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Silicon Valley, el fracaso, y las segundas oportunidades
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Silicon Valley, el fracaso, y las segundas oportunidades

Uno de los mitos más extendidos sobre Silicon Valley, y en este caso ha resultado ser una realidad, es que aquí se permite el fallo, el

Uno de los mitos más extendidos sobre Silicon Valley, y en este caso ha resultado ser una realidad, es que aquí se permite el fallo, el error, y que de hecho haber fracasado en un proyecto empresarial no solo no te estigmatiza, sino que puede ser incluso positivo para el emprendedor porque te aporta experiencia. Se aprende más de los errores que de los éxitos, y eso en Silicon Valley lo saben muy bien. Es una filosofía que comparto al 100%, ya que soy un auténtico experto en cometer errores con Red Karaoke, como ya he contado en alguna ocasión. ;)

No es casual que sea aquí precisamente donde se inventó el término "pivotar". Uno de los casos recientes más famosos es el de Instagram, pero los hay a miles

Pero lo verdaderamente interesante es que aquí no solo pivotan las startups y las empresas pequeñas. Aquí, también las grandes pueden cometer graves errores, y algunas de ellas incluso son capaces de pivotar y reinventarse. Lo hizo Steve Jobs tras su vuelta a Apple, y especialmente con el lanzamiento de productos como el iPod, el iPhone y el iPad, con los que consiguió convertir una empresa en pérdidas y sin rumbo en la compañía más valiosa del planeta. Pero eso es historia. 

Esta semana, en cambio, hemos asistido a una conversión que promete ser histórica: la de Microsoft. Y es que parece que los chicos de Redmond, tras pasar por su particular travesía del desierto, han vuelto. Y lo han escenificado esta semana con dos presentaciones: el lunes en Los Ángeles presentaron una interesante tableta llamada Surface para competir con el iPad de Apple, y el miércoles en San Francisco celebraron el Windows Phone Summit donde presentaron Windows Phone 8, su nuevo sistema operativo para móviles. Ambos productos han sido tremendamente bien recibidos, con críticas entusiastas incluso a pesar de la falta de concreción en fechas de lanzamiento, especificaciones, precios, etc.. 

La sensación general que se respira en el Valle es que Microsoft, tras varios años perdidos, vuelve a entrar en la pelea con Apple y Google. Obviamente Microsoft sigue siendo un gigante, y lidera con mano de hierro el mercado de los sistemas operativos para PC, la ofimática, etc.. Pero, y esto es vital, se había quedado atrás en el mercado principal en estos momentos que es el del móvil y las tabletas, y había perdido claramente la batalla en el espacio de los dispositivos de reproducción MP3 tras el fracaso de Zune. Y cuando nadie daba ya un ardite por ellos, cuando parecía haber perdido su "mojo" en lo relativo a innovación, este doble golpe de efecto ha devuelto a Microsoft al ring. 

Desde luego no es algo que haya pasado en dos días. Ya sabíamos la brillantez de la que eran capaces con los éxitos de Xbox y sobre todo con Kinect, y las primeras versiones de Windows Phone, siendo flojas, demostraban que Microsoft era capaz de arriesgar y de innovar sin necesidad de copiar ni seguir el liderazgo marcado por Apple. Está por ver aún que estos nuevos productos tengan éxito y se consoliden, pero en este junio de presentaciones, y a falta de lo que nos muestre Google en su I/O la semana que viene, Microsoft es el ganador de la temporada

Pero lo más curioso de este caso no es solo que vuelven a estar en boca de todos por sus nuevos productos: lo más curioso es que han pasado de ser una de las empresas más odiadas del mundo a convertirse en una empresa incluso simpática. Bill Gates ha pasado de ser el anticristo para gran parte del sector a ser uno de los mayores filántropos del mundo. Y Microsoft, de ser una empresa arrogante, dura, con la que incluso los Gobiernos tenían que combatir legalmente para frenar sus ansias monopolísticas, se ha transmutado en una empresa divertida, innovadora, amigable y abierta a trabajar con los desarrolladores, a hacer acuerdos con startups, etc.. A mí, este cambio me parece un "pivote" en toda regla, digno de la mejor de las startups. Algunas grandes empresas españolas quizá deberían tomar nota. ;)

Uno de los mitos más extendidos sobre Silicon Valley, y en este caso ha resultado ser una realidad, es que aquí se permite el fallo, el error, y que de hecho haber fracasado en un proyecto empresarial no solo no te estigmatiza, sino que puede ser incluso positivo para el emprendedor porque te aporta experiencia. Se aprende más de los errores que de los éxitos, y eso en Silicon Valley lo saben muy bien. Es una filosofía que comparto al 100%, ya que soy un auténtico experto en cometer errores con Red Karaoke, como ya he contado en alguna ocasión. ;)

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