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¿Qué pasará con el Brexit si May no consigue una holgada mayoría absoluta?
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su ventaja cae a solo seis puntos

¿Qué pasará con el Brexit si May no consigue una holgada mayoría absoluta?

Cuando May convocó elecciones la jugada se daba por ganada. Pero las cartas han cambiado. Los 'tories' podrían perder escaños, lo que supondría un caos de cara a las negociaciones

Foto: La primera ministra británica Theresa May durante un evento caritativo en Londres. (Reuters)
La primera ministra británica Theresa May durante un evento caritativo en Londres. (Reuters)

Cuando Theresa May convocó elecciones anticipadas para el 8 de junio, no fue precisamente un órdago. La jugada se daba por ganada. El Ukip había desaparecido del mapa en los comicios previos locales, los Liberal Demócratas seguían sin levantar cabeza y los Laboristas, a priori la mayor amenaza, estaban inmersos en una guerra civil.

Pero en cuestión de dos semanas, las cartas han cambiado. Y de manera considerable. El sondeo elaborado por YouGov publicado este miércoles por 'The Times' señala incluso que los 'tories' podrían perder escaños dejando un Parlamento “colgado”, sin mayorías, en definitiva, un auténtico caos de cara las negociaciones del Brexit.

Los expertos consultados por este diario, en cualquier caso, no le otorgan especial credibilidad. Primero por el margen de error utilizado –la misma encuesta otorga a los 'tories' mayoría absoluta en el mejor escenario-. Segundo, porque los sondeos no acertaron en los comicios de 2015 y tampoco con el referéndum del Brexit. En particular, YouGov también habló de Parlamentos “colgados” en las últimas generales donde David Cameron sacó luego mayoría.

Lo que sí es cierto, en cualquier caso, es que la ventaja de los 'tories' con respecto a los laboristas ha caído de 25 puntos a tan sólo seis y la popularidad de Jeremy Corbyn va sumando adeptos para la sorpresa de sus propias filas, reacias desde el primer momento a un líder impuesto por las bases.

Como media, el apoyo a los conservadores se sitúa en un 43% respecto al 36% laborista. De replicarse estos datos en las urnas, los 'tories' conseguirían una mayoría sustentada en 50 escaños. La cifra superaría los 17 que tenía May antes de convocar los comicios, pero sería interpretada como una derrota. El objetivo siempre fue una barrida histórica a la oposición similar a la que logró Margaret Thatcher sobre Michael Foot en 1983, cuando superó a los laboristas por 144 asientos.

La pregunta es: ¿qué impacto puede tener en las negociaciones del Brexit una mayoría de May por debajo de los 100 escaños? ¿Seguiría de esta manera sujeta al yugo de los 'tories' euroescépticos?

Según Vincenzo Scarpetta, analista político del reputado Think Tank Open Europe, “va a depender mucho del perfil de los nuevos diputados conservadores que entren a Westminster”. “Si son euroescépticos convencidos presionarán, pero también es cierto que normalmente los parlamentarios nuevos suelen seguir, sobre todo al principio, la disciplina de partido”, explica a El Confidencial.

Con el fin de resurgir en los sondeos, en la recta final de la campaña May ha endurecido aún más si cabe su discurso para atraer el voto del Ukip y el del laborista descontento con la oposición, que abogó por la permanencia pese al poco entusiasmo que ponía Corbyn a la hora de defender la Unión Europea.

"Ya tienen lo que querían y está claro que los principios generales no van a cambiar: Reino Unido va a salir del mercado único y de la unión aduanera"

En este sentido, Scarpetta recalca que aunque “May necesita ahora una estrategia”, tras los comicios “suavizará luego el tono”. “Con una mayoría más o menos holgada, ganará las elecciones y llegados a este punto habrá que ver qué ministros elige para su gabinete”, afirma.

“Si se confirman los rumores y prescinde de Philip Hammond, el más eurófilo, será relevante, ya que hasta ahora el Chancellor era el que hacía más balance con respecto a los conocidos como 'Tres Brexiteers' (Liam Fox, David Davis y Boris Johnson)”, añade.

En caso de que la mayoría fuera solo por 50 escaños, el experto no cree que el ala 'tory' más euroescéptica vaya a presionar a May durante las negociaciones con Bruselas amenazando con revueltas internas. “Ya tienen lo que querían y está claro que los principios generales no van a cambiar: Reino Unido va a salir del mercado único y de la unión aduanera”, matiza.

Sería luego, en la fase de transición tras el Brexit, donde May podría encontrar más dificultades si no goza de un control consistente en la Cámara de los Comunes. “Una mayoría de sólo 50 escaños daría la tranquilidad para pasar toda la legislación pertinente. Pero sí es cierto que tendría menos flexibilidad para cerrar cuestiones financieras o de libre circulación, que Bruselas quiere que continúe en este proceso de adaptación”, explica el analista.

Cuando Reino Unido salga oficialmente del bloque, previsiblemente para otoño de 2019, Westminster deberá trasladar la legislación comunitaria al derecho británico a fin de terminar con la “supremacía” de la UE, lo que se ha llamado “la gran Ley de Derogación”. Debido al número ingente de toda la normativa que se tiene ahora que transformar, el Ejecutivo de May pretende cambiar hasta 1.000 leyes comunitarias sin debatirlas en el Parlamento, utilizando el llamado “Estatuto de Proclamación”. Éste fue empleado por Enrique VIII en 1539 para legislar básicamente solo con su decisión. Las críticas no se han hecho esperar.

Mientras que Corbyn ha mostrado su rechazo a lo que consideró "poderes esencialmente dictatoriales", el responsable de los Liberal Demócratas, el eurófilo, Tim Farron, ya ha avanzado que su partido iba a empezar “una guerra legislativa”.

Pero, ¿por qué ha caído tanto y en tan poco tiempo May en los sondeos? Su debacle comenzó en el momento en el que dejó de hablar del Brexit y se centró en asuntos domésticos. La líder tory se mudó el verano pasado a Downing Street sin pasar por las urnas y todo este tiempo había estado sujeta al programa de su antecesor, David Cameron.

Esta campaña electoral, por lo tanto, era su oportunidad para presentar su propio manifiesto. A diferencia de las medidas populistas de Corbyn -que promete, entre otros, acabar con las tasas universitarias- May, confiada precisamente por el gran apoyo de las primeras encuestas, apostó sin embargo por modificar el llamado sistema de bienestar, atreviéndose incluso con una polémica medida que quiere reducir las ayudas a las personas mayores.

El bautizado como el “impuesto de la demencia” se convirtió a su pesar en el gran protagonista. Horas antes de que el atentado de Mánchester suspendiera los actos de la campaña, debido a la avalancha de críticas incluso por parte de la prensa más conservadora, May se vio obligada a aclarar a que se incluirá un “límite” –no especificó no obstante cifra- sobre el dinero que los jubilados tendrán que pagar por los cuidados que reciben. Pero aquello empeoró más la situación al ser interpretado como una marcha atrás a la desesperada.

Actualmente, los jubilados que viven en residencias tienen que pagar por los cuidados si la suma de sus ahorros y el valor de su casa supera las 23.250 libras (alrededor de 27.000 euros). Pero los conservadores quieren que, a partir de ahora, para aquellos que reciben asistencia en su propio hogar, también se les tenga en cuenta el valor de la propiedad y no sólo los ahorros.

El “impuesto de la demencia” se convirtió a su pesar en el gran protagonista. May se vio obligada a aclarar a que se incluirá un “límite”

Aunque los 'tories' quieren subir el umbral de los 23.2150 libras a las 100.000 (160.000 euros) y atrasar el pago hasta la defunción del afectado y su viudo, la medida no ha sido bien recibida por un sector de la sociedad cada vez más importante a tener en cuenta en unos comicios.

“Si yo estuviera sentado en Bruselas y la tuviera enfrente pensaría que es una persona que cambia de opinión ante el primer obstáculo”, le soltó el temido Jeremy Paxman en su entrevista del lunes, donde recordó también a May su cambio de parecer sobre la controvertida subida de las cotizaciones de los autónomos en un 2%, tan solo siete días después de presentar los Presupuestos.

Por otra parte, la 'premier' también ha recibido muchas críticas ante la posible reinstauración de la caza del zorro con perros. May ha dicho que la apoya y se plantea legalizar esta práctica prohibida desde 2005, lo que ha llevado a sus detractores a acusarla de “servilismo” a la clase alta, cuyas familias más adineradas han perdido muchos ingresos al dejar de organizar cazas en sus caseríos con generosas hectáreas.

Cuando Theresa May convocó elecciones anticipadas para el 8 de junio, no fue precisamente un órdago. La jugada se daba por ganada. El Ukip había desaparecido del mapa en los comicios previos locales, los Liberal Demócratas seguían sin levantar cabeza y los Laboristas, a priori la mayor amenaza, estaban inmersos en una guerra civil.

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