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El riesgo de Twitter: una broma sexual concluye en dos despidos
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DURANTE LA CONFERENCIA DE DESARROLLADORES DE PYCON

El riesgo de Twitter: una broma sexual concluye en dos despidos

Un chiste. Un 'tuit'. Miles de comentarios. Cuatro días más tarde, dos personas son despedidas. Esta es la historia de un chiste desafortunado y una reacción

Foto: El riesgo de Twitter: una broma sexual concluye en dos despidos
El riesgo de Twitter: una broma sexual concluye en dos despidos

Un chiste. Un 'tuit'. Miles de comentarios. Cuatro días más tarde, dos personas son despedidas. Esta es la historia de un chiste desafortunado y una reacción desproporcionada. Bienvenidos a la era digital

Durante la pasada conferencia de desarrolladores de PyCon, la reunión más grande de la comunidad de Python, que tuvo lugar en Santa Clara, California, un desarrollador que trabajaba para la 'startup' Playhaven hizo un chiste de índole sexual a otro compañero que estaba a su lado, en relación a un comentario que pronunció uno de los ponentes. Los dos se rieron. Comentaron la jugada. Y siguieron a lo suyo, como si nada.

Hasta aquí, nada anormal. El problema es que una mujer que estaba sentaba una fila más adelante escuchó la broma y se sintió ofendida. Así que, con esas, se giró, les tomó una fotografía desde su teléfono inteligente, publicó un 'post' en su blog personal, envió un mensaje al contacto de la página oficial de PyCon y un 'tuit' en la red social Twitter, denunciando lo sucedido y con el 'hashtag' #pycon, por si había lugar a dudas.

La chica en cuestión es Adria Richards, que trabajaba para la empresa SendGrid, dedicada a la gestión de correos electrónicos. Adria se manifestó en contra de la discriminación hacia las mujeres en estas conferencias, argumentando que este tipo de chistes lo único que consiguen es que el ambiente se vuelva incómodo para ellas. En su 'post', argumentó que: ¿Alguna vez has tenido un grupo de hombres sentados detrás de ti haciendo bromas que te han hecho sentir incómoda? Bueno, pues eso es lo que me ha sucedido a mi en la conferencia PyCon". 

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La reacción en la conferencia fue inmediata. Al añadir el 'hashtag' #pycon en su 'tuit', el resto de conferenciantes se enteraron prácticamente al instante y los dos aludidos en la instantánea fueron 'invitados' a salir del evento por el personal de seguridad. No se crean que el chiste era nada del otro mundo. Consistió en atribuir connotaciones sexuales a algo tan sumamente 'freak' como un dongle y un 'fork'. Pero no acabó ahí la cosa. Después de esto, internet 'explotó'.

La primera consecuencia fuera de la conferencia de desarrolladores fue el despido inmediato por parte de la empresa PlayHaven de uno de los aludidos en la fotografía tomada por Adria Richards.

Andy Yang, CEO de PlayHaven, explicó en un 'post' la decisión tomada por la empresa: "PlayHaven contaba en sus filas con un empleado que se identificó como el que hizo los comentarios inapropiados en PyCon. Como una compañía que se dedica a la igualdad de género y apuesta por valores como un comportamiento honorable, llevamos a cabo una investigación a fondo. El resultado nos obligó a tener que dejar de contar con sus servicios".

El desarrollador despedido también salió a escena pidiendo disculpas, pero no se olvidó de dejar un par de 'perlas' dedicadas a la señorita Adria, que surgieron efecto.

De forma anónima, el trabajador escribió en Hacker News: "Hola, soy el tipo que hizo un comentario sobre 'dongles' grandes. En primer lugar me gustaría decir que lo siento. Realmente no fue mi intención ofender a nadie. Lamento el comentario y cómo hice sentir a Adria".

"Sin embargo, existe otra cara en toda esta historia. Adria tiene una gran audiencia en internet y es una persona de relevancia en los medios de comunicación. Sólo es necesario echar un vistazo a su página web, vinculada en su cuenta de Twitter. Ese gran poder requiere tener cierta responsabilidad. Como resultado de su fotografía hoy estoy sin trabajo. Un empleo que me gustaba y que además necesitaba porque tengo tres hijos. Ella no me avisó en ningún momento. Sonrió mientras tomaba la fotografía y sellaba mi destino. Que esto sirva como un mensaje para todo el mundo. Nuestras acciones y palabras pueden tener un impacto muy grave", añadió.

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Estas palabras del exempleado de PlayHaven no pasaron desapercibidas. Adria comenzó a recibir cientos de comentarios negativos e insultos por distintas redes sociales. El propio grupo activista Anonymous amenazó con un ataque DDoS la empresa SendGrid si no la despedían. Hasta que finalmente lo hicieron.

"A la luz de los hechos ocurridos en las últimas 48 horas, ha quedado claro que las acciones de Adria Richards han dividido de manera drástica a la comunidad de desarrolladores, cuando su función dentro de esta compañía era justo la contraria. Como resultado, no puede seguir trabajando para SendGrid”, explicó la compañía en un comunicado.

Jim Franklin, CEO de SendGrid, escribió después en su propia cuenta de Twitter que aunque la compañía apoyaba el derecho de Richards a quejarse, con su decisión de hacer públicos los comentarios y las fotografías de las personas que hicieron aquellas observaciones, avergonzándolas, había cruzado la línea.

Esta no era la primera vez que Adria Richards se quejaba en público de un acto que consideraba que iba en contra de los derechos de las mujeres. Durante la WordCamp de 2011 en San Francisco, la exempleada de SendGrid manifestó su indignación por un cómic dibujado por Jane Wells, denunciando que se menoscababa la figura de la mujer. Idea que no compartieron muchos de los que asistieron. 

Probablemente, gastar bromas de carácter sexual delante de una defensora acérrima de los derechos de las mujeres no puede considerarse una buena idea. Pero tampoco fue la forma adecuada de manejar la situación.

Un chiste. Un 'tuit'. Miles de comentarios. Cuatro días más tarde, dos personas son despedidas. Esta es la historia de un chiste desafortunado y una reacción desproporcionada. Bienvenidos a la era digital