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Rebelión contra Dijsselbloem, presidente del Eurogrupo, liderada por los españoles
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por decir que el sur gasta el dinero en alcohol

Rebelión contra Dijsselbloem, presidente del Eurogrupo, liderada por los españoles

Eurodiputados españoles de todos los grupos parlamentarios (incluido el suyo propio), exigen la dimisión del holandés por decir que los países del sur gastan el dinero en mujeres y alcohol

Foto: El presidente del Eurogrupo, el holandés Jeroen Dijsselbloem (EFE)
El presidente del Eurogrupo, el holandés Jeroen Dijsselbloem (EFE)

Mujeres y alcohol. Esta es, a grandes rasgos, la idea que tiene el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, de lo que hacen los griegos, españoles, italianos y portugueses con su dinero cuando no asumen compromisos con sus virtuosos socios del norte para reformarse y aplicar ajustes económicos. Dijsselbloem tiene muchos talentos, como no paran de recordar los colegas que quieren que permanezca en la presidencia del Eurogrupo pese al descalabro de su partido en las elecciones holandesas. Pero parece que también tiene el don de enemistarse con sus vecinos del sur.

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Los encontronazos de Dijsselbloen con el exministro de Finanzas griego, Yanis Varoufakis, fueron parte fundamental del drama griego. Menos espectacular, pero más sostenida, es la conocida falta de sintonía entre el político neerlandés y su homólogo español, Luis de Guindos. La mano dura que promulgaba el holandés durante los difíciles años del rescate a la banca y el envite de De Guindos para hacerse con la presidencia del foro ha alimentado una tensa cordialidad de cara a la galería que no oculta su falta de entendimiento personal. Pero el socialdemócrata holandés ha logrado ahora, en un momento especialmente delicado en su carrera política, enemistarse con conservadores, socialistas, nacionalistas e izquierdistas por igual. ¿El motivo? Una entrevista con el 'Frankfurter Allgemeine Zeitung'.

“En la crisis del euro, los países del Norte se han mostrado solidarios con los países afectados por la crisis. Como socialdemócrata, atribuyo a la solidaridad una importancia excepcional. Pero el que la solicita, tiene también obligaciones. Uno no puede gastarse todo el dinero en copas y mujeres y pedir luego que se le ayude”, razona Dijsselbloem en el diario alemán.

Tras pasar unos días desapercibida, la salida de tono del holandés ha ido corriendo como la pólvora por Bruselas, hasta llegar al Parlamento Europeo. Allí, el eurodiputado de ICV, Ernest Urtasun, ha aprovechado este martes una comparecencia de Dijsselbloem ante la Comisión de Asuntos Económicos y Financieros para afearle sus palabras e instarle a que pidiera perdón. “No, claro que no (me disculpo). No es necesario que me lea mis declaraciones, salieron de esta boca”, ha respondido Dijsselbloem. El holandés se escuda en que lo único que busca es explicar que para que haya solidaridad entre los europeos, es necesario que se asuman compromisos, como reformas y ajustes económicos. “Necesito que entiendan que si se quiere mantener el apoyo político (...) para la solidaridad los compromisos tienen que estar claros”, insistió.

Dijsselbloem tiene el mérito de haber logrado una reacción unánime desde todo el espectro político, una sintonía que ya querría el Gobierno español para aprobar sus presupuestos o Mark Rutte para formar un nuevo Ejecutivo en Holanda.

El portavoz del PP en la Eurocámara, Esteban González Pons, ha pedido a Dijsselbloem que rectifique o se retire. “Ha ofendido a los países del sur y a las mujeres con su declaración racista y machista. Debe disculparse o dejar su puesto, ya no es neutral”, asegura Pons. Beatriz Becerra, diputada independiente en el Grupo de los Liberales tras abandonar UPyD, sugiere que ha llegado el momento de que “se haga a un lado y ceda el testigo”. Marina Albiol, eurodiputada de IU, ha asegurado que “los ejemplos de mujeres y alcohol que ha utilizado muestran una imagen xenófoba y estereotipada y corresponden a una actitud completamente machista”.

Desde la bancada socialista, en la que se sienta también el PvdA de Dijsselbloem, tampoco se han quedado atrás. “Dijsselbloem logra ser ofensivo, ignorante y arrogante. Es todo aquello que nos ha hecho fracasar. Deberíamos cesarlo sin concesiones”, ha asegurado Javi López. El eurodiputado del PSC critica que el ministro holandés en funciones haya asumido la retórica del norte contra el sur de la que hacen gala extremistas como Geert Wilders o Marine Le Pen. “Su narrativa de la crisis es falsa y su comportamiento ha contribuido a desintegrar la solidaridad europea, es una vergüenza”, afirma.

La llamada de atención a más alto nivel no ha llegado de la boca de un español, sino de otro aludido: el italiano Gianni Pittella. El presidente del Grupo de Socialistas y Demócratas de la Eurocámara ha cuestionado la idoneidad de Dijsselbloem para seguir en su cargo. “No es la primera vez que Jeroen Dijsselbloem ha expresado opiniones o planteamientos políticos y económicos que son abiertamente contrarios a la línea que defiende la familia progresista europea”, apunta Pittella.

Esta presión llega en un momento especialmente delicado para Dijsselbloem, ya que tras el descalabro que sufrió su partido en las elecciones holandeses -pasando de 38 a 9 asientos- hay pocas posibilidades de que continúe siendo miembro del Gobierno, lo que en principio le impedirá seguir detentando el puesto de presidente del Eurogrupo. No obstante, sus colegas han mostrado su apoyo sin fisuras a que siga por el momento, durante los meses que se espera que duren las negociaciones para formar una coalición gubernamental en Holanda.

Aunque las palabras de Dijsselbloem también han sentado como un tiro a las autoridades españolas, De Guindos ha optado por no devolver el dardo. Al menos en público. Y se ha unido al resto de sus colegas a la hora de mostrar su respaldo a Dijsselbloem, eso sí, durante el periodo que siga como ministro en funciones. “Mientras esté, tiene todo mi apoyo”, ha asegurado. Luego, ya se verá.

Mujeres y alcohol. Esta es, a grandes rasgos, la idea que tiene el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, de lo que hacen los griegos, españoles, italianos y portugueses con su dinero cuando no asumen compromisos con sus virtuosos socios del norte para reformarse y aplicar ajustes económicos. Dijsselbloem tiene muchos talentos, como no paran de recordar los colegas que quieren que permanezca en la presidencia del Eurogrupo pese al descalabro de su partido en las elecciones holandesas. Pero parece que también tiene el don de enemistarse con sus vecinos del sur.

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