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El inquebrantable apoyo de Mohamed VI a un artista inculpado en Francia por violación
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RECIBE EN PARÍS AL CANTANTE marroquí Lamjarred

El inquebrantable apoyo de Mohamed VI a un artista inculpado en Francia por violación

El rey de Marruecos recibe al artista Lamjarred pendiente de juicio en París. Tras su detención en octubre el monarca le buscó un abogado y anunció que sufragaría su minuta

Foto: Mohamed VI y el cantante marroquí Lamjarred, inculpado por violación en Francia y EEUU.
Mohamed VI y el cantante marroquí Lamjarred, inculpado por violación en Francia y EEUU.

Mohamed VI en una calle con una francesa, policía, de origen marroquí; con un barrendero marroquí; con el dueño marroquí de una pequeña empresa de alquiler de coches de lujo... Desde que llegó de vacaciones a París el 1 de mayo los 'selfíes' y vídeos del rey de Marruecos inundan de nuevo las redes sociales antes de ser publicados por buena parte de la prensa de Rabat y Casablanca.

Hay una fotografía que, sin embargo, no ha salido a la luz. La del soberano recibiendo en audiencia a un joven con una pulsera electrónica en el tobillo que controla sus movimientos: el cantante pop Saad Lamjarred, de 32 años, pendiente de juicio en Francia por violación y violencia exacerbada contra una veinteañera. Su entrevista con el monarca fue revelada el viernes por el diario digital marroquí 'Goud' cuyo director, Ahmed Najim, que reside en Las Palmas, tiene un largo historial de noticias exclusivas. Asegura que se celebró el jueves y duró tan solo veinte minutos. Pidió ser recibido por el rey para agradecerle las atenciones que tuvo con él.

Lamjarred, nacido en Rabat en 1985 en una familia de artistas marroquíes, empezó a darse a conocer hace una década, pero se convirtió en una estrella del pop en el mundo árabe en 2013 con su canción “Mal hbibi malou” (¿Qué le pasa a mi amada?) vista por más de 600 millones de internautas. Firmó entonces además un contrato millonario con Pepsi-Cola cuya publicidad protagonizaba en el mundo árabe.

Su vida cambió el 26 de octubre pasado cuando la policía francesa le detuvo en el hotel Marriott de los Campos Elíseos, después de que fuera denunciado por una joven de 20 años, y le llevó esposado a la comisaría del distrito 17. La víctima “padece lesiones traumáticas y está muy traumatizada”, señaló entonces la policía a la prensa. “Su relato es perfectamente creíble”, añadió. El presunto agresor había consumido alcohol y estupefacientes, según la versión de los investigadores recogida por los periódicos parisinos. Lamjarred sostuvo, en cambio, que la relación fue consentida.

El juez ordenó el ingreso del artista en la cárcel de Fleury-Merogis obligándole a suspender el mega concierto que iba a dar el 29 de octubre en el Palacio de Congresos de París mientras Pepsi-Cola cancelaba su jugoso contrato. El magistrado le concedió la libertad provisional el 14 de abril, en contra de la opinión de la fiscalía, pero obligándole a llevar una pulsera electrónica para que la administración penitenciaria pueda vigilar sus movimientos. Debe pernoctar todas las noches en un mismo domicilio y no puede salir de Francia.

A Mohamed VI debió de impactarle que este artista virtuoso, probablemente el marroquí más conocido en el mundo del espectáculo, acabase detrás de los barrotes. Aconsejó a los familiares de Lamjarred que recurriesen al abogado en París de la familia real, el célebre penalista Éric Dupond Moretti, y anunció el 31 de octubre, a través de la agencia de prensa marroquí (MAP), que él se haría cargo de la minuta del letrado.

El comentarista Karl Zéro, de la radio pública francesa, se puso entonces en la piel del rey de Marruecos y describió ante los micrófonos su reacción. “Me dio un vuelco al corazón” al enterarme de la detención de esta “gloria nacional”. “¡Nunca un chico tan sensible, capaz de hacernos llorar con su magnífica canción ¿Qué le pasa a mi amada?, ha podido cometer un acto así!”. La crónica de Zéro, emitida en hora de máxima audiencia, arrasó en las redes sociales. La audiencia que el monarca acaba ahora de conceder a Lamjarred se sitúa en la misma línea de apoyo que le brindó hace seis meses.

El comportamiento real demuestra que Mohamed VI se mueve con frecuencia por impulsos emocionales sin tener siempre en cuenta las consecuencias. Lo hace en un plano personal, respaldando a un cantante cuya familia conoce y al que admira hasta el punto de haberle impuesto, en el verano de 2015, el Wissam Alaoui, una importante condecoración. También tiene arranques parecidos en política como cuando apostó, en el verano de 2016, por solicitar el regreso de Marruecos en la Unión Africana, o, catorce años antes, adueñarse del islote de Perejil. La primera fue una jugada exitosa, la segunda menos.

El encarcelamiento de Lamjarred tuvo un enorme eco en las redes sociales y también en la calle. Sus fans pidieron, por ejemplo, a gritos en Casablanca en noviembre, su liberación. Sus defensores sostenían entonces, sin aportar ninguna prueba, que en París había caído en una trampa tendida por sus rivales en el mundo del espectáculo.

La puesta de Lamjarred bajo los focos de la actualidad hizo aflorar otros episodios controvertidos de su vida. En 2010 también fue imputado en Estados Unidos por una violación, pero salió rápidamente del país que no volvió a pisar. El diario “Le Parisien” reveló además en febrero que la policía judicial francesa le investigaba por otra violación de la que habría sido víctima, en Casablanca, una franco-marroquí de 28 años que en su momento no osó denunciarle, pero se animó a hacerlo en noviembre de 2016 en París. Al mes siguiente se retractó, sin embargo, tras ser “fuertemente presionada” por su entorno, según el periódico.

Más aun que los 'selfies' de París, otras tres fotos del rey, tomadas cuando el monarca estaba de vacaciones en Florida (del 13 al 30 de abril), han dado mucho que hablar en Marruecos. Son probablemente las primeras instantáneas no autorizadas por el palacio real que salen a la luz. En ellas se ve al monarca, a su esposa Lalla Salma y a su hija, Lalla Khadija, en una playa de Miami. Los adultos están en bañador.

Mohamed VI en una calle con una francesa, policía, de origen marroquí; con un barrendero marroquí; con el dueño marroquí de una pequeña empresa de alquiler de coches de lujo... Desde que llegó de vacaciones a París el 1 de mayo los 'selfíes' y vídeos del rey de Marruecos inundan de nuevo las redes sociales antes de ser publicados por buena parte de la prensa de Rabat y Casablanca.

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