPAÑOLA KANTOX ES LÍDER EUROPEA DE ESTE SISTEMA

La comisiones de banca, en alerta por el intercambio de divisas P2P

La banca tradicional lleva siglos de ventaja a sus competidores, por eso se han convertido en uno de los oligopolios más potentes del sistema. Las comisiones

Foto: La comisiones de banca, en alerta por el intercambio de divisas P2P
La comisiones de banca, en alerta por el intercambio de divisas P2P

La banca tradicional lleva siglos de ventaja a sus competidores, por eso se han convertido en uno de los oligopolios más potentes del sistema. Las comisiones aplicadas a sus operaciones representan una de sus vías de ingresos más consolidadas. Entre ellas, las que gravan los grandes intercambios de divisas, donde suelen hacer su agosto sin demasiada transparencia. 

Si bien el imperio bancario es, de momento, inquebrantable, las nuevas tecnologías han permitido el desarrollo de sistemas capaces de sustituir algunos canales ortodoxos de las entidades bancarias. Es el caso de las operaciones en divisas, donde las entidades han encontrado en el P2P un serio rival a largo plazo. 

Teniendo en cuenta que el mercado de divisas es el mayor del mundo, moviendo a diario -según los últimos informes- una media de 4 billones dólares, aún hacen falta muchas empresas como Kantox. La empresa española es una de esas compañías que han florecido con éxito a la sombra del sistema bancario, impulsada por la innovación de su modelo de negocio y su tecnología.

El primero, parece sencillo: “Generamos ahorros en operaciones en divisas y realizamos operaciones de cobertura de tipo de cambio”, explica a Teknautas Antonio Rami, director de operaciones de Kantox. Su método, las redes peer-to-peer, popularmente conocidas por ser un canal habitual para la transferencia de archivos.

Después de haber desarrollado su carrera profesional en el sector de la consultoría, Antonio Rami y su socio, Philippe Gelis, se dieron cuenta de que las empresas dedicadas a la importación y la exportación perdían cantidades ingentes de dinero en las operaciones donde entraban en juego los cambios de divisas. No sólo a través de las comisiones, sino también por las variaciones en el tipo de cambio, de las que las grandes corporaciones se defienden contratando seguros que no están al alcance de una pequeña empresa.

Entonces decidieron crear Kantox. Después de dos años, crecen a un ritmo entre el 30% y el 50% cada mes, su volumen de transacciones mensual supera los 25 millones de euros y cuentan con una cartera de 200 clientes con un perfil muy claro: compañías que facturan entre 3 y 200 millones al año y mueven en divisas entre 1 y 50 millones. 

"De media, les ahorramos un 1,5 por ciento. Además, no hay que instalarse un software carísimo, no hay ninguna empresa que no ahorre dinero y no hay que hacer ninguna inversión previa. El cliente entra en la plataforma, incluye la divisa de la operación, la fecha e indica dónde quiere que vayan los fondos", explica el director de operaciones de Kantox.

Siempre que tiene que explicar en qué consiste el mercado de divisas, Antonio Rami recurre a la metáfora de la escalera. En el escalón más alto se encuentra el mercado interbancario. “Aquí operan seis megabancos, y en gran parte sus movimientos son especulativos. Nosotros dejamos eso de lado, estamos enfocados a empresas y particulares, con cambios reales, con necesidades de economía real”.

En el segundo escalón están los mayoristas. “De algún modo -continúa el director de operaciones- nosotros estamos dentro de este grupo porque compramos grandes paquetes y podemos tener precios ajustados. La diferencia es que ellos no los ofrecen al usuario final”.

En los últimos dos peldaños se sitúan, por este orden, las mesas de tesorería, "que ya sirven a las grandes empresas", y las oficinas bancarias de toda la vida. "A día de hoy, el cliente pequeño no tiene más remedio que ir al banco, y lo que ocurre aquí es que ellos esconden su comisión, es absolutamente oscuro, ninguno te dice el diferencial que aplica. Además, para cada cliente es distinto, y juegan a ver cuánto le pueden cobrar de más al director financiero de turno. Hace poco, un cliente nos dijo que en su banco le habían dicho que esos datos eran secretos", explica Antonio Rami.

Kantox tiene su oficina central en Londres y sedes abiertas en Barcelona y Amsterdan. Eligieron la capital británica para evitar suspicacias en referencia a la seguridad de su sistema, una de las principales dudas que genera entre aquellos que se acercan por primera vez a su compañía. "La confianza se gana trabajando con el cliente, pero la regulación es clave, por eso decidimos ir al regulador más estricto, la FCA (Financial Conduct Authority)", señala el director de operaciones.

De momento, la compañía española ha centrado su negocio en Europa, pero en su punto de mira ya están Estados Unidos y Asia. "Tampoco es algo por lo que tengamos prisa, se trata de un sector totalmente dominado por la banca y en España y Europa hay mucho camino por recorrer. Hemos rascado sólo la superficie, y a día de hoy lo que más nos cuesta es llegar a ese directo financiero para hacerle un análisis de ahorro. Porque si hace la prueba, se queda convencido para siempre".

Sobre la posibilidad de que su modelo de negocio pueda suponer un peligro para la banca tradicional, Antonio Rami piensa que "es una situación de aviso, para que vean que podemos cambiarlo. Los directores financieros que han aumentado el margen de beneficios con nosotros, ahorrando 15.000 euros por cada millón, se han colgado muchas medallas en sus empresas". Seguramente hay muchos más deseando apuntarse un tanto igual.

La banca tradicional lleva siglos de ventaja a sus competidores, por eso se han convertido en uno de los oligopolios más potentes del sistema. Las comisiones aplicadas a sus operaciones representan una de sus vías de ingresos más consolidadas. Entre ellas, las que gravan los grandes intercambios de divisas, donde suelen hacer su agosto sin demasiada transparencia.