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Facebook: cómo mantener una buena imagen a pesar de las demandas
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CERCA DE 800 MILLONES DE USUARIOS USAN LA RED SOCIAL

Facebook: cómo mantener una buena imagen a pesar de las demandas

Antes del 19 de enero de 2012, Kim Schmitz era un multimillonario normal y poca gente en el mundo sabía realmente quién era. Después de que

Foto: Facebook: cómo mantener una buena imagen a pesar de las demandas
Facebook: cómo mantener una buena imagen a pesar de las demandas

Antes del 19 de enero de 2012, Kim Schmitz era un multimillonario normal y poca gente en el mundo sabía realmente quién era. Después de que el FBI le arrestara en su mansión, parapetado con su escopeta en un cuarto blindado, y cerrara Megaupload, la página de descargas de la que era propietario, ya no. Ahora, el excéntrico magnate ha pasado a ocupar todas las portadas de los periódicos del mundo y no de la mejor forma posible. Los medios de comunicación tienden a convertir los sucesos en historias y a sus protagonistas en personajes. Nada nuevo, pero el caso de Kim ‘Dotcom’ Schmitz destaca por la rapidez con que se ha puesto ante nuestros ojos no a un culpable, sino a un villano caracterizado, juzgado y visto para sentencia.  “En el mundo anglosajón manejan el concepto del character assassination, algo así como asesinato del personaje”, comentó a El Confidencial Concepción Cascajosa, profesora de comunicación audiovisual en la Universidad Carlos III de Madrid. “Se trata de construir un personaje para derribarlo”. Otros sin embargo, han tenido otro tipo de suerte. Como por ejemplo, Mark Zuckerberg

El CEO de Facebook ha sido demandado por utilizar a sus usuarios para fines publicitarios, compartir información confidencial de éstos con otras compañías e incluso llegó a indemnizar con cuantiosas sumas de dinero a sus antiguos compañeros de Harvard por robarles supuestamente la idea de la red social. No pesa 136 kgs, no luce coches de lujo de color salmón ni tiene un harén de mujeres de más nacionalidades que la mismísima OTAN. Facebook es una de las páginas web más populares del planeta y cuenta ya con casi 800 millones de personas que la usan. Pero no todo lo que reluce es oro en la mítica red social por excelencia.

Zuckerberg, acusado de fraude y malversación

En julio de 2007, el CEO de Facebook fue acusado por excompañeros de Harvard, fundadores de ConnectU, que señalaron que cuando estaban en la universidad Zuckerberg accedió a terminar de escribir el código de computadora o lenguaje de máquina para ellos, pero el proceso se paralizó y Zuckerberg creó Facebook utilizando las ideas del grupo. 

Resulta que al igual que Facebook, ConnectU estaba diseñado para conectar a personas en línea. Los usuarios crean perfiles y pueden incluir fotos y mensajes. Pero Zuckerberg zanjó el problema indemnizando a los demandantes y resolviendo el litigio extrajudicialmente.

Demanda por violar la política de protección de datos

En agosto de 2009, un grupo de usuarios de Facebook presentó una demanda en los tribunales de California acusándo a la red social de hacer mal uso de su información personal. Según la acusación, la red social recopiló datos personales de los usuarios y los compartió con distintas empresas, vulnerando las leyes federales que restringen el acceso de terceras personas a las comunicaciones personales.

Entre las reglas que se aceptan al entrar en Facebook, se indica que se pueden utilizar cookies para recopilar información de sus usuarios, aunque también se aclara que las pueden ser bloqueadas. Pocos lo hacen, porque pocos son los que se leen las condiciones de uso. Es razonable pensar que Facebook comparta cierta información con empresas publicitarias. Al fin y al cabo, la red social es gratis, por lo que se entiende que busque otras formas de financiarse. Casualmente, Zuckerberg informó  este mes de enero sobre la incorporación de anuncios en el muro de sus usuarios. En un comunicado oficial, la red social argumentó al respecto que  los usuarios podrían recomendar una marca a sus contactos. Otros sin embargo ven otra forma de hacer dinero.

Facebook: rastreando a sus usuarios

Un abogado de Kansas, en EEUU, interpuso a finales del pasado año una demanda contra Facebook alegando que la red social continúa rastreando sus movimientos mientras navega por Internet, incluso después de haberse desconectado. John Graham busca que el juez reconozca su demanda como class action, una clasificación legal que convertiría su petición en una demanda colectiva donde cualquier usuario de Facebook se beneficiaría de la presunta sanción económica que se le impondría a la red social si perdiera el caso. Algo que supondría una indemnización masiva porque son muchos los usuarios que ya se han quejado por lo mismo. 

La corte de California ha sido testigo de varias demandas pidiendo una ley que prohíba la intercepción de comunicaciones electrónicas privadas sin una orden judicial. Si las cortes aceptan la demanda y Facebook pierde los casos, las repercusiones legales podrían ir mucho más allá de Facebook y todas las compañías que usan las cookies con fines comerciales se verían obligadas a descontinuar la práctica o enfrentar demandas legales similares.

Antes del 19 de enero de 2012, Kim Schmitz era un multimillonario normal y poca gente en el mundo sabía realmente quién era. Después de que el FBI le arrestara en su mansión, parapetado con su escopeta en un cuarto blindado, y cerrara Megaupload, la página de descargas de la que era propietario, ya no. Ahora, el excéntrico magnate ha pasado a ocupar todas las portadas de los periódicos del mundo y no de la mejor forma posible. Los medios de comunicación tienden a convertir los sucesos en historias y a sus protagonistas en personajes. Nada nuevo, pero el caso de Kim ‘Dotcom’ Schmitz destaca por la rapidez con que se ha puesto ante nuestros ojos no a un culpable, sino a un villano caracterizado, juzgado y visto para sentencia.  “En el mundo anglosajón manejan el concepto del character assassination, algo así como asesinato del personaje”, comentó a El Confidencial Concepción Cascajosa, profesora de comunicación audiovisual en la Universidad Carlos III de Madrid. “Se trata de construir un personaje para derribarlo”. Otros sin embargo, han tenido otro tipo de suerte. Como por ejemplo, Mark Zuckerberg