Viaje al corazón del Patrimonio Nacional (Reales Sitios)

Palacio Real de Madrid. Viernes, 25 de noviembre, 13:10 horas. Colas de visitantes se agolpan ya en las puertas de entrada al público para visitar la 'joya de la corona'.

–Este es el palacio del Rey y su compañera– alecciona un hombre de mediana edad con claro acento mexicano.

–¿Aquí viven Felipe y Letizia?– insiste la compañera. –¡Pues es un poco más grande que nuestro apartamento en DF!– dice entre risas la visitante que ha pagado 11 euros por barba por visitar el considerado como el mejor palacio real del mundo.

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En realidad no saben que esa “casa” es la del Rey por antonomasia aunque la reservan exclusivamente para actos solemnes (recepción de embajadores, Fiesta Nacional, cenas de Estado, etc...) en donde la jefatura del Estado encarnado en la monarquía constitucional brilla en todo su esplendor.

Patrimonio Nacional es una entidad de derecho público adscrita a la Presidencia de Gobierno y se regula por una ley de 1982 luego modificada por la Ley del Régimen Jurídico del Sector Público (2015) y por otros reales decretos. En la práctica se rige por las disposiciones de Organización y Funcionamiento de la Administración General del Estado aplicable a los organismos autónomos en lo relativo al régimen jurídico de sus bienes y derechos, a la Administración de los Reales Patronatos y al régimen de contratación y de personal.

El consejo de administración del Patrimonio Nacional (PN) está constituido por un presidente, Alfredo Pérez de Armiñán (letrado de las Cortes, jurista experto en los temas relacionados con la cultura y el arte), el séptimo de los que estuvieron al frente del PN desde la restauración de la monarquía en 1975, y otros 13 miembros que deberán ser cooptados entre profesionales de reconocido prestigio. En al menos dos vocales deberá concurrir la condición de alcalde de ayuntamiento en cuyo término municipal radiquen bienes inmuebles históricos del PN. Otros dos, al menos, deberán provenir de instituciones museísticas y culturales también de reconocido prestigio. Patrimonio Nacional se estructura en Servicios Centrales y en Delegaciones en los Reales Sitios.

Al frente de la gestión diaria de todo este conglomerado de altísimo valor histórico y cultural que pertenece al pueblo español figura Alicia Pastor Mor en calidad de gerente del consejo de administración. Se trata de una levantina (Valencia, 1960) que pertenece al Cuerpo Superior de Administradores Civiles del Estado y antes había pasado por el Ministerio de Asuntos Exteriores (administración y gestión económica a título de subdirectora general adjunta), por el INEM y por Correos.

Cifras

El PN gestiona inmuebles de excepcional valor histórico-artístico: ocho Palacios Reales (Madrid, Aranjuez, El Escorial, La Almudaina, Los Reales Alcázares, La Granja, Riofrío, El Pardo) y 10 monasterios y conventos, lo que se denomina los Reales Sitios, así como los Reales Patronatos sobre los que se ejerce gobierno. En el 2015 todos estos monumentos recibieron 3.013.412 visitantes que generaron 16,5 millones de euros en ingresos por venta de entradas. Luego está la venta de objetos y demás ingresos extras.

Las Colecciones Reales comprenden 154.470 piezas recogidas en el Inventario; 41 colecciones que abarcan todo tipo de disciplinas: pintura, escultura, tapices, armas, instrumentos musicales, carruajes, alfombras, muebles. Sobre estas joyas destacan las que se cobijan bajo la joya de la corona por antonomasia: el Palacio Real de Madrid que alberga 63.875 piezas de valor incalculable.

El espacio natural

Legendarios son también sus espacios naturales que envuelven los Reales Sitios con 22.000 hectáreas en las que enseñorean numerosa fauna salvaje. Famosos son, por ejemplo, los Jardines de La Granja en Segovia. Bajo el paraguas del PN tienen cabida 1.002 inmuebles en gestión comercial que dejaron unos ingresos (2015) de 6,8 millones de euros en las arcas del organismo público. Hay que subrayar que su presupuesto general (2016) asciende a 126,2 millones y da empleo a más de 1.000 personas (36,39% mujeres) desde jardineros, decoradores, postillones, caballerizos, electricistas, carpinteros, fontaneros, guardas, conserjes, taquilleros o guías.

Cuatro son los objetivos marcados en el Plan de Actuación del Patrimonio Nacional para el cuatrienio: potenciar la labor de servicio público, avanzar en la conservación del patrimonio, preservar la estabilidad económica de la institución y su modernización.

Hay multitud de actos de Estado (81 durante 2015) que se llevan a cabo en los Reales Sitios. Ahora el objetivo prioritario es la finalización y acondicionamiento del Museo de las Colecciones Reales en los aledaños del Palacio de Madrid. Su coste, 139,7 millones, más la licitación (25,4 millones) del museografía y el equipo complementario que permitirá finalmente su apertura en el 2019. Las exposiciones específicas de pintura y los conciertos de música son otro de los fuertes del PN.

Patrimonio Nacional gestiona 1.002 inmuebles en gestión comercial que dejaron unos ingresos de 6,8 millones de euros en las arcas del organismo público

El lugar más visitado en el 2015 fue el Palacio Real de Madrid (1.303.496 personas) con un crecimiento del 24%; en segundo lugar aparece el Real Sitio de San Lorenzo de El Escorial. El incremento medio de visitantes de un ejercicio a otro se sitúa en el 8%. Los 11 euros por entrada parece una cantidad nimia comparado con lo que países como Francia o Inglaterra cobran por enseñar su patrimonio. Se ha decidido, sin embargo, mantener política de precios asequibles persiguiendo el objetivo básico de que el pueblo se sienta representado y orgulloso ante el legado acumulado durante siglos por los antepasados del Rey y de esa manera visualizar sus ancestros. A día de hoy, Patrimonio Nacional se autofinancia en un 35%.

Una lectura histórico-política

Alfredo Pérez de Armiñán –con categoría de subsecretario en dependencia orgánica del Ministerio de Presidencia–, escoltado por la señora Pastor Mor, enjuagan con fruición la exposición sobre los lugares reales que administran. Y lo primero es antes que nada: España desde 1865 al 2016 conserva intacto su patrimonio después de todo tipo de avatares y cambios de regímenes políticos, desde la monarquía a la democracia pasando por sistemas autoritarios. Lo conserva en la misma mano con sus decoraciones y estructuras originales. Cosa, por ejemplo, que no ocurrió en la teóricamente culta y civilizada Francia. “Como se ha podido mantener todo esto es realmente prodigioso”, sustancia Pérez de Armiñán.

El lugar más visitado en el 2015 fue el Palacio Real de Madrid (1.303.496 personas) con un crecimiento del 24%; seguido por El Escorial

Ha sido un elemento de estabilidad en medio de todo tipo de avatares de la vida española "porque en la conciencia colectiva del pueblo siempre ha permanecido la idea de que esto le pertenece… Algo similar con lo que ocurre con el Museo del Prado”, apunta. Resultaría una conexión sentimental entre los españoles y su legado. Isabel II vinculó todos los palacios reales a la Corona y la República lo mantuvo también unido evitando cualquier desgaje. Todos los gobiernos creyeron que, en efecto, el Patrimonio Nacional resultaba “inalienable” y muy diferente y diferenciable del patrimonio del Estado.

Manuel Azaña se trasladó a vivir a Palacio en vísperas de la Guerra Civil (mayo 1936) tras la llegada de la II República porque era consciente de que había que mantener la continuidad histórica, cosa que no hizo Niceto Alcalá Zamora que no quiso residir entre esos muros si bien despachaba en el recinto. Azaña tenía una cierta idea del Estado y de su permanencia. No hay que olvidar que el Palacio Real de Madrid es la residencia oficial del jefe del Estado tanto con la monarquía como con la República. Las mil piezas que se exhibirán próximamente en el Museo pregonan la Historia de España desde los reinos medievales a Juan Carlos I.

El rey Felipe VI es muy consciente de esa herencia repartida por todo el territorio nacional, pero cuyo titular es el pueblo español. Utiliza mucho los Reales Sitios (su último mensaje de Navidad se grabó ahí); sigue muy de cerca su gestión y proyectos.

Una idea medular es poner el conjunto del Patrimonio Nacional por encima de las cuestiones políticas y de coyuntura. Un elemento de “unidad y continuidad nacional” que enlace con su historia en línea directa. Diversas fuentes consultadas subrayan que sería bueno para la conservación de este inmenso reconocimiento al reconocimiento de la Historia de España un 'Estatuto del PN' que le dote de mayor autonomía de gestión cultural, similar al que goza el Museo del Prado, que contemple sus peculiaridades específicas.

Tres horas y media después de mi ingreso en Palacio, los visitantes continuaban agolpándose a la entrada para pisar las alfombras y salones del palacio.
He aprendido que como en tantas cosas del quehacer humano más importante que las piedras es el alma de las mismas.