Bruselas presiona para aumentar el retorno de inmigrantes irregulares a sus países

Acoger a los refugiados, sí. Pero endurecer la expulsión de inmigrantes que han llegado a la Unión Europea y no cumplen los requisitos para recibir asilo -que podrían llegar a un millón de personas solo en los últimos dos años- también.

Éste es el espíritu del “Renovado plan de acción sobre migración” de una Comisión Europea que, hasta el momento, se había cuidado de pedir mano dura con los que califica de “migrantes económicos”, que no refugiados. Este miércoles Bruselas ha elevado un tono su discurso, al criticar a los países por no estar aplicando de manera “realista” las normas de retorno de migrantes y exigirles que sean más estrictos.

En sus recomendaciones, la Comisión la insiste en que la legislación europea permite a los países aplicar más mano dura en varios aspectos, como la retención de ciertos migrantes: aquellos que no colaboran con las autoridades del país, que presentan documentación falsa, aquellos que se sospecha que podrían esconderse o fugarse, etcétera. Las normas europeas permiten a los países mantener a estas personas en centros de detención hasta 6 meses, que pueden ser prorrogados hasta 18 meses si las circunstancias lo exigen, recalca.

La fecha límite es septiembre, cuando los países tendrían que haber acogido a 98.255 personas. España solo ha hecho lo propio con en torno al 10% del total que se comprometió

Actualmente los plazos que aplican la mayoría de los países son mucho más reducidos. En Francia, el límite está en mes y medio, mientras que en España se alarga hasta los dos meses. Un periodo insuficiente para que dé tiempo a llevar a cabo todos los procedimientos para la devolución de estas personas a sus países de origen, a ojos de Bruselas.

La Comisión considera que los Estados miembros “deben hacer uso de la detención”, en palabras del comisario de Migración, Dimitris Avramopoulos, y recurrir para ello a centros de detención. “Cuando hablamos de centros de detención, no queremos decir que vamos a establecer campos de concentración, va en contra de nuestros principios y deseos”, aclara no obstante el comisario, quien no defiende que la detención sirve para facilitar los procedimientos de retorno y para “proteger a estas personas de convertirse en víctimas de los que les explotan”.

Además, ser más duros puede incentivar que los migrantes acepten regresar a sus países, es decir, los retornos voluntarios. “Los migrantes irregulares están más inclinados a aceptar la opción de retorno voluntario si saben que la única alternativa a éste es el regreso forzado, ya que mantenerse (en la UE) de manera irregular ya no sería una opción”.

TE PUEDE INTERESAR

Bruselas baraja que la UE dé marcha atrás en la integración europea

María Tejero Martín. Bruselas

Menores no acompañados

Este planteamiento paternalista se extiende también a los niños y menores no acompañados, para los que Bruselas afirma que ingresar en un centro de detención puede asegurar una protección temporal. “Se puede proteger a los niños contra traficantes y gente que quiere que se abuse de ellos”, razona Avramopoulos, quien asegura no obstante que su retención debe ser utilizada como “último recurso”.

El texto de la recomendación, no obstante, no deja lugar a dudas. Afirma que los Estados miembros “no deben excluir en sus legislaciones la posibilidad de poner a menores en centros de detención”. En cierto modo, Bruselas considera que lo peor que puede sucederles es terminar en una especie de limbo legal, por lo que quiere que las capitales establezcan normas más claras sobre su estatus. Y también que se considere los beneficios de su retorno allá donde nació. “Se debe tener en consideración, de manera sistemática, si el regreso de un menor no acompañado a su país de origen y la reunificación con su familia va en su interés”, alega la Comisión en su recomendación.

Posibles infracciones

La Comisión asegura que el controvertido acuerdo con Turquía ha permitido reducir las llegadas al territorio de la Unión Europea pero los países, dice Bruselas, tienen que hacer más para reubicar a los refugiados que han llegado a Grecia e Italia. Y se arriesgan a que el Ejecutivo tome cartas en el asunto. “Hemos tratado de convencerlos, pero en un futuro (abrir) los procedimientos de infracción podría ser una opción”, ha advertido Avramopoulos. La fecha límite es septiembre, cuando los países tendrían que haber acogido a 98.255 personas, a fin de febrero solo se había resuelto el destino de 13.546 de éstas. España, avisa Bruselas, solo ha hecho lo propio con en torno al 10% del total que se comprometió.