Caboki, el 'peluquín 2.0' que está revolucionando la red

A lo largo de los últimos años, cientos, miles de productos han prometido hacer brotar cabello allá donde se perdió. Sin éxito. Tanto es así que la inmensa mayoría de las personas que sufren alopecia han perdido toda esperanza, resignándose a convivir con su nuevo aspecto o ahorrando una cantidad considerable de dinero en pos de una futura reimplantación capilar.

No obstante, si bien es cierto que la hipotética fórmula del crecepelo aún no ha sido hallada, los avances en estética están dando que hablar. De todos los productos el que más revuelo está creando, sin lugar a dudas, es Caboki. Los cientos de vídeos dispersos por la red, y sus respectivos comentarios de sorpresa, dan fe de un éxito de i+D+i que puede marcar época. 

 

El efecto, aunque cueste creerlo, es real. Caboki está compuesto de unas fibras naturales (Gossypium herbaceum) polarizadas que, al contacto con el cabello del afectado, se adhieren a él para mejorar su aspecto. Esto es, para que el producto arroje sus mejores resultados precisa de una mínima cabellera a la que agarrarse. No usa pegamentos ni tintes y está disponible en diversos colores. El nuevo pelo, que se cae en la ducha o si se estira fuerte, apenas se diferencia del cabello real, suponiendo un enorme salto con respecto al clásico bisoñé.

"No me lo puedo creer", "increíble" o "estoy alucinando" son los comentarios más característicos de quienes comprueban sus efectos por primera vez. Caboki cuenta con el visto bueno de la FDA (Food and Drug Administration) y ofrece desde su página web una muestra gratuita, previo pago de los gastos de envío.