Es noticia
Cómo la policía de Las Vegas capturó a un presunto asesino en serie con un maniquí
  1. Mundo
EL SOSPECHOSO ES SHANE SCHINDLER, DE 30 AÑOS

Cómo la policía de Las Vegas capturó a un presunto asesino en serie con un maniquí

Tras la aparición de dos vagabundos con el cráneo destrozado, los agentes decidieron poner un cebo. Pocas horas después, un sospechoso agredió al muñeco con un martillo

Foto: Cartel de 'Bienvenido a la fabulosa Las Vegas', visto por la noche. (Reuters)
Cartel de 'Bienvenido a la fabulosa Las Vegas', visto por la noche. (Reuters)

El pasado 4 de enero, el cadáver de Daniel Alpade amaneció en un descampado no muy lejos del centro de Las Vegas con el cráneo destrozado. Según el forense, Alpade, un vagabundo de 46 años, probablemente había muerto mientras dormía, golpeado en la cabeza con un objeto contundente. No había mucho que investigar: no había testigos, ni cámaras de seguridad. El caso tampoco había atraído demasiada atención mediática: otro 'sin techo' que, expuesto a los riesgos de las calles, acababa sus días de manera trágica. Uno más.

Pero cuando un mes después otro vagabundo —David Dunn, de 60 años— apareció muerto en el mismo sitio de la misma manera, la policía empezó a sospechar que tenían entre manos algo muy inquietante: un probable asesino en serie embarcado en una carrera de lo que en EEUU llaman 'thrill kills', que puede traducirse por 'asesinatos por el subidón'. Matar por la emoción de matar. Y, debido a la emoción que estos crímenes suelen provocar en quienes los cometen, los investigadores se temieron lo peor. Probablemente, no iba a dejar de asesinar hasta que fuese detenido.

Pero ¿cómo atraparle? Tal y como ha revelado el diario 'The Washington Post', la policía decidió probar suerte con un cebo. Muy cerca del lugar donde se habían descubierto los dos cadáveres anteriores, los agentes colocaron un maniquí bajo unas mantas, que simulaba ser un 'sin techo' durmiendo en la calle. Colocaron cámaras de vigilancia y se apostaron cerca, con la esperanza de descubrir algo.

El sospechoso, Shane Schindler. Tuvieron mucha más suerte de lo que nadie podría haber esperado: apenas unas horas más tarde, a las tres de la madrugada, un individuo comenzó a dar vueltas por el lugar, inspeccionando los alrededores. En un momento dado, se subió la capucha de la sudadera para cubrir su rostro y aferró un objeto que portaba dentro de una bolsa. “Al acercarse lo suficiente para golpear a su víctima”, indica el informe policial, “sacó un martillo de la bolsa, y entonces golpeó a lo que él pensaba que era un ser humano con la intención de matar. El maniquí de señuelo había sido colocado de manera que hacía imposible que [el sospechoso] pudiese haber determinado que no se trataba de un ser humano antes de golpear; [El sospechoso] hizo girar el martillo usando ambos brazos, para dotar de máxima fuerza a su golpe”, dice.

¿Es el asesino de vagabundos?

Inmediatamente, varios agentes detuvieron al individuo, identificado como Shane Schindler, de 30 años. El incidente fue filmado por una cámara de vigilancia. La policía trata ahora de determinar si se trata del autor de los dos crímenes anteriores. En cualquier caso, se le imputan cargos de posesión de arma oculta y de intento de asesinato.

Sin embargo, esta última acusación podría acabar siendo problemática… precisamente por el uso de un maniquí. Schindler ha alegado que en todo momento sabía que se trataba de un muñeco, por lo que no cabría alegar intento de asesinato. “Mi cliente ha proclamado su inocencia, y voy a intentar luchar contra estas alegaciones”, ha declarado su abogada de oficio, Ashley Sisolak.

Schindler comparecerá ante un tribunal el próximo 15 de marzo. Y a menos que la policía pueda demostrar que el acusado es responsable también de los dos crímenes anteriores, sus posibilidades de ser exonerado por un juez son bastante grandes.

La noticia ha causado consternación entre la comunidad de personas 'sin techo' de Las Vegas. Varios de ellos han declarado que ya estaban evitando el lugar de los asesinatos por miedo. “Pienso que si hay asesinos, mejor alejarse de ellos”, ha declarado uno de ellos a la cadena de televisión KSNV. “En este mismo bloque hay un montón de gente que duerme en la calle”, ha dicho otro, identificado como Larry Potts. “Ya es malo para una persona sin hogar tener que estar en una lucha diaria. Y ser asesinados sin razón aparente es una tragedia”.

El pasado 4 de enero, el cadáver de Daniel Alpade amaneció en un descampado no muy lejos del centro de Las Vegas con el cráneo destrozado. Según el forense, Alpade, un vagabundo de 46 años, probablemente había muerto mientras dormía, golpeado en la cabeza con un objeto contundente. No había mucho que investigar: no había testigos, ni cámaras de seguridad. El caso tampoco había atraído demasiada atención mediática: otro 'sin techo' que, expuesto a los riesgos de las calles, acababa sus días de manera trágica. Uno más.

Las Vegas Delincuencia
El redactor recomienda