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La razón económica de Maduro para trabar a la Asamblea: Rusia entra en la trama
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el pago de la deuda y la necesidad de liquidez

La razón económica de Maduro para trabar a la Asamblea: Rusia entra en la trama

La caída de los ingresos petroleros, el pago de la deuda y la necesidad de liquidez podrían ser parte de esta otra trama en la que se cuela Rusia

Foto: Conrado Pérez, diputado de la MUD, durante choques con los antidisturbios en Caracas, el 3 de abril de 2017. (Reuters).
Conrado Pérez, diputado de la MUD, durante choques con los antidisturbios en Caracas, el 3 de abril de 2017. (Reuters).

No se da puntada sin hilo, se dice en Venezuela. Aunque las sentencias del Tribunal Supremo de Justicia parecían tener como objetivo más bien romperlo -el constitucional–, detrás hay una madeja económica que no se ha modificado tras el “recule” anunciado por el presidente Nicolás Maduro el pasado viernes en la noche. La caída de los ingresos petroleros, el pago de la deuda y la necesidad de liquidez podrían ser parte de esta otra trama en la que se cuela Rusia.

El pasado viernes en la noche Maduro anunció tras la reunión del Consejo de Defensa de la Nación que la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) revisaría las sentencias. El sábado en la mañana se modificaban los artículos referidos a la eliminación de la inmunidad parlamentaria de los diputados y el de la sustitución de la Asamblea Nacional por la Sala Constitucional. El resto, al parecer y a juzgar por la rueda de prensa que dio el Presidente del TSJ Maikel Moreno, no queda modificado. No se pueden ver las sentencias porque desde el sábado, poco después de anunciarse los cambios, la página web del TSJ está caída.

De lo que no se cambió se desprende que el Ejecutivo tiene potestad para hacer empresas mixtas, que reciben aportes capitales de particulares y del Estados. Se crearon en 2006 enfocadas en el sector petrolero y, muchas de ellas, nacen de acuerdos entre el Gobierno de Venezuela y otros países que se benefician así de la extracción de crudo en la Faja Petrolífera del Orinoco. Pero también se están creando para el que ya se podría calificar del nuevo sector rentista del país, el Arco Minero del Orinoco, rico en oro, coltán, cobre, hierro o diamantes. También se le dan atribuciones al presidente para tomar medidas civiles, económicas, militares, penales, administrativas, políticas, jurídicas y sociales para “evitar una conmoción nacional”. Hasta la semana pasada, para aprobar contratos o créditos con organismos o empresas extranjeras, o para crear dichas empresas, era necesaria la aprobación de la Asamblea Nacional.

“Hay sectores estratégicos que necesitan que los contratos que se aprueben pasen por la Asamblea Nacional. Se eliminó este tema en el caso de explotación de empresas mixtas para el oro. La Corporación Venezolana de Petróleo pidió la revisión del artículo 22 de la Ley Orgánica de Hidrocarburos para la constitución de empresas mixtas y ahí quedó la sentencia 156”, explica la economista Anabella Abadi.

Foto: Toma aérea de las protestas de la oposición venezolana contra Nicolás Maduro. (Reuters)

De la mano de la creación de empresas mixtas vienen los ingresos del extranjero, tan necesarios en un momento de caída de la entrada de dólares al Estado. “Hay una gran necesidad de ingresos adicionales. Aunque ahora el barril de petróleo esté en 45 dólares, por encima de los 35 del año pasado, la producción nacional ha caído”, dice Bárbara Lira, economista y especialista en sector energético.

Parece lógico que, si se quiere más ingresos y no se paga más por el barril de petróleo, se deba subir la producción, pero la realidad es que el promedio de PDVSA ha bajado en los últimos años. El promedio en 2015 fue de 2.654 millones de barriles diarios, según notificaciones directas de Venezuela a la OPEP. Para febrero de 2017 cayó hasta 2.248, 22.000 menos. Lira explica que “no se logra producir más porque no hay inversión en mantenimiento de taladros, en pozos. Y con menos recursos tienes que decidir dónde los metes, si en pagar la deuda o en inversión”.

"No se logra producir más porque no hay inversión en mantenimiento. Con menos recursos tienes que decidir si pagar la deuda o inversión”.

La deuda que PDVSA debe pagar justamente ahora, el 12 abril es de 2.466 millones de dólares por el vencimiento del bono 2017. Entre mayo y diciembre debe pagar otros 3862 millones más. Aunque no es el único pago que debe afrontar el país.

El Gobierno tiene una situación muy comprometida, hay un déficit externo este año de entre 9 y 12.000 millones de dólares y necesitan plata”, dice el economista Asdrúbal Oliveros, director de Econalítica. Y el dinero no es solo para hacer los pagos que debe, sino para cubrir las importaciones, vitales en un país con alta dependencia de lo extranjero a falta de producción nacional, otra consecuencia más de vivir bajo el rentismo petrolero. “En términos políticos no pueden recortar las importaciones. En algún momento harán elecciones y necesitan demostrar que hay una mejora. Y para eso necesitan dólares”.

Ya desde 2013 la caída de las importaciones se ha dejado notar. Si en 2012 se gastaron 60.000 millones dólares en traer mercancía del extranjero, el monto fue cayendo estrepitosamente en años sucesivos, hasta situarse en 18.000 millones el año pasado. “Y a juzgar por lo que llevamos de año, hay un recorte del 20% respecto al mismo periodo de 2016, así que este año el monto podría bajar a 15.000 millones”, apunta Oliveros, para quien lo ineludible es el pago de la deuda. Opositores durante una protesta contra el presidente Maduro, en Caracas, el 3 de abril de 2017. (Reuters)

Oliveros pone en duda que el Gobierno se declare en 'default' porque “pondría muy cuesta arriba el país, nuestra deuda tiene condiciones complicadas para esto, sobre todo embargar activos de la industria petrolera, seguir importando productos y las demandas internacionales que pueden venir por esa vía con todos los tenedores de deuda y los fondos buitre, que son muy agresivos”. Además, daría al traste con la narrativa propia del Gobierno “porque es la puerta de entrada de la intervención extranjera, así que es es probable que entre en negociaciones con aliados chinos y rusos para entregarles más de nuestras empresas petroleras”.

En este punto entra la petrolera rusa Rosneft, de la que se dice que estaría en conversaciones con el Gobierno para darle apoyo en la liquidez, según informaciones de Reuters. “Oficialmente el Gobierno no ha dado postura sobre esto. No se sabe si la empresa está interesada, pero habrá que ver si está dispuesta a asumir el riesgo de hacer negociaciones sin pasar por la Asamblea, porque luego puede anularse el contrato”, apunta Abadi. “Los inversionistas chinos, socios importantes, están considerando ese factor de riesgo. Es un limitante importante para que el Gobierno obtenga liquidez”.

"Parece que la petrolera rusa se está aprovechando de la desesperación del Gobierno de Maduro y de las relaciones cercanas"

Para el economista Orlando Ochoa, el Gobierno está detrás de “operaciones financieras heterodoxas” como que el préstamo adquirido en diciembre por PDVSA a cambio del 49,9% de Citgo Holding Inc, su empresa refinadora en Estados Unidos. La compradora según una declaración del Código Comercial Uniforme (UCC) de Delaware publicado por Redd Intelligence sería la rusa Rosneft. “Parece que la petrolera rusa se está aprovechando de la desesperación del Gobierno de Maduro y de las relaciones cercanas que tiene para hacer negocios, Y podría ocurrir que PDVSA siga buscando auxilio y cambie Citgo por liquidez”.

Todo el entramado de empresas, venta y negociaciones a cambio de la liquidez que el Gobierno y PDVSA necesitan “lo facilita el TSJ con las sentencias 155 y 156. No echaron para atrás la posibilidad de negociar las empresas mixtas y ahora puede que los rusos agarren la joya de la corona, CITGO, a precio de gallina flaca”, dice Ochoa. Y todo en el corazón de Estados Unidos, ahora bajo el dominio del presidente Trump, cuyo equipo está bajo sospecha de contactos con los rusos y tras las acusaciones de injerencia de Moscú a favor del magnate en la campaña.

Como todo en Venezuela, habrá que esperar, ver qué hará Maduro con esos poderes habilitantes y si habrá socios dispuestos a crear empresas mixtas sin la firma de la Asamblea y que llenen las mermadas arcas del Estado.

No se da puntada sin hilo, se dice en Venezuela. Aunque las sentencias del Tribunal Supremo de Justicia parecían tener como objetivo más bien romperlo -el constitucional–, detrás hay una madeja económica que no se ha modificado tras el “recule” anunciado por el presidente Nicolás Maduro el pasado viernes en la noche. La caída de los ingresos petroleros, el pago de la deuda y la necesidad de liquidez podrían ser parte de esta otra trama en la que se cuela Rusia.

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