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Cómo saber si te ha picado una garrapata (y qué debes hacer)
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en la mayor parte de los casos son inofensivas

Cómo saber si te ha picado una garrapata (y qué debes hacer)

Muchos habitantes de las ciudades nunca se han topado con una garrapata, pero ahora se han convertido en actualidad. Te explicamos qué hacer en caso de picadura

Foto: (Foto: Wikipedia)
(Foto: Wikipedia)

Las garrapatas son animales muy comunes en los entornos rurales, pero no tanto en las ciudades, donde la mayoría de los habitantes pueden pasar toda su vida sin cruzarse con una. Hasta que de pronto el pequeño bicho se cuela en primera línea de la actualidad por ser el responsable de los dos primeros casos endémicos de una enfermedad que hasta ahora no se había producido en nuestro país: la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo. Y comienzan las preguntas: ¿cómo sé si la marca que tengo es de una garrapata? ¿Y qué hago si alguna vez me pica una?

Foto: La fiebre hemorrágica es transmitida por la picadura de la garrapata (Efe).

Las garrapatas son en realidad ácaros, los más grandes que existen, que se alimentan de sangre. Viven en el campo, donde se colocan en la hierba alta a la espera de que pase un animal o ser humano al que engancharse. Una vez a bordo, perforan la piel de su huésped y comienzan a alimentarse de su sangre hasta llenarse por completo, algo que puede tardar incluso varios días en ocurrir. Después se sueltan de su 'víctima' y siguen su camino hasta el siguiente atracón.

¿Qué hacer ante la picadura de una garrapata?

A diferencia de lo que ocurre con las picaduras de los insectos, identificar la picadura de una garrapata es sencillo porque el animal se queda adherido a la piel durante varias horas. Por este motivo, el procedimiento a seguir debe ser el adecuado para retirarla y que las complicaciones sean mínimas. Vicente Baos, médico de familia, recomienda no intentar la extracción en casa y dejar que sea un profesional médico quien lo haga: "Si nos la traes, confirmamos que es una garrapata. Además, la extracción tiene su técnica".

La dermatóloga Rosa Tarberner también desaconseja todo tipo de trucos y remedios caseros (rociar con gasolina, vaselina o agua oxigenada, quemarla con un cigarrillo o 'desenroscarla') y aboga por lo más sencillo y obvio: utilizar unas pinzas sin dientes y tirar en dirección perpendicular a la piel, con suavidad, hasta desprender a la garrapata. "Lo más recomendable es eliminarla minimizando el traumatismo que generemos sobre el parásito, para evitar regurgitación del material del tubo digestivo, lo que se asocia con una mayor tasa de complicaciones infecciosas", explica Taberner en su blog.

¿Es peligrosa?

En la gran mayoría de los casos, la picadura de una garrapata es algo inofensivo, que se trata aplicando un desinfectando y evitando rascarse o tocarse la herida hasta que esta se cure.

Vicente Baos, médico de familia, recomienda no intentar la extracción de la garrapata en casa y dejar que sea un profesional quien lo haga

Sin embargo, las garrapatas también pueden transmitir enfermedades. Es el caso en España de los dos casos de fiebre hemorrágica de Crimea-Congo que han hecho saltar la alarma, pero existe otra patología más común en nuestro país, la fiebre botonosa mediterránea, que "transmiten bichos nacionales, no hace falta que vengan de fuera", explica Vaos.

Esta enfermedad, denominada también tifus de la garrapata, está causada por la bacteria 'Rickettsia conorii', es endémica de muchos países mediterráneos y se manifiesta con escalofríos, fiebre alta, dolor de cabeza y fotofobia, seguidos a los pocos días por una erupción de color oscuro.

Se trata en cualquier caso de una enfermedad muy poco común, por lo que Taberner recomienda no aplicar un tratamiento justo después de la picadura, sino estar atento los siguientes días por si aparece cualquier síntoma, y entonces sí, acudir al médico.

¿Cómo evitar evitarlo?

Al contrario de lo que se cree, las garrapatas no pueden saltar hasta su víctima para alimentarse de ella, solo pueden engancharse a su piel a través del contacto directo. De forma que la manera de evitar la picadura de una garrapata es evitar entrar en contacto con ella. "Si vas a salir al campo, utiliza un pantalón largo, calcetines y zapatos adecuados. Evita rozarte con arbustos o con animales infectados", recomienda Vaos.

Otras picaduras

Tanto Vaos como Taberner avisan de que no es fácil identificar de qué bicho es una picadura si no vemos al propio animal, puesto que cada persona reacciona de forma distinta y las rojeces, las inflamaciones y los picores pueden tener distintas intensidades y duraciones según nuestra sensibilidad. Sí que hay algunos detalles que nos dan pistas sobre quién se acaba de poner las botas a nuestra costa.

En caso de levantarnos una mañana llenos de picaduras, su distribución es una pista: si se sitúan de forma anárquica por nuestro cuerpo, o un solo miembro, lo más probable es que fuese un mosquito. Si en cambio siguen un recorrido más líneal o están más juntas, es probable que se trate de una pulga o una chinche, ya que son bichos que caminan y no vuelan.

Las picaduras de pulga, igual que las de garrapata, no suelen tener más consecuencias que un molesto picor durante algunos días, si bien en niños o en personas especialmente sensibles, su saliva irritante puede causar urticaria e incluso pequeñas ampollas. Las chinches son en ocasiones un molesto compañero de cama, que se alimenta por la noche y de día se esconde en pequeños recovecos y grietas, lo que las hace difíciles de eliminar. Como explica Taberner, no hay actualmente pruebas de que tengan un papel de transmisión de enfermedades, pero sus molestas picaduras pueden causar irritaciones y ampollas en personas especialmente sensibles.

No es fácil identificar una picadura porque cada persona reacciona de forma distinta, pero hay detalles que nos dan pistas sobre el culpable

Las picaduras de avispa o de abeja también son, normalmente, fáciles de identificar porque suelen atacar de día y son animales muy visibles. En ambos casos, el resultado es un habón que duele más que pica y que se inflama rápidamente. Conviene extraer el aguijón con unas pinzas (solo las abejas lo dejan) y aplicar frío para reducir la hinchazón y aliviar el dolor. Estos insectos pueden causar graves reacciones alérgicas, de forma que si es alérgico, o sospecha que puede serlo, acuda al médico inmediatamente en caso de picadura.

Otro animal que puede darnos un buen susto son las arañas. Denostadas en general, la mayoría de las arañas que podemos encontrarnos habitualmente no pican, y las que lo hacen no causan mayor molestia que una avispa. Sus picaduras se diferencian porque tienen dos pequeños puntos rojos en el centro, marca de las mandíbulas con las que acaban de mordernos. En su caso, el resultado duele más que pica. Solo hay en España tres especies de araña peligrosas, aunque no son muy abundantes: la viuda negra, la araña marrón y la tarántula europea. Si no ves qué araña te ha picado y en las horas siguientes notas dolor muscular, fiebre o mareos, acude a tu médico por precaución.

Por último, y aunque no son un insecto, conviene mencionar las picaduras de medusa, muy comunes en los meses de verano en todas las playas de nuestro país y en torno a las cuales existe también algo de confusión. Las medusas pican porque sus tentáculos están provistos de cnidocitos, células urticantes con las que cazan y se defienden. Al rozar nuestra piel, se eyectan y la atraviesan, inyectando el veneno a través de la dermis. Las lesiones, sin embargo, no suelen ser graves pasado el picor y el dolor inmediatos, bastante agudos. Como tratamiento, Taberner recomienda no frotar la zona con arena ni la toalla, aplicar vinagre (¡no orina!) y limpiar la zona siempre con agua salada (en caso de aplicar hielo, que sea a través de una bolsa de plástico y no directamente sobre la piel)

Las garrapatas son animales muy comunes en los entornos rurales, pero no tanto en las ciudades, donde la mayoría de los habitantes pueden pasar toda su vida sin cruzarse con una. Hasta que de pronto el pequeño bicho se cuela en primera línea de la actualidad por ser el responsable de los dos primeros casos endémicos de una enfermedad que hasta ahora no se había producido en nuestro país: la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo. Y comienzan las preguntas: ¿cómo sé si la marca que tengo es de una garrapata? ¿Y qué hago si alguna vez me pica una?

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