14 muertos y 101 heridos. Dos días. Una ciudad de EEUU

Al menos 101 personas recibieron disparos en Chicago durante el puente del 4 de julio. 14 de ellas murieron, según ha confirmado un periódico local. La mitad de los tiroteos ocurrieron en un plazo de 12 horas, desde la tarde del martes 4 hasta la madrugada del miércoles 5, afirma el Chicago Tribune. La víctima más joven tenía 13 años y, la más mayor, 60.

La mayoría de los disparos se concentraron en el sur y oeste de Chicago, dos zonas sumamente conflictivas donde ni siquiera el despliegue de 1.000 agentes de policía adicionales y la instalación de centros de apoyo estratégico pudieron detener la espiral de violencia.

El número de víctimas de este 4 de julio se ha incrementado con respecto al puente de la fiesta nacional anterior, que duró 3 días y se saldó con 66 heridos. En lo que llevamos de año, 1.800 personas han sido tiroteadas en Chicago, expone el Tribune. Pero esta cifra no es tan alta como la de 2016, que concluyó con 2.035 víctimas de tiroteos. Según la policía local, los enfrentamientos con armas de fuego han disminuido un 14% en comparación con los primeros seis meses de 2016.

Aunque Chicago tiene leyes estrictas sobre la posesión de armas, los estados de Indiana y Wisconsin (con los que comparte frontera) son mucho más permisivos. Hasta el 60% de las armas utilizadas en homicidios en Chicago son adquiridas en otros estados. Se sabe que sus ciudadanos cruzan la frontera y compran armas ilegales en ferias de armamento, para luego introducirlas en Chicago camufladas en bolsas.

Chicago es la tercera ciudad más grande del país y cuenta con una población muy diversa que incluye amplias capas de hispanos y afroamericanos. La ciudad sufre problemas de desempleo y segregación, lo cual facilita que las bandas criminales se multipliquen y sean responsables de una buena parte de los homicidios. Pese a todo, Chicago sigue sin encabezar la lista de las ciudades estadounidenses con mayor tasa de homicidios. Otras ciudades más pequeñas como Detroit, Nueva Orleans o St. Louis la superan en violencia .

En enero, el presidente de EEUU, Donald Trump, declaró por Twitter que enviará a agentes federales para controlar las guerras de bandas criminales en Chicago si no se soluciona pronto esta "horrible carnicería".