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Oleada de ataques con ácido en Londres: ¿la nueva arma de las bandas criminales?
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más de 1.800 incidentes desde 2010

Oleada de ataques con ácido en Londres: ¿la nueva arma de las bandas criminales?

En 2016 hubo 454 casos, un incremento del 65% respecto al año anterior, y este último mes se han producido numerosos incidentes. Las autoridades no saben bien cómo afrontar este fenómeno

Foto: Medidas de emergencia en Londres tras el ataque con ácido el pasado 13 de julio. (Reuters)
Medidas de emergencia en Londres tras el ataque con ácido el pasado 13 de julio. (Reuters)

Cuando Imran Khan se vio rodeado por un grupo de adolescentes que le gritaban, supo que iba a tener problemas. Pero este repartidor de pizzas de 37 años, británico de origen paquistaní, jamás se imaginó lo que vendría a continuación: un chorro de ácido dirigido contra su rostro. "El dolor se apoderó de mí y tuve miedo de quedarme completamente ciego", relata. Un amigo comerciante le vació rápidamente una botella de agua en la cara, eliminando parte del ácido. "Creo que eso es lo que me salvó", asegura.

El incidente tuvo lugar en noviembre del año pasado. Khan es ahora una estádistica, una de las víctimas de la oleada de ataques con ácido que sacude el Reino Unido, y que se ha intensificado en Londres durante el último mes. Si desde inicios de 2017 las autoridades británicas han tenido que hacer frente a varios ataques terroristas, ahora se enfrentan a otro tipo de violencia en una escalada sin precedentes: las agresiones con líquidos corrosivos. La última de ellas se produjo este martes por la tarde, cuando dos jóvenes fueron rociados con ácido en una calle muy transitada del este de Londres por motivos aún no esclarecidos. Según el dueño de un establecimiento cercano, que les asistió mientras esperaban ayuda médica, tenían las piernas y el rostro quemados por completo.

La tendencia es preocupante: el 13 de julio se produjeron cinco ataques en tan solo 90 minutos. Dos hombres en moto rociaron con ácido a varios motociclistas en distintos puntos de la ciudad y se llevaron dos de las motos en las que se desplazaban las víctimas, por lo que se cree que el motivo del ataque podría haber sido el robo. El 21 de junio, Resham Khan (21) y su primo sufrieron graves quemaduras tras ser agredidos por un hombre que arrojó el líquido desde la ventanilla abierta hacia el interior del coche. Resham, que aspiraba a convertirse en modelo, tiene ahora la cara desfigurada y permanece en el hospital. Junto a su primo, ha escrito una carta abierta al Gobierno para que tome medidas preventivas, abriendo una plataforma virtual que ya cuenta con más de 366.000 firmas.

El número de ataques con sustancias corrosivas en Reino Unido aumentó un 65% en 2016, año en el que hubo un total de 454 incidentes, según la organización británica para supervivientes del ácido (ASTI). Desde 2010, se han registrado más de 1.800 ataques con líquidos corrosivos tan sólo en Londres. Y según el Washington Post, Reino Unido tiene ahora uno de los índices de ataques con ácido per cápita más altos del mundo.

De los crímenes de honor al robo ultraviolento

Tras los fatídicos incidentes del 13 de julio, dos adolescentes de 15 y 16 años fueron arrestados por la policía, según Cressida Dick, directora de la Policía Metropolitana de Londres. Un portavoz del cuerpo policial confirmó que se estaba investigando si el móvil del ataque era el robo, ya que todas las víctimas iban en moto. Según los datos hasta la fecha, el 23% de los ataques con ácido en Londres el año pasado estaban relacionados con un hurto. La mayoría de las víctimas tenían entre 15 y 29 años y una tercera parte eran de origen asiático.

Según el criminalista Simon Harding, de la Universidad de Middlesex, el ácido se está convirtiendo en una de las armas preferidas por las bandas criminales a la hora de "demostrar poder y control o desatar el miedo entre otras bandas rivales". Además, en caso de arresto, la pena es menos severa que en caso de agresión con arma blanca, porque el atacante es acusado de intento de asesinato y no de causar lesiones corporales graves. Según Harding, este podría ser el motivo por el cual las bandas criminales están recurriendo al empleo de ácido. Otra razón para ello es que "es más difícil demostrar la culpabilidad del atacante porque [el ácido] apenas deja huellas dactilares y es más fácil herir a alguien lanzando un líquido contenido en una botella que empleando un cuchillo"

También hay crímenes de odio, como el caso de Imran Khan, o venganzas pasionales: en julio del año pasado, por ejemplo, Daniel Rotariu (31) fue rociado con ácido por su exnovia mientras dormía en su casa, en Leicester. También se utiliza a menudo en crímenes de honor (aquellos en los que el móvil es el supuesto honor mancillado de una familia, un concepto que se maneja en el seno de algunas comundiades asiáticas y africanas). En estos casos, el porcentaje mayoritario de las víctimas es femenino y el atacante suele ser su marido o un pariente cercano.

Las sustancias corrosivas pueden comprarse por menos de 6,50 libras

Pero en los recientes ataques de Londres, tanto los atacantes como las víctimas han sido mayoritariamente hombres. Además, la policía londinense ha confirmado que hay una cierta relación entre las bandas criminales y este fenómeno. Aunque las agresiones con armas blancas siguen siendo superiores en número, este brusco incremento preocupa a las autoridades británicas. "En vez de usar cuchillos y pistolas, las bandas callejeras están utilizando unas sustancias que alteran la vida de la víctima para siempre. ¿Por qué? Porque las sustancias corrosivas pueden comprarse en cualquier tienda o en internet por menos de 6,50 libras y la normativa al respecto es ineficiente", denuncia Resham Khan, que continúa hospitalizada.

En muchas ocasiones, el empleo de ácido provoca la ceguera en las víctimas, lo que dificulta la identificación y captura del atacante. Además, la recuperación ante este tipo de ataque es lenta y conlleva una inmensa carga psicológica, elemento que las bandas criminales utilizan a su favor para amedrentar a la víctima. La carta abierta que Resham ha publicado en las redes sociales denuncia el fácil acceso a este tipo de sustancia y exique que se clasifique como arma letal.

"Llevar ácido por la calle debería ser delito"

La directora de la Policía Metropolitana londinense afirmó este mes que se tomarán las medidas necesarias para prevenir esta escalada. "Arrestaremos a los responsables, haremos cumplir la ley y trabajaremos muy de cerca con el Ministerio de Interior para comprobar si es necesario introducir cambios legislativos", prometió. Pero la ley anglosajona ya permite a los tribunales sentenciar a un atacante con ácido a cadena perpetua. Incluso la posesión de ciertas sustancias puede conducir a una pena de cuatro años si se demuestra que existía la intención de atacar. Por lo tanto, la reforma legislativa tendría que centrarse en otro ángulo, como, por ejemplo, la manera de adquirir estos productos.

En la prensa británica empiezan a aparecer artículos pidiendo regulaciones más estrictas para restringir el acceso de los atacantes a líquidos corrosivos, estableciendo una edad mínima para adquirirlos y un control más riguroso sobre las ventas. Otras sugerencias indicaban que el ácido debería clasificarse como arma peligrosa e incluso se ha propuesto que solo esté disponible con pago de tarjeta de crédito para facilitar la captura de atacantes potenciales. El periódico utilizó el ejemplo de Bangladesh, donde las agresiones con ácido (sobre todo contra mujeres) se han reducido considerablemente gracias a medidas como la restricción de las ventas y unas penas más severa.

Este tipo de químicos se encuentra en la cocina de cualquier casa

Stephen Timms, miembro del Parlamento, comunicó ante los medios que llevar ácido sulfúrico por la calle debería ser un delito, lo que podría conseguirse mediante una nueva normativa que obligase a tener una licencia especial antes de adquirir ácido. El incremento de ataques con ácido será uno de los temas tratados el próximo lunes en la Cámara de los Comunes. El Ejecutivo británico está considerando la posibilidad de establecer regulaciones más estrictas, aunque se trata de un asunto complejo, ya que "ese tipo de químicos se encuentra en la cocina de cualquier casa, debajo del fregadero".

Debe tenerse en cuenta que el ácido sulfúrico, el amoniaco o la lejía son sustancias empleadas comunmente en la limpieza doméstica. Pueden adquirirse con normalidad y a bajo precio, pero también constituyen un arma letal. En cualquier caso, los agentes policiales en Londres han recibido mil kits de emergencia con el objetivo de responder con rapidez ante los ataques. Los nuevos equipos incluyen un equipo de protección y botellas de agua de cinco litros para poder tratar a las víctimas en el acto y disminuir la gravedad de las heridas.

Cuando Imran Khan se vio rodeado por un grupo de adolescentes que le gritaban, supo que iba a tener problemas. Pero este repartidor de pizzas de 37 años, británico de origen paquistaní, jamás se imaginó lo que vendría a continuación: un chorro de ácido dirigido contra su rostro. "El dolor se apoderó de mí y tuve miedo de quedarme completamente ciego", relata. Un amigo comerciante le vació rápidamente una botella de agua en la cara, eliminando parte del ácido. "Creo que eso es lo que me salvó", asegura.

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