Las últimas horas del terrorista de Londres: kebab, internet y un hotel de 70 €/noche

Las fuerzas de seguridad británicas están reconstruyendo los últimos pasos que dio el terrorista de Londres, identificado este jueves como Khalid Masood. Nacido con el nombre de Adrian Russel Ajao en Kent, de 52 años y sin antecedentes por terrorismo pero sí por delitos comunes, pasó su última noche en el Preston Park Hotel en Brighton, a 82 kilómetros de Westminster, donde perpetró el atentado.

Ocupó la habitación 228. Sencilla, con moqueta de color azul y un mobiliario básico y escaso, Masood pagó por una noche 59 libras -casi 70 euros- con su tarjeta de crédito. Llegó a Brighton el martes y apenas salió del hotel. Solo lo hizo para comprar la cena: un kebab. Se pasó el resto del tiempo viendo la televisión y navegando por Internet, según publica este viernes 'The Sun'. A las 11:30 horas del miércoles, abandonó su habitación, se subió a un Hyundai que alquiló esta misma semana y se dirigió a Londres. A gran velocidad, cruzó de punta a punta el puente de Westminster atropellando a varias personas. Luego estrelló el coche contra la valla del Parlamento británico y después acuchilló al agente de policía Keith Palmer antes de ser abatido a tiros.

[Lea aquí toda la información sobre el atentado de Londres]

"Londres ya no es lo que era"

El justificante del pago del hotel, encontrado en el interior del vehículo, ha sido lo que ha puesto sobre la pista a la Policía. Masood no cuidó ninguno de los detalles, lo que hace pensar a los investigadores que sabía que no iba a sobrevivir al atentado. Sin embargo, esta no era la primera vez que el terrorista acudía al Preston Park Hotel de Brigthon, a casi dos horas de la capital británica. Lo hizo el pasado viernes 17 de marzo. Llegó solo, con una bolsa y dejó la habitación al día siguiente. Ninguno de los trabajadores sospechó nada ni tampoco este miércoles cuando entregó la llave a los recepcionistas, con los que mantuvo una breve conversación. "Nos dijo que vivía encima de una tienda de guitarras en Birmingham y que Londres ya no era como solía ser", relata uno de ellos a 'The Sun'.

[Atacantes solitarios: la baza del ISIS para esquivar al MI5]

Amable, educado y tranquilo, como le han definido los trabajadores del hotel, ahora la Policía investiga dónde estuvo Khalid Masood entre el sábado y el martes. Según las últimas informaciones, estuvo en Londres y en los alrededores del aeropuerto de Gatwick antes de regresar a Brighton.

(Recorrido que el terrorista hizo en coche desde el hotel a Londres)

Radicalizado en Arabia Saudí

Desde que este jueves por la tarde trascendiera el nombre del autor del atentado de Londres -que ha costado la vida a cuatro personas-, muchas son las incógnitas que quedan por resolver. Investigado por el MI5 "hace varios años", como confirmó la primera ministra británica Theresa May en una comparecencia en el Parlamento británico, Khalid Masood vivió en distintos puntos de Reino Unido bajo varias identidades.

Aunque no estaba fichado por terrorismo, sí había cometido varios delitos como asaltos, posesión de armas y desórdenes públicos que le llevaron a la cárcel. Al salir de ella en 2003 viajó a Arabia Saudí, donde pasó "varios años", según ha confirmado este viernes Scotland Yard. Allí estuvo una larga temporada dando clases de inglés.

[Los musulmanes, en punto de mira de las autoridades británicas]

Casado con una mujer asiática y con tres hijos, fue a su regreso a Reino Unido cuando cambió de nombre. Tras una conversión al islam, el autor del atentado pasó a llamarse Khalid Choudry y después Khalid Masood. Una vez en suelo británico, su currículo se ciñe a dar clases de inglés en la localidad de Luton, pero en ninguna academia ni centro educativo hay profesores registrados con ese nombre. En los últimos meses asistía con regularidad al gimnasio -era aficionado al culturismo- y a una mezquita de Birmingham, donde estuvo viviendo hasta Navidad, fecha en la que decidió recoger sus cosas y dejar vacío el piso sin despedirse de ninguno de sus vecinos. Sin embargo, su vida era más bien errante ya que tiempo atrás vivió en distintos puntos del país.

Su madre, Janet Ajao, de 69 años, tiene un pequeño negocio de cojines y bolsas hechas a mano en el suroeste de Gales. Hasta allí se han desplazado los investigadores, que le han interrogado sin que haya trascendido el contenido de la conversación.