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Vacunas de contrabando: multas de hasta 90.000 euros para farmacéuticos
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los pediatras, en riesgo

Vacunas de contrabando: multas de hasta 90.000 euros para farmacéuticos

Las familias compran el medicamento para el Meningococo B en el extranjero ante el desabastecimiento en España. Para ellos no es ilegal, sí lo es para las farmacias

Foto: Foto de archivo de una vacuna. (Reuters)
Foto de archivo de una vacuna. (Reuters)

Las familias españolas vuelven a cruzar las fronteras con Portugal y Francia ante el desabastecimiento de la vacuna para el Meningococo B. Sin embargo, los pediatras se arriesgan a ser corresponsables de cualquier incidencia si inyectan vacunas extranjeras ante la falta de garantías. Tampoco las farmacias pueden comprarlas fuera de España, por lo que son multadas con sanciones de entre 30.000 y 90.000 euros.

“Solo en una ocasión puse una vacuna traída de Francia, y sí, se me pasó por la cabeza si podía tener consecuencias para mí. Pero piensas que son padres, que lo que más quieren son a sus hijos y que se habrán preocupado bien de mantener la vacuna como se debe para que funcione correctamente. No hay mucho más riesgo si la compran en la farmacia del barrio, al final tienes que confiar de forma ciega en que hagan lo que el farmacéutico les ha indicado”, explica Sánchez, un pediatra de Jaén.

Que se rompa la cadena de frío, que haya sido comprada en el mercado negro o que no haya pasado por los procesos de garantía son sólo algunos de los riesgos a los que se enfrenta un pediatra que ponga una vacuna comprada en otro país distintos de España, algo que está sucediendo con frecuencia ante el desabastecimiento de Bexsero, la única vacuna contra el Meningococo B que en España se distribuye “con cuenta gotas”.

Foto: El ministro de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Alfonso Alonso. (EFE)

“Comprar la vacuna fuera del canal farmacia nacional es muy peligroso para el paciente, pero también para el médico. Puede haber riesgos de que esté manipulada, en mal estado o que no se haya preservado la cadena de frío y el médico que la inyecte ser corresponsable si pasa algo”, explica Isabel Marín, abogada especializada en Farmacia. Si la caja está en otro idioma y se la lleva el paciente, “el médico no puede saber si es de una farmacia o se la ha vendido otra persona, si es un medicamento legal o falsificado…”. Con el ticket de compra en la farmacia el médico podría conocer el origen, aunque como la propia Marín reconoce “eso no lo hace nadie”.

La vacuna Bexsero la fabrica el laboratorio GSK y desde 2015, año en el que el Ministerio de Sanidad aprobó su venta en farmacias mediante una receta médica, los farmacéuticos han denunciado el desabastecimiento y las largas listas de espera para conseguirla. La vacuna está recomendada “para todos los niños a partir de los dos meses de edad” según la Asociación Española de Pediatría, aunque no es obligatoria. “Parece que por decir que no hay, la gente se pone más nerviosa y realmente la vacuna está garantizada para quien Sanidad estima que es necesario, los que más riesgo tienen, aunque es comprensible que los padres quieran lo mejor para sus hijos”, señala Ángel Garay, director del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Guipúzcoa.


Madres contrabandistas

Con motivos o no, lo cierto es que cruzar la frontera para comprar Bexsero se ha convertido en la única opción para las familias españolas que sí deciden ponérsela a sus hijos. Tanto que también las farmacias francesas comienzan a sufrir desabastecimiento. “Compré sin problemas la primera dosis en Francia, para la segunda ya había lista de espera de españoles y me tuve que buscar la vida. De hecho, estaba a punto de que se me pasara el plazo para ponerla y al final una amiga que la tenía ya comprada me pasó la suya”, explica Eva, que consiguió su vacuna en Bourg-Madame, al lado de Puigcerdá. Dependiendo de la edad del niño, se necesitan dos o tres dosis en un intervalo de menos de un mes, a las que hay que sumar una de recuerdo para los bebés entre los 2 y los 23 meses de edad. En el caso de Eva, cada una de las dos vacunas que necesitaba le costó 93 euros, mientras el precio en España ronda los 100 por dosis.

“El día que la compré había una pareja de Cáceres que estaba de vacaciones en Barcelona y subieron a Francia sólo a comprar vacunas. Se gastaron casi 1.300 euros entre Bexsero y Rotavirus”, los dos medicamentos no están financiados por la Seguridad Social y sí recomendados el Comité Asesor de Vacunas. Eso sí, aunque no están cubiertas, para conseguirla se necesita receta así que siempre hace falta que un pediatra la expida. La prescripción es válida en toda la Unión Europea y los padres no se enfrentan a ninguna ilegalidad por hacerlo, aunque sea controvertido para los pediatras ponerla.

Compré sin problemas la primera dosis en Francia, para la segunda ya había lista de espera de españoles

También Cristina ha tenido que ir a buscarla al extranjero: “Mi hija África tenía dos años cuando fue el boom este de la vacuna”. En las farmacias de su ciudad, Barcelona, estaba agotada, como en el resto de provincias catalanas. Terminó comprándola en Francia, una actividad habitual que no conlleva ningún tipo de multa para los particulares.

Pero no solo Francia se ha convertido en la botica de los españoles. Ana, española afincada en Portugal, compró allí las cuatro dosis para su hijo y su sobrino: “Aquí la vacuna te la tienen de un día para otro”.

Diez meses de espera

La fiebre por el Bexsero afecta a padres y farmacéuticos por igual. El Servicio de Inspección del Departamento de Salud de Cataluña alertó recientemente al Colegio Oficial de Farmacéuticos de Barcelona (COF) que había detectado la adquisición de la vacuna por parte de farmacéuticos fuera de España, para dispensar así a sus usuarios. “En septiembre dieron 'un empujón' pero llevamos desde noviembre sin recibir una sola dosis”, lamenta una farmacéutica madrileña. En otras comunidades autónomas como Murcia, Asturias, Galicia o Andalucía, la situación no es diferente. “Por lo menos hay diez meses de espera para la siguiente en la lista, y no me quedo corta”.


Aunque desde el COF aseguran no tener constancia de que haya sucedido, han mandado una circular a sus miembros recordando que esta práctica no solo es ilegal, sino que conlleva una multa que oscila entre los 30.000 y los 90.000 euros.

El propio laboratorio es consciente de la situación, y desde 2015 lleva avisando de que la fabricación de Bexsero “es un proceso complejo y largo, con un tiempo aproximado de fabricación de nueve meses, por lo que el ajuste entre oferta y demanda se producirá gradualmente en los próximos meses”. En sus cálculos estaba afrontar completamente toda la demanda en España “en el segundo trimestre de 2016”, algo que los farmacéuticos denuncian que no ha ocurrido.

Las familias españolas vuelven a cruzar las fronteras con Portugal y Francia ante el desabastecimiento de la vacuna para el Meningococo B. Sin embargo, los pediatras se arriesgan a ser corresponsables de cualquier incidencia si inyectan vacunas extranjeras ante la falta de garantías. Tampoco las farmacias pueden comprarlas fuera de España, por lo que son multadas con sanciones de entre 30.000 y 90.000 euros.

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